Antonio Torres García nació en Balaguer, capital de la comarca ilerdense de La Noguera, el 29 de julio de 1943. La localidad -que hoy es un importante centro hortícola e industrial -tenía entonces poco más de 6000 habitantes. Surgido de un entorno modesto y trabajador, destacó pronto en la práctica del fútbol, una de las pocas diversiones que entonces existían para los chavales, y el Barça le enroló en sus categorías inferiores. Se movía preferentemente por el centro de la defensa, en labores de contención, ayudado por un físico apropiado (alrededor de 1,78 de altura y 75 kilos de peso), y quemó etapas con rapidez, primero en el Juvenil azulgrana (1959-61), luego en el equipo de Aficionados (la temporada 61-62), y más tarde con el Condal, el conjunto filial, a la sazón en Tercera División, donde militó durante la campaña 62-63