Tomando como ejemplo un partido de 1950 veremos cómo diversos cronistas deportivos no son capaces de ponerse de acuerdo en la autoría de un gol, pese a que todos ellos asistieron en directo al encuentro. Partiendo de este caso veremos cómo los listados de goleadores que se dan como ciertos en las primeras cuatro décadas de la historia de la Liga, pueden no ser reales en parte.