Es de ley reconocer que tuvo momentos interesantes, emoción en sus justas dosis y algún destello aislado de brillantez, pero es algo comúnmente aceptado que el Campeonato del Mundo de Italia 1990 deparó un paupérrimo espectáculo futbolístico, consecuencia sin duda del rumbo tomado por el deporte rey durante la década de los ochenta. Con honrosas…