Campeonato Nacional de Liga 1962-63: dos equipos revelación a falta de uno (Real Oviedo y Real Valladolid)
De Fernando Cuesta FernándezEl equipo revelación es uno de los tópicos al uso del fútbol nuestro de cada día, el modesto que se cuela de rondón en el festín de los grandes, al menos a la hora de los entremeses o el primer plato, el visitante inesperado que anima la rutina depredatoria donde siempre los peces de mayor tamaño – histórico y presupuestario – se tragan a los chicos. El fenómeno ocurre casi todos los años, pero en la liga española a veces se presenta por partida doble. Por ejemplo, en la ya lejana temporada 1962-63, en la que dos humildes conjuntos de provincias, aunque orgullosos de sus blasones, el Real Oviedo y el Real Valladolid, se encaramaron a los primeros lugares de la clasificación, y durante varias jornadas incluso rivalizaron por el liderato con el todopoderoso Real Madrid de los Di Stefano, Puskas, , Santamaría, Gento o Amancio. Para la historia de ambos clubes esa campaña resulta imborrable, aunque las jóvenes generaciones de aficionados la desconozcan por completo. Mas para eso precisamente estamos nosotros, para recordar cuando en dos terrenos de juego humildes se pudo soñar durante algunos meses con empresas más elevadas que lograr la simple permanencia en la categoría. Pero antes de ponernos manos a la obra y analizar detalladamente el desarrollo de esta temporada inolvidable para asturianos y castellanos, conviene recordar de dónde venían ambas escuadras…
El Real Valladolid, por lo pronto, procedía de Segunda División, triunfante en la promoción de ascenso a la máxima categoría tras quedar clasificado como subcampeón del Grupo Norte. Los de Pucela habían ascendido a la División de Honor por vez primera al final de la temporada 47-48, y se mantuvieron en la élite durante diez temporadas consecutivas, alcanzando su momento cumbre en la campaña 49-50, cuando tras un notable desempeño liguero, aflojando únicamente en el último tramo, consiguieron clasificarse para la final de la Copa del Generalísimo, en la que cayeron en la prórroga por 4 a 1 frente al Athletic de Bilbao, por entonces el gran clásico del «Torneo del KO». Descendidos al finalizar el curso 57-58, recuperaron rápidamente la categoría al año siguiente, con un equipo conocido como el de «los monaguillos», por la juventud de muchos de sus componentes (Ramírez, Mirlo, Morollón, Pereda, Beascoechea…). Permanecieron en Primera con apuros durante dos campañas, y nuevamente al finalizar la 60-61 se fueron a Segunda. Allí, como ya hemos dicho, ocuparon la segunda plaza del Grupo Norte, con 40 puntos y 10 positivos sobre 60 posibles ( eran ligas de 30 partidos, con 2 puntos por victoria y 1 por empate ), con 17 triunfos, 6 partidos finalizados en tablas y 7 derrotas, y la muy estimable cantidad de 64 goles a favor por tan sólo 31 en contra.
En la promoción de ascenso les correspondió a los blanquivioletas el verse las caras con todo un histórico venido a menos, el RCD. Español, que jamás había perdido la categoría desde el comienzo del Campeonato Nacional de Liga, allá por el año 1929, aunque ya había tenido que defender su puesto entre los grandes en más de una ocasión. El partido de ida se disputó en Barcelona, y los de «Sarriá» lo liquidaron con un corto 1-0, marcado por el delantero brasileño Indio a los 27 minutos de juego. A poco de comenzar la segunda parte, los locales desperdiciaron una gran oportunidad para abrir brecha en el marcador, al enviar el argentino Carranza un penalti a las manos del guardameta vallisoletano Calvo. El encuentro de vuelta se disputó en el viejo «Zorrilla» el 6 de mayo de 1962, con la gran expectación que es de suponer. A las órdenes del colegiado valenciano señor Birigay, ambos equipos presentaron las siguientes alineaciones: por el Real Valladolid, Calvo; Gómez, García Verdugo, Pinto; García, Sanchís; Mirlo, Ramírez, Morollón, Rodilla y Molina, y por el RCD. Español, Joanet; Argilés, Abel, Ribas; Gordejuela, Bartolí; Muñoz, Domínguez, Sastre, Indio y Camps, una formación cuajada de jugadores de corte defensivo, previsiblemente para tratar de mantener la exigua ventaja blanquiazul. Tardó en moverse el marcador, hasta que García consiguió inaugurarlo en el minuto 74, y ya planeaba sobre ambos conjuntos el fantasma de un partido de desempate cuando el salmantino Rodilla, futuro jugador españolista, consiguió el 2-0 definitivo, el tanto que devolvía a los pucelanos a Primera División, y desalojaba por vez primera a los periquitos de su sempiterno lugar entre la élite.
En cuanto al Real Oviedo, su campaña 61-62 fue menos épica, aunque también atravesaron por momentos de apuro, librándose de la promoción en la última jornada por un solo punto. El cuadro azul se clasificó finalmente en décimo puesto, con 27 puntos y 3 negativos, y el siguiente balance: 10 victorias, 7 empates y 13 derrotas, con 27 goles a favor y 47 en contra. En teoría la única aspiración de ambos clubes para el curso siguiente era lograr la permanencia, y en cuanto a los refuerzos, los asturianos incorporaron a sus filas a varios jugadores ( el meta Madriles, los defensas Solé y Datzira , el medio Icazurriaga, y los delanteros Parés, Livinho y Joao Jorge, los dos últimos brasileños), mientras que los castellanos mantenían prácticamente la misma plantilla del año anterior, con el central uruguayo Pini como única gran novedad. No repetían, sin embargo, los respectivos entrenadores, dándose la curiosa coincidencia de que tanto uno como otro habían tenido tres ocupantes en el banquillo durante el curso 61-62: Paco Lesmes ( de la jornada 1 a la 16 ), Manuel Soler ( de la 17 a la 30 ) y Heriberto Herrera ( sólo en los partidos de promoción ) en el Real Valladolid, y Fernando Argila ( de la jornada 1 a la 7, Enrique Rubio Sañudo -futuro presidente de la entidad – en la octava, y Álvaro ( desde la novena a la finalización del campeonato ) en lo que respecta al Real Oviedo.
Veamos ahora quienes eran los hombres que iban a afrontar la temporada 62-63 en ambos clubes. La plantilla del Real Oviedo, dirigida por el ya veterano técnico vasco Juan Otxoantezana Milikua (más conocido entonces como Juanito Ochoa ), estaba compuesta por los siguientes jugadores: Alarcia, Madriles, Boudón; Toni, Datzira, Marigil, Álvarez, Solé, Azcueta; Iguarán, Paquito, Icazurriaga, Agustín; Girón, Sánchez Lage, José Luís, Joao Jorge, José María, Livinho, Alejandro, Alcorta, Larrea, Artabe, Parés, Moncho y Calleja. El Real Valladolid, por su parte, presentaba los siguientes efectivos, a las órdenes del novel técnico catalán Antoni Ramallets, legendario guardameta del Barça y la Selección Española, que recibiera el sobrenombre de «El gato de Maracaná»: por su gran actuación en el Mundial brasileño de 1950: Calvo, Estrems, Zumalabe; García Verdugo, Pini, Pinto, Domenech, Paredes; Ramírez, Sanchís, García, Ealo; Aramendi, Endériz, Morollón, Rodilla, Molina, Robert, Joselín, Martínez y Rodríguez.
PRIMERA VUELTA ( 16 de septiembre de 1962-6 de enero de 1963 )
La edición número 32 del Campeonato Nacional de Liga arrancó el domingo 16 de septiembre de 1962. El Valladolid se desplazó a Córdoba, donde el cuadro local debutaba como equipo de Primera división, y perdió por 1 a 0, mientras que el Oviedo era goleado en «La Romareda» ( 5 a 0 ) por un Real Zaragoza en vena de aciertos, que aun no era el de «Los Magníficos» pero tenía una delantera temible, en la que junto a Marcelino y Lapetra brillaban veteranos como Miguel y Duca, y jóvenes como el peruano Juan Seminario, «Pichichi» la temporada anterior. En esta primera clasificación del curso, los castellanos eran decimoterceros, y los asturianos penúltimos.
En la segunda jornada ( 23 de septiembre ), ambos conjuntos vencieron en su propio terreno. El Oviedo al Córdoba por 2 a 0 ( José María y Sánchez Lage ) y el Valladolid a Osasuna con más apuros ( 2 a 1, obra de Sanchís y Morollón ), Es en la tercera fecha del campeonato ( 30 de septiembre ) cuando los dos estrenan su casillero de positivos. El Oviedo triunfa en Pamplona sobre Osasuna por 2 a 3 ( con tantos de Iguarán, Sánchez Lage y Girón ), mientras que el Valladolid arranca un empate sin goles en el «Luís Sitjar» ante el Mallorca. Los asturianos ya son sextos, y los castellanos ocupan la novena posición.
La cuarta jornada ( 7 de octubre ) confirma el buen momento de ambos cuadros. El Valladolid derrota al Athletic de Bilbao en «Zorrilla» por 2 a 1, con goles de Morollón y Aramendi, y los ovetenses se deshacen del Mallorca en el «Tartiere» por un claro 2-0 ( Paquito y Larrea ). El Oviedo ya es cuarto, a dos puntos del líder Real Madrid, y tras él marchan los blanquivioletas, en quinta posición. La siguiente jornada ( 14 de octubre ), frena algo a los dos conjuntos, puesto que el Oviedo – que no obstante juega un buen encuentro -resulta derrotado en San Mamés por un Athletic muy acertado, 3 a 1, haciendo el brasileño Livinho el tanto de los astures, y el Valladolid empata en Sevilla ante el Betis, 2 a 2, con goles de Morollón y Aramendi. Ahora los de Pucela son cuartos, mientras los asturianos ocupan la sexta plaza.
El 21 de octubre se disputa la sexta jornada, y el Valladolid recibe en «Zorrilla» al líder, el Real Madrid. Los locales van a despachar un soberbio encuentro, acabando con la imbatibilidad de los merengues, que son alcanzados en el liderato por sus vecinos del Atlético de Madrid. El choque fue sumamente emocionante, y en él los blanquivioletas van a igualar dos veces la ventaja madridista, para luego decantar a su favor el marcador con dos nuevos goles. Marcó primero Puskas, empató Endériz, nuevamente Puskas adelantó a los blancos, Rodilla consiguió equilibrar el resultado, y en la recta final del encuentro el extremo izquierdo Molina y otra vez Rodilla pusieron en todo lo alto el 4-2 definitivo, consiguiendo una victoria histórica. Por su parte, el Real Oviedo se deshizo por la mínima del Betis en el «Tartiere» en un partido vibrante que registró nada menos que siete goles, siendo obtenidos los de los azules por Girón, en dos ocasiones, Paquito y José María, anotando Luís Aragonés ( 2 ) y Areta II por los verdiblancos. El Valladolid era cuarto, y el Oviedo sexto, ambos con 8 puntos, cerca de los puestos de cabeza, y se empieza a hablar ya de equipos revelación.
La séptima jornada ( 28 de octubre ) significará un parón para ambos, ya que van a salir derrotados de sus respectivas visitas. Claro que los rivales eran de aúpa, Barcelona y Real Madrid. En el «Camp Nou» los azulgranas se van a imponer a los castellanos por un ajustado 2 a 1, haciendo Endériz el gol blanquivioleta, mientras que en el «Bernabéu» los merengues vencen a los carbayones por el mismo resultado, con tantos de Félix Ruíz y Gento, marcando Girón para un Oviedo que jugó bien, pero fue poco incisivo de cara a la meta contraria. Al finalizar esta séptima jornada, los vallisoletanos siguen en cuarta posición y los asturianos en sexta. Haciendo un inciso en el desarrollo de la Liga, resulta interesante reseñar que el día 1 de noviembre se van a enfrentar en el Estadio «Santiago Bernabéu» las selecciones de España y Rumanía, en partido valedero para la Copa de Europa de Naciones, la que después sería popularmente conocida como «Eurocopa». España goleará ampliamente a los rumanos por 6 a 0, y en el combinado nacional debuta el oviedista Paquito, formando línea media con el colchonero Jesus Glaría, señal de que su magnífico rendimiento en las filas azules no le pasaba desapercibido al nuevo seleccionador nacional, José Villalonga.
El día 4 de noviembre se disputa la octava jornada del campeonato, y el Oviedo va a conseguir otro de esos triunfos que dan moral y prestigio a un equipo modesto, al derrotar claramente en el «Carlos Tartiere» a todo un Barcelona, que llegaba como segundo clasificado. Y aun pudo ser mayor el resultado si los delanteros locales no hubiesen fallado ocasiones clarísimas para marcar. José María, el catalán Parés y Girón anotaron para los asturianos, y el canario Vicente hizo el solitario tanto barcelonista. El Valladolid se impuso también sin demasiados problemas al Málaga por 2 a 0, con dianas de Morollón y Molina. Balance de la jornada: Valladolid cuarto y Oviedo sexto, los dos con 10 puntos y 2 positivos, a dos de los colíderes, los equipos madrileños.
La novena fecha del campeonato ( 11 de noviembre ) fue triunfal para ambos, que se imponen en campo contrario. El Valladolid lo hizo en «Altabix», superando al Elche por 2 a 3, marcando Rodilla, Morollón y Endériz, y el Oviedo venció más claramente en «La Rosaleda», 1-3, con tres goles de su delantero José Luís, aunque sufrió la expulsión de Girón. El Valladolid seguía siendo cuarto, y el Oviedo ya era quinto, ambos con los mismos puntos, doce, y cuatro positivos. Volvieron a triunfar en la siguiente jornada, la décima ( 18 de noviembre ), en la que los asturianos apabullaron al Elche en el «Tartiere» con un inapelable 6 a 1 (con goles de José María e Icazurriaga -en dos ocasiones- , José Luís y Sánchez Lage, mientras el Valladolid encontraba más resistencia en el Deportivo de La Coruña, al que va a derrotar por 3 a 1, con tantos de Molina, Morollón y el deportista Manín en propia puerta. Al finalizar esa jornada – que marcaba el primer tercio de la competición -, los vallisoletanos ya eran segundos, a un solo punto del Real Madrid, al igual que los asturianos, que ocupaban la tercera posición debido a su peor coeficiente general.
La undécima jornada ( 9 de diciembre ) va a deparar, por fin, el el primer enfrentamiento directo entre los dos equipos que más estaban llamando la atención en lo que iba de campeonato. El partido se disputó en «Zorrilla», y puso en las taquillas el cartel de «no hay billetes». Los dos conjuntos presentaron las siguientes alineaciones: por el Real Valladolid, Calvo; García Verdugo, Pini, Pinto; Ramírez, Sanchís; Aramendi, Endériz, Morollón, Rodilla y Molina ( es decir, el equipo de gala ), y por el Real Oviedo, Alarcia; Toni, Datzira, Azcueta; Icazurriaga, Paquito; Parés, Sánchez Lage, José Luís, Iguarán y José María, con las ausencias destacadas de los titulares Marigil y Girón, todos ellos a las órdenes del colegiado vizcaíno señor López Zaballa. Un tiempo para cada equipo, aunque los locales aprovecharon mejor las ocasiones y se impusieron por 2 a 0, con tantos marcados por Morollón y Rodilla en la primera mitad. Después de este resultado el Valladolid continuaba en segunda posición de la tabla con 16 puntos, uno menos que el Real Madrid, y el Oviedo descendía provisionalmente a la cuarta plaza, igualado con el Atlético de Madrid.
Ambos cuadros volvieron a ponerse a la par en la duodécima jornada ( 16 de diciembre ), pues mientras que el Oviedo derrotaba en la capital asturiana al Deportivo de La Coruña, merced a un solitario gol del argentino Sánchez Lage, el Valladolid caía derrotado en Mestalla ante el Valencia, en un espectacular partido en el que subieron ocho goles al marcador. Los «ches se adelantaron con dos tantos de ventaja, pero los castellanos lograron igualar a tres, aunque los levantinos acabaron por decantar el resultado a su favor. Waldo y Guillot ( en dos ocasiones ) y Héctor Núñez marcaron por los locales, y Molina, Rodilla y Morollón por el Valladolid, que ahora era tercero, igualado de nuevo con el Oviedo, cuarto, ambos con 16 puntos y cuatro positivos.
Victorias locales claras de asturianos y castellanos en la jornada número 13 ( 23 de diciembre ). El Oviedo superó al Valencia por 2 a 0, marcando el joven y prometedor José María por partida doble, a la vez que el Valladolid se deshacía del Sevilla ( 3-1) en el transcurso de un gran encuentro en el que Morollón abrió el marcador al transformar un penalti, empató el hispalense Oliveros, y después el mismo Morollón y Rodilla, los dos máximos artilleros blanquivioletas, decantaron el resultado hacia su bando. Valladolid segundo, y Oviedo tercero, con 18 puntos y cuatro positivos, alejándose de escuadras en teoría tan potentes como Barcelona, Valencia y Athletic de Bilbao.
La decimocuarta jornada ( 30 de diciembre ) va a suponer la llegada del Oviedo a la cabeza de la clasificación, igualado a puntos con el Real Madrid, aprovechando que los del «Santiago Bernabéu» son amplia y sorprendentemente derrotados en Mallorca, ante el cuadro bermellón, por 5 a 2. Los asturianos, por el contrario, se imponen al Sevilla en el «Sánchez Pizjuán» sobre un terreno impracticable, por 2 goles a 3, marcando por el Oviedo José Luís, José María e Iguarán. El Valladolid, sin embargo, va a salir también goleado del «Metropolitano», tras un gran encuentro de ambos conjuntos, saldado con la victoria de los colchoneros por 5 a 2, un marcador tal vez demasiado abultado para los merecimientos de los pupilos de Ramallets, que llegaron a adelantarse por 1 a 2, con sendos tantos de Rodilla, aunque el Atlético de Madrid, en un extraordinario segundo tiempo les endosó cuatro goles. La clasificación general, tras disputarse el último partido del año 1962, va a quedar de la siguiente manera: segundo el Real Oviedo, con 20 puntos y 6 positivos, los mismos que el líder Real Madrid, y cuarto el Valladolid con 18 puntos y 4 positivos.
Finaliza la primera ronda del campeonato el domingo 6 de enero de 1963, Día de Reyes. Y Sus Majestades de Oriente les traen buenos regalos a ambas aficiones. En Oviedo los azules golean – 3 a 0 -a todo un aspirante al título, el Atlético de Madrid, que presentó batalla pero sucumbió en la segunda parte, período en que fue expulsado su lateral internacional Rivilla. José Luís consiguió los tres goles asturianos. Y en «Zorrilla» el Valladolid se va a imponer con más apuros, por 2 a 1, a otro rival importante, el Real Zaragoza, con goles de los inevitables Morollón y Rodilla. De modo que el balance de esta primera mitad de la Liga va a ser excelente para los dos equipos: el Oviedo es segundo, empatado a 22 puntos y 6 positivos con el Real Madrid, y el Valladolid ocupa la tercera posición, con dos puntos y dos positivos menos. Si los dos son capaces de repetir ese sensacional rendimiento en la segunda vuelta, estamos hablando casi de números de campeón. Lo cierto es que la permanencia, la principal aspiración de ambos a principios de temporada, ya no parece correr peligro…
SEGUNDA VUELTA ( 13 de enero de 1963-21 de abril de 1963)
El 13 de enero arranca la segunda fase del campeonato, pero antes, el miércoles 9, se disputa en el «Camp Nou» barcelonés un amistoso internacional entre las selecciones de España y Francia, que termina sin que llegue a inaugurarse el marcador. Pero lo más significativo va a ser la presencia en el combinado nacional tanto del oviedista Paquito, que ya había actuado en dos ocasiones con el equipo español, como la del blanquivioleta Morollón, que debutaba en esas lides, y que a la sazón encabezaba la clasificación de goleadores con 11 tantos, por delante de dos monstruos como los madridistas Puskas y Di Stefano, y de su propio compañero de equipo Rodilla.
Pero el partido del domingo siguiente iba a resultar igualmente memorable para el madrileño Emilio Morollón, puesto que va a anotar nada menos que cuatro tantos en la estrepitosa goleada de los suyos al Córdoba ( 6 a 0 ), siendo Rodilla y Sanchís los autores de los otros dos. El Oviedo, por su parte, encontrará muchas más dificultades en el Zaragoza, al que derrota en el «Tartiere» gracias a un solitario tanto marcado por Sánchez Lage. Las posiciones en la tabla no se modifican: Oviedo colíder junto al Madrid, y Valladolid en tercer lugar.
Sin embargo la decimoséptima jornada ( 20 de enero ), va a resultar muy negativa para ambos conjuntos, ya que los dos van a salir fuertemente derrotados en sus respectivos desplazamientos. El Oviedo caerá en «El Arcangel» ante el Córdoba por un rotundo 4 a 0, conseguido ya por los andaluces en la primera media hora de juego, y el Valladolid, aunque dominará más en «San Juán», se limitará a recoger el balón de dentro de su portería ( 4 -1 para Osasuna, salvando Aramendi el honor castellano ). Las posiciones en la tabla no se modifican, empero, aunque el Real Madrid esprinta merced a su victoria en Riazor frente al Deportivo, y toma dos puntos de ventaja sobre el Oviedo.
Jornada número 18, 27 de enero de 1963. El Real Madrid abre un poco más de brecha en la cabeza de la clasificación, gracias a su aplastante victoria en el «Camp Nou» sobre el Barcelona, 1 a 5, con 3 goles de Puskas, más dos dianas de Di Stefano y Gento. El Oviedo, sin embargo, va a proporcionar la sorpresa de la jornada, al no poder pasar del empate en el «Tartiere» ante un Osasuna que llegaba situado en los últimos lugares. Campo típicamente norteño, en muy malas condiciones, y ventaja momentánea para los navarros, al transformar un máximo castigo, enjugada luego por el empate local, conseguido por Girón. El Valladolid, por su parte, se comporta mejor, y derrota al Mallorca en Pucela por 2 a 0, siendo Rodilla y Molina los autores de los goles. Asturianos y castellanos se mantienen en segunda y tercera posición, respectivamente, pero la ilusión de aspirar a todo se va diluyendo poco a poco.
Y más que se diluirá en la siguiente jornada, la decimonovena ( 3 de febrero ), cuando ambos conjuntos regresen de vacío de sus respectivas salidas, y con el mismo adverso resultado, 3 a 0. El Athletic de Bilbao fue el verdugo de un Valladolid muy peleón, en un partido marcado por la presencia de la nieve sobre el césped, mientras que en Mallorca los locales se deshicieron con suma facilidad del cuadro azul. Las posiciones de ambos equipos no se modifican, pero el Real Madrid ya le saca cinco puntos al Oviedo, mientras que el Atlético madrileño se sitúa ya a un solo punto de los vallisoletanos.
El 10 de febrero se disputa la jornada número 20, y el campeonato consume su segundo tercio, con un intratable Real Madrid ya muy destacado en cabeza, con 6 puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, que ahora son dos, el Valladolid y el Oviedo, empatados a 26 puntos merced al nuevo tropiezo asturiano, esta vez en su propio terreno y ante el Athletic de Bilbao – empate a uno -. Jugaron mejor los asturianos, pero el guardameta vasco Carmelo se erigió en la figura del encuentro, parándolo todo a excepción de un remate de Sánchez Lage. También despachó una gran actuación el arquero vallisoletano Calvo, impidiendo la derrota de los suyos en «Zorrilla» ante el Betis. Y como los sevillanos no consiguieron marcar y el Valladolid sí lo hizo en una única ocasión, obra de su «Pichichi» Morollón, los dos puntos se quedaron en casa.
La vigesimoprimera jornada ( 17 de febrero ) va a vivir otro enfrentamiento en la cumbre, el que disputaron Real Madrid y Valladolid en la capital de España. Y los merengues van a devolverle el tanteo de la primera vuelta a los castellanos, puesto que se impondrán por un claro aunque excesivo 4 a 1, con goles de Felix Ruíz ( 2 ), Amancio y Gento, anotando Morollón el tanto visitante. El Oviedo volverá a perder, esta vez en el «Benito Villamarín» ante el Betis, y tras un buen partido donde los hispalenses fueron más efectivos en el remate ( 2 a 1 ). Icazurriaga marcó para los asturianos. El Real Madrid ya aventaja nada menos que en siete puntos al segundo clasificado, que ahora es el Atlético de Madrid, con 27. Valladolid y Oviedo eran tercero y cuarto, respectivamente, a uno de los colchoneros. Era evidente que su rendimiento había bajado en picado, y también que sus posiciones de privilegio comenzaban a peligrar.
El 24 de febrero, vigesimosegunda jornada, el Real Madrid dio ya la puntilla a las remotísimas aspiraciones oviedistas al derrotar a los azules en el «Tartiere» merced a un solitario gol de Puskas. Por su parte, el Valladolid salvó los muebles en «Zorrilla», donde doblegó al Barça con un tanto de Morollón, que nuevamente se ponía al frente de la clasificación de goleadores. Los castellanos seguían terceros, mientras que el Oviedo caía a la quinta plaza, superado también por el Valencia, y con el Zaragoza a sus alcances.
La jornada número 23 se disputó el 3 de marzo, y nuevamente los marcadores no les fueron muy propicios a blanquivioletas y azules. Menos al Oviedo, por supuesto, que caía en el «Camp Nou» por un escueto pero suficiente 2-1( con gol del brasileño Joao Jorge ), mientras que el Valladolid arrancaba un punto en «La Rosaleda», al empatar a un tanto con un Málaga metido de lleno en zona peligrosa. Ramírez fue el autor del gol de los de Pucela. Ambos equipos conservaban sus posiciones de la semana anterior.
El 10 de marzo se jugó la vigesimocuarta jornada, muy negativa para el Valladolid, y más esperanzadora para el Oviedo, que tras siete partidos sin ganar se reencontró con la victoria, al derrotar al Málaga por 2 a 0, con goles de Joao Jorge y Sánchez Lage. Debacle del Valladolid ante el Elche en «Zorrilla» ( 0 a 2 ). El cuadro local fue sorprendido por dos contragolpes ilicitanos, y vio como el segundo puesto se alejaba. Valladolid tercero, y Oviedo cuarto. Ese fue el balance de la jornada.
Y la que hacía el número 25 del campeonato volvió a ser funesta para ambos conjuntos, que salieron derrotados en sus respectivos desplazamientos. El Deportivo de La Coruña venció al Valladolid por 1 a 0 en «Riazor», y el Elche se impuso al Oviedo en «Altabix» por 2 a 1, con goles de Romero y Cardona, mientras que Sánchez Lage marcaba por los astures. El Real Madrid, merced a su apretado triunfo en el «Bernabéu» por 4-3 sobre el segundo clasificado, el Atlético de Madrid, se proclama ya matemáticamente campeón de la Liga 62-63 a falta aun de cinco jornadas por disputarse. El Valladolid es tercero momentáneamente, y el Oviedo cae a la quinta posición, rebasado por el Valencia.
El 24 de marzo, correspondiente a la vigesimosexta jornada, se vieron de nuevo las caras Real Valladolid y Real Oviedo, esta vez en el «Carlos Tartiere». A las órdenes del árbitro ceutí señor Cózar, estas fueron las alineaciones: por el cuadro asturiano, Madriles; Azcueta, Datzira, Marigil; Iguarán, Paquito; Girón, Sánchez Lage, Joao Jorge, José Luís y José María, y por los blanquivioletas, Estrems; García Verdugo, Pini, Pinto; Ramírez, Sanchís; Aramendi, Joselín, Morollón, Rodilla y Molina. El partido no tuvo historia, y la superioridad oviedista fue total, 4 a 0, con goles de Joao Jorge ( 2 ), Sánchez Lage e Iguarán. En la clasificación general, el Oviedo, tercero, adelantaba al Valladolid, quinto, superándole por un punto, e inclinando también el «goal average» particular a su favor.
La siguiente jornada, la 27, invirtió sin embargo las tornas, pues mientras que el Valladolid derrotaba al Valencia por 1-0 en «Zorrilla» con un nuevo gol de Morollón, los asturianos caía en La Coruña por 2 a 1, en un encuentro donde el brasileño Joao Jorge, autor del tanto «carbayón» , resultaría expulsado. El Valladolid volvía a ser tercero, pero ya lejos del subcampeonato, y el Oviedo pasaba ahora a ocupar la cuarta plaza, aunque muy amenazada por un cuarteto de perseguidores formado por Valencia, Zaragoza, Barcelona y Athletic de Bilbao.
En la jornada 28, correspondiente al 7 de abril, ambas escuadras van a salir derrotadas, pero la del Oviedo en Mestalla va a ser sonada, 5 a 0, y ante un rival directo, que le relega hasta la sexta plaza. El brasileño Waldo marcó tres goles, y el Oviedo fue una sombra de lo que había sido durante buena parte de la temporada. Más decorosa fue la caída del Valladolid en el «Sánchez Pizjuán» ante el Sevilla, 3-2, con un «doblete» de Rodilla. Los vallisoletanos eran ahora cuartos, pero con muchos equipos tras su estela.
LLegamos ya a la penúltima jornada del campeonato, la que se disputó el 14 de abril, y en ella los asturianos se desquitaron del varapalo sufrido en tierras levantinas, aunque a costa de un Sevilla que entraba así en terreno peligroso. 5 a 1 para los pupilos de Ochoa, marcados por Iguarán ( en dos ocasiones ), Toni, José María y José Luís. El Valladolid, por su parte, tampoco lo hizo mal, y se impuso en su feudo a un Atlético de Madrid que ya tenía asegurada la segunda posición. 2 a 1 para los blanquivioletas, con goles de los de siempre, es decir, Morollón y Rodilla. De cara al último partido saldrían como tercero el Valladolid, y cuarto el Oviedo, a la espera ambos de revalidar o invertir dichas posiciones, que serían las mejores de su historial liguero hasta entonces
Y por fin, tras treinta fechas y ocho meses de competición, el Campeonato Nacional de Liga 1962-63 llega a su fin. Para el Valladolid lo hace encajando un severo correctivo en «La Romareda» ante el Real Zaragoza ( 6 a 2, salvando Rodilla el honor pucelano por partida doble ), mientras que el Oviedo conseguía un meritorio empate sin goles en el «Estadio Metropolitano» ante el subcampeón Atlético de Madrid. De ese modo, ambos cuadros revelación quedaban finalmente empatados a 33 puntos, ocupando los asturianos la tercera plaza gracias a su mejor «goal average» particular con respecto a los castellanos, cuartos.
BALANCE FINAL
Real Oviedo y Real Valladolid animaron el campeonato hasta la decimonovena jornada, en la que el Real Madrid ya cobró una evidente ventaja sobre ambos ( 5 y 6 puntos, respectivamente ). Pero su primera vuelta fue tan excelente como sorprendente, con unos guarismos que daban casi proyección de campeón, aunque al final el Real Madrid tan sólo se dejó once puntos por el camino, y conquistó el torneo con una superioridad aplastante, aventajando nada menos que en doce puntos al segundo clasificado, el Atlético de Madrid. Y si bien a priori nadie esperaba un rendimiento tan sobresaliente por parte de un recién ascendido y de un equipo que se había salvado por los pelos de la promoción la campaña anterior, diversos factores van a coincidir para explicar el gran desempeño de azules y blanquivioletas.
Por un lado, su propio potencial, basado en un centro del campo muy potente, que en el Oviedo estaba formado por el asturiano Paquito, el vasco Iguarán y el veterano futbolista argentino Sánchez Lage, la estrella del equipo, apoyados en una estupenda defensa, Toni, Datzira y Marigil, con dos buenos extremos, Girón y sobre todo el jovencísimo José María, posteriormente toda una leyenda en las filas del Real Club Deportivo Español, y por el centro el vasco José Luís, mientras que en el Valladolid el triángulo mágico de la zona central lo componían el valenciano Sanchís, el manchego Ramírez y el uruguayo Endériz, con dos extremos muy incisivos, el argentino Aramendi y el alicantino Molina, y dos auténticos hombres-gol moviéndose por el centro del ataque, el madrileño Morollón y el salmantino Rodilla, sin desdeñar una zaga donde el también madrileño García Verdugo, el charrúa Pini y el malagueño Pinto, ex del Barça, imponían su ley.
El hecho de que tanto Ochoa como Ramallets encontrasen una alineación ideal, y pudieran disponer de sus principales efectivos durante toda la campaña, colaboró eficazmente al buen resultado final, aunque es evidente que ambos equipos bajaron ostensiblemente su rendimiento en la segunda mitad de la competición. Así el Oviedo, que hizo 22 puntos en la primera vuelta, tantos como el que más, únicamente conseguiría 11 en la segunda, atravesando por una larga racha de malos resultados. Si su balance de goles había sido positivo en los quince primeros partidos ( 34 frente a 22, o sea + 12 ), en los segundos se invirtió dicha tendencia ( 18 frente a 24, es decir, -6), y en cuanto al Valladolid, los castellanos van a conseguir en la primera ronda 20 puntos ( 31 a 24 en goles ), y sólo 13 en la segunda ( 20 a 29 en goles ). Y también, y sin ánimo de menospreciar la gesta de Oviedo y Valladolid, es justo señalar que algunos equipos teóricamente fuertes como Barcelona, Zaragoza, Valencia o Athletic de Bilbao van a despachar una campaña muy gris, sobre todo en el caso de los «leones», que terminarán la Liga incluso con negativos.
El gran desempeño de los vallisoletanos va a suponer que el cuadro blanquivioleta sea invitado a tomar parte en la International Soccer League, un intento de popularizar el fútbol en los Estados Unidos mediante la organización de un torneo en el que tomaban parte diversos equipos europeos y algunos cuadros locales. Los pucelanos van a jugar un total de seis encuentros durante el mes de julio de 1963, la mayor parte de ellos en Nueva York, ganando dos, empatando uno y perdiendo tres. El año anterior, curiosamente, el invitado de la Liga española había sido el Real Oviedo.
Sin embargo, ambos cuadros no van a tener continuidad en la siguiente temporada, 63-64. El Oviedo perderá a dos de sus futbolistas más destacados, Paquito y Sánchez Lage, traspasados al Valencia por culpa de las estrecheces económicas del club, mientras que el Valladolid se desprende del centrocampista charrúa Endériz, fichado por el Real Zaragoza, de García Verdugo, que pasa también al Valencia, y de Molina, que recala en el Betis, por motivos análogos. Los asturianos, muy lejos de repetir la exitosa campaña 62-63, se verán abocados a jugar la promoción para mantenerse en Primera, lo que finalmente lograrán al imponerse al Hércules de Alicante, pero lo del Valladolid va a ser infinitamente peor, puesto que los castellanos descenderán como colistas, con una puntuación muy pobre: 19 puntos y 11 negativos. Las bajas en la plantilla habían afectado a los dos equipos, evidentemente, al marcharse jugadores muy importantes para su esquema, pero también el hecho de verse muy pronto con negativos, pesó sobre su moral. Y es que el fútbol no deja de ser un estado de ánimo, y el encantamiento ya había abandonado el «Carlos Tartiere» y «Zorrilla», rumbo a otros lares ( 1963-64 fue el año del Betis y el Elche, que tomaron a su vez el relevo como equipos revelación ) . Pero al menos fue un bonito espejismo mientras duró…