Dicen los que lo vieron jugar que la mirada de Poli dibujaba la fascinante alegría del gol. Ese día, su remate fue casi perfecto y el centro de Forns, yo diría que exquisito. La pelota cruzó la línea de meta, ante la mirada atenta del talentoso deportista tinerfeño. Un segundo gol que, a la postre,…