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RESUMEN:

El fracaso de la Liga Catalana. La negativa de los clubs catalanes a compartir un torneo con los clubs valencianos hizo que inicialmente cada grupo buscase una solución para sus necesidades. En Valencia se habló de la Copa País Valenciano en la que participarían Valencia CF, Gimnástico FC, Levante FC, Hércules FC y Athletic de

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De la Olimpiada Popular a la Liga del Mediterráneo (Julio 1936-Enero 1937) – Parte VII

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El fracaso de la Liga Catalana.

La negativa de los clubs catalanes a compartir un torneo con los clubs valencianos hizo que inicialmente cada grupo buscase una solución para sus necesidades. En Valencia se habló de la Copa País Valenciano en la que participarían Valencia CF, Gimnástico FC, Levante FC, Hércules FC y Athletic de Castellón61. Y en Barcelona se retomó la idea de Ramón Eroles: jugar una Liga Catalana con los catorce equipos de Primera A y B, lo que daría un calendario de veintiséis jornadas, o sea, se cubriría las fechas restantes de lo que era una temporada oficial en España antes de la Guerra Civil.

De todas formas había que esperar a que primero acabase la competición de Primera B para conocer qué equipos iban a disputar el torneo de promoción junto a Badalona y Sabadell. Eso suponía tener que esperar hasta finales de enero. Y otra cuestión era el rango de oficialidad que podría tener esa propuesta Liga Catalana. A los equipos de Primera A no les convenía que hubiese ningún reconocimiento porque, no hay que olvidarlo, el Campeonato de Cataluña de Primera A estaba insertado en el sistema del Campeonato de España como un superregional y, en consecuencia, tenía estipulado su propio sistema de ascensos y descensos. Si esta Liga Catalana tuviese un mínimo de rango oficial podría provocar una modificación sustancial de los equipos con derecho a participar en el superregional llegado el momento en que se restableciese el sistema de competiciones de la Federación Española de Fútbol. Y tampoco se puede dejar de lado el interés político que respaldaba la propuesta de Ramón Eroles, la de organizar el fútbol catalán de manera separada e independiente del resto del fútbol español, y el que quería imponer Soler Damians, anulando la existencia del fútbol profesional en beneficio de un deporte más popular y libre de los vicios aburguesados que mermaban la salud física del pueblo.

Con estas dudas sobre la mesa, así empezaron las distintas reuniones en el seno de la Federación Catalana de Fútbol nada más acabado el Campeonato de Cataluña de Primera A62. Es posible que la propuesta de los clubs valencianos todavía estuviese resonando en el ambiente.

Los clubs de Primera Categoría «A» se reunieron anoche y, el jueves, lo harán los de la Primera «B».
Según se ha venido diciendo, la Federación de acuerdo con los clubs prepara la organización de una torneo que bajo el título de «Liga Catalana» reúna a los clubs de la Primera Catalana «A» con otros de la «B» en competición por puntos y a dos vueltas, a semejanza de los campeonatos nacionales de Liga que se jugaban anualmente. Para ello hubo anoche reunión de clubs en la Federación, asistiendo a ella lo delegados de los seis que forman la Primera Categoría “A”.
Del cambio de impresiones habido, no pudo sacarse nada en claro. Existiendo el propósito de que sean seis clubs de Primera Categoría A y cuatro de la Primera B los que formen el grupo que debe disputar el torneo, no se ve la posibilidad de que debiendo jugarse las promociones, el calendario de la temporada dé las fechas precisas para que no termine en agosto la promoción.
Por otra parte hay quien ha manifestado el parecer de que las promociones sean dejadas en suspenso por ahora teniendo en cuenta que suelen ser muy apasionantes y que en las circunstancias presentes parece lógico, después del campeonato, la organización de una competición amistosa.
Con el objeto de consultar a la Primera Categoría B, el Consejo Federativo ha decidido convocarla para el próximo jueves por la noche.

Como bien se podía entrever, los equipos de Primera A dejaban muy claro que esta Liga Catalana debía tener un carácter amistoso y atenerse al calendario que dejase libre el torneo de promoción, que sí tenía el carácter oficial ya que los dos primeros equipos clasificados de dicha liguilla jugarían en Primera A en la temporada 1937/38. Otra diferencia que apuntaban en la reunión era que solo serían diez equipos los participantes, porque los cuatro clasificados de Primera B entre el quinto y el octavo lugar tendrían que poner en juego sus plazas con los campeones de Segunda División Preferente. Por la línea que se mantuvo en la reunión todo indicaba que Ramón Eroles, el presidente incautador, no había asistido pues se hace difícil entender esa supuesta reducción de catorce a diez los equipos que habrían de disputar la Liga Catalana.

Dos días más tarde llegó el turno de los ocho equipos de Primera B para analizar la situación63:

Convocada por el Consejo Federativo tuvo efecto anoche en la Federación Catalana de Fútbol la anunciada reunión de los delegados representantes de los clubs de Primera Categoría B al objeto de tratar la próxima competición de Liga Catalana que se proyecta.
Asistieron a ella los delegados de los ocho clubs que forman la categoría B y presidió la reunión el consejero delegado señor Guardia, estudiándose en ella una proposición de la Primera Categoría A en el sentido de que jueguen el torneo los seis clubs de la referida categoría con los cuatro mejor clasificados de la B, o sea, un torneo a base de diez equipos.
La reunión fue larga y hubo discusiones en ella. Nos dijo a la salida el consejero señor Guardia que en contra de la proposición de la Primera Categoría se había decidido proponer que jueguen el torneo las dos categorías juntas, o sea, un conjunto de catorce clubs.
Para que no tengan que quedar en suspenso las promociones debido al número de fechas que un torneo de catorce clubs requiere, se ha dado con una fórmula que permitiría promocionar igualmente, sin que sufran merma alguna los clubs de la Preferente ni los de las Categorías A y B que han de jugarlas esta temporada.
Se tomó el acuerdo de convocar a la Primera Categoría A para una reunión a celebrar el lunes próximo en el local federativo, nombrándose una ponencia que forman los delegados Vidal y Miró del Júpiter y Sans respectivamente, para que expongan a los convocados los puntos en que se basa el referido proyecto.
Según nuestras referencias, la fórmula parece muy meditada y de interés para ambas categorías, sin perjuicio para las demás.

Como era de esperar la Primera B defendió sus intereses y trató de acercar posturas presentando una propuesta atractiva a la Primera A: catorce equipos en la Liga Catalana, teniendo en cuenta que los partidos entre los seis equipos que debiesen promocionar -Badalona, Sabadell y los cuatro mejores de Primera B- dentro de la competición contabilizarían a todos los efectos como partidos de promoción. De esta manera se respetaría la correlación del Campeonato de Cataluña con los superregionales del resto de España.

Así demostraban que la Liga Catalana no tendría ni reconocimiento ni repercusión en las competiciones oficiales de la Federación Española. No era una mala propuesta en ese sentido, sin embargo, no respondía a la otra liguilla de promoción pendiente: la que tendrían que jugar los cuatro peores equipos de Primera B con los mejores de la Segunda Preferente. Salvo que se les indultase de la disputa de ese torneo. Y, para no perjudicar a los de la división inferior, se ampliaría la Primera B a doce equipos, otorgando el ascenso directo a los cuatro mejores de la Segunda Preferente. Con ello se recuperaba la propuesta ampliacionista que había sido rechazada64 justo en los días anteriores a la asamblea federativa que se iba a celebrar el 18 de julio.

La respuesta de la Primera A no se hizo esperar y no se ajustó a lo que se preveía65:

Los clubs de la Primera B han propuesto a la categoría superior que al propio tiempo de jugar la Liga, los seis clubs afectados por la promoción a Primera Categoría puntúen aparte para promocionar jugándose en esta puntuación cuatro puestos de ascenso a la Categoría A que ha de ser ampliada a ocho clubs para la temporada próxima y en estos cuatro puestos de ascenso a la Categoría A que ha de ser ampliada a ocho clubs para la temporada próxima y en estos cuatro puestos de ascenso entran en juego el Badalona y el Sabadell que han resultado colistas del Campeonato.
En cambio en lo que afecta al descenso a la Preferente, los clubs de la Categoría B han sido egoistones, ofreciendo una generosa ampliación con un añadido de cuatro puestos más para ampliar el grupo con vistas a la temporada próxima, librándose del descenso invitando a los clubs de la Preferente a que entre sí, en un grupo de seis entre los mejor clasificados, eliminen por puntos a dos de ellos y pasen los cuatro vencedores a engrosar sus grupos.
Hubo reunión de la Primera Categoría A en la Federación y a ella asistieron las delegaciones de los seis clubs para enterarse de la fórmula que la ponencia, formada por los delegados Vidal y Miró, de la Primera B, tenía el encargo de exponerles. Los clubs del grupo cabeza del fútbol profesional catalán, después de estudiar la fórmula, aceptaron que jueguen la competición los catorce clubs, pero piden una igualdad de condiciones en el caso de promoción.
Entienden, muy lógicamente, que si los clubs de la Primera B no juegan la promoción con la Preferente, en la fórmula que estos presentan, también deben librarse de jugarla los de la Primera Categoría A y que tan sólo entre cuatro de la Primera B debiera imponerse la puntuación entre ellos para disputarse los dos puestos en que debe ser ampliada la Categoría superior.
En lo que respecta a este punto parece que es probable surja un acuerdo con la Categoría B en la próxima reunión.
También quedó acordado que se forme una Comisión de un delegado de cada categoría para que con el Consejo federativo vea de dar forma a las combinaciones del Torneo que, en interés de todas las categorías, quepa establecer para dar cuerpo al proyecto de establecimiento de las Ligas de Cataluña en proyecto.
La Primera Categoría designó ya a su delegado, designación que ha recaído en el compañero Casamitjana del CD Español.
Tan solo queda, en realidad, el punto “dulce” del asunto: aunar los intereses de todas las categorías y llevar adelante el Torneo que no parece mal discurrido.

La negativa de los equipos de Primera A se inspiraba en matices motivados por agravios comparativos. La Primera B funcionaba como bisagra de la competición propuesta y trataba de sacar el máximo provecho de su situación. Por eso la Primera A, que incluso estaba dispuesta a transigir con una posible ampliación del grupo a ocho participantes para la temporada 1937/3866, exigía que sus dos equipos, Badalona y Sabadell, quedasen liberados de la promoción, equiparándose de esta manera con los cuatro peor clasificados de la Primera B, que eran los directamente beneficiados por la ampliación. En esos momentos los que salían ganando, ya que no tenían prácticamente opciones para pelear por la promoción a Primera A, eran el Sans, que paradójicamente había liderado a los antiampliacionistas en julio, y el Horta.

Se devolvía la pelota a la Primera B que celebró una nueva reunión67:

Anoche hubo en la Federación Catalana reunión de los clubs de la Primera Categoría B para tratar de la proposición planteada por el Grupo A ante la posible organización a base de un Campeonato de Liga fundiendo las dos categorías en un grupo de catorce clubs.
Los delegados Vidal y Miró que formaban la ponencia que se encargó de entrevistarse con los clubs de la Primera Categoría A para exponerles la fórmula que permitiría establecer una promoción por puntos sin necesidad de jugar un torneo aparte y que hiciera posible la celebración de la Liga con un número tan crecido de participantes, expusieron a los clubs de la B, la modificación que los A estiman lógica para que ellos acepten el torneo en las condiciones que les ha sido propuesto.
La reunión resultó muy movida y no surgió el acuerdo contrariamente a lo que se esperaba. Algunos clubs de la Primera B no transigen con que el Sabadell y el Badalona dejen de promocionar y, en cambio, no quieren promocionar ellos para el descenso a la Preferente. En suma; por lo que afecta a la promoción de ascenso a la categoría superior no transigen a conceder un beneficio que ellos se aplican en cambio en lo que a su descenso al otro grupo por parte de los colistas les atañe.
Hubo incluso discrepancias entre los mismos ponentes que llevaron la representación de la Categoría en la reunión celebrada el lunes por los de la Primera A y delegados de clubs como el del Horta y algún otro, que se manifestaron intransigentes en no admitir promoción alguna con la Preferente abogando en cambio para la ampliación del Grupo al objeto de evitarla.
La reunión quedó pendiente de otra a celebrar en la semana próxima.
Por otra parte, nos consta que la Segunda Preferente no quiere transigir con que no se haga la promoción a que tienen derecho y se les vede el ascenso a la Primera B. Esta categoría se reunirá próximamente y de esa reunión es probable que dependa todo.
Por de pronto, podemos decir que lo de la Liga a base de catorce clubs puede darse casi por malogrado.

De todas estas reuniones se podía sacar varias conclusiones. La más importante era que la Federación Catalana de Fútbol iba a la deriva sin mando alguno y de ahí que los clubs mirasen exclusivamente por sus intereses dispuestos a no ceder en lo más mínimo. Todos buscaban la solución que más les pudiese convenir para salir al paso en la presente temporada y los clubs fuertes para no ceder en sus derechos para la siguiente, por si la guerra acababa decidiéndose a favor de la República, que era el sentimiento general todavía a finales de 1936.

Las exigencias de los equipos de la Segunda Preferente se amparaban en esa supuesta democratización en el fútbol que proponía Soler Damians, el comisario de Educación Física y Deporte.

Mientras se resolvía la futura competición, los equipos de Primera A retomaron su ronda de partidos amistosos para hacer taquillas. El Valencia visitó al Barcelona el 3 de enero. Con los jugadores volvía su presidente, José Rodríguez Tortajada. En la previa al partido en Las Corts el presidente valencianista comentó68:

-¿Y después de estos amistosos [con el Barcelona], qué hará el Valencia?

-No tenemos ninguna decisión tomada en firme, pero la tendremos que tomar en breve, porque la afición en toda nuestra región está en pleno auge y hay que organizar algo para no defraudarla en plena temporada.

-¡Lástima que se fuera al agua aquel proyecto de Liga Levantina-Catalana!

-Nos dolió aquella negativa tan rotunda del Español, por muchos motivos…

– El problema económico…

-Si fuese por eso, nosotros no tendríamos ningún inconveniente en jugar un torneo de diez estableciendo el reparto equitativo de las taquillas conjuntas y, así, ningún quebranto económico sufrirían los clubs catalanes. Además el torneo sería sumamente interesante porque, tanto el Hércules como el Gimnástico y Levante están en gran forma y con excelentes equipos.

– ¿Hay posibilidades de avenencia?

– Por nuestra parte, todo serán facilidades, para poner de relieve la fraternidad que debe existir entre los clubs de primera línea de los dos pueblos hermanos.

Y en el palco del estadio barcelonista se confirmó que el acuerdo podía producirse con cierta inminencia69:

Lo que interesaría por encima de todo es la organización de la Liga de Cataluña y Levante. Falta que se decida el Español.

-Por parte del Barcelona no hay ningún inconveniente en jugarla -dijo el señor Carbonell-.

-Lo malo son las cuotas de arbitraje -terció el señor Casals, encargado de asuntos administrativos del Barcelona-. Hoy es la primera vez que sale un árbitro de Las Corts sin cobrar el arbitraje. La culpa no es nuestra. Se ha presentado con un recibo de 160 pesetas, sin contar las de los linesmen. Eso no es justo. Con las taquillas que hacemos y la situación actual, no está bien que se descuelguen con un recibo así. Habrá que discutirlo en otro lugar.

Íbamos a despedirnos de los valencianos, pero el señor Rodríguez Tortajada no quiso despedirse todavía.

-No. Mañana en la Federación es posible que veamos. Yo no salgo de Barcelona hasta el miércoles. Confío todavía en que cuaje la Liga catalanovalenciana.

El 6 de enero El Mundo Deportivo publicó dos artículos que se contradecían en forma y en espíritu. En la misma primera columna de la portada, si bien por debajo del dedicado a la reunión con Rodríguez Tortajada, se da cuenta de lo lejos que estaban de la realidad los equipos más modestos.

Continúa latente el asunto de la Liga de Cataluña que se proyecta en la Federación Catalana de Fútbol y en la que, por sugerencia de la Primera Categoría B, se intentaba preparar fusionando los dos grupos de la Primera Categoría, estableciéndola en un total de catorce participantes.
Por de pronto, parece descartado lo de los catorce clubs debido a acuerdo tomado por los clubs de Segunda Preferente en su reunión celebrada el lunes.
Ya presumimos en nuestras informaciones que la Segunda Preferente no estaría conforme con la supresión de la promoción a la Primera Categoría que proponía la B para hacer posible la celebración del torneo a base de catorce clubs para el que hacían falta todas las fechas libres de la temporada hasta junio.
La Segunda Preferente tomó en su reunión el acuerdo unánime de pedir al Consejo de la Federación Catalana que se mantengan las promociones tal y cual se dejaron establecidas por acuerdo de los clubs y Federación al empezar la temporada que se viene jugando.
Tan solo una liga a base de diez participantes podría jugarse respetando las promociones de la Federación, velando por los intereses de la categoría, que puede resultar perjudicada en beneficio de otra, se verá obligada a mantener.
Anoche debió reunirse la Primera Categoría B, pero por falta de asistentes a la convocatoria, quedó aplazada la reunión hasta nueva orden.

Porque la noticia más importante, la que encabezaba la primera columna del periódico era otra:

Anoche y en el local de un club destacado de nuestra primera categoría tuvo efecto una reunión de los clubs, que forma el grupo A, con los representantes del Valencia FC que han venido a Barcelona, acompañando al club levantino en su reciente partido de Las Corts.
Según impresiones que pudimos recoger telefónicamente del camarada Rodríguez Tortajada, presidente del Valencia FC, el optimismo no abandona a los valencianos y siguen confiando en que el torneo llegará a organizarse.
Preguntado por teléfono, precisamente en el mismo sitio en que la reunión se estaba celebrando, Rodríguez Tortajada, puesto al habla nos dijo lo siguiente:
“Creemos que se llegará a un acuerdo. Falta dar una contestación que será cursada telegráficamente dentro de cuarenta y ocho horas. Los clubs están en principio con la organización del torneo”.
No pudo daros más detalles nuestro informador, porque la reunión continuaba y se había ausentado de ella para atendernos. Sin embargo, más tarde recogimos otras impresiones por fuente indirecta y de parte de clubs catalanes que confirmaron sus palabras.
Los clubs aceptaron jugar el torneo con los valencianos, pero pusieron por condición unas compensaciones económicas para los desplazamientos, compensaciones que deben cubrir los clubs valencianos.
Como sea que deben ser consultados por la representación valenciana, no habrá respuesta firme hasta dentro de unos días.
Así pues, las dificultades por parte de los clubs catalanes están salvadas si la cuestión económica se resuelve satisfactoriamente.

Al final los clubs catalanes expusieron sobre la mesa la palabra clave: dinero. Necesitaban de los equipos valencianos unas garantías que les hiciese rentable la participación en ese torneo ya que, al menos deportivamente, sí era más atractivo que la Liga Catalana que impulsaba Ramón Eroles. Y al dinero los valencianos estaban dispuestos a decir que sí, porque, al igual que los equipos catalanes, una vez finalizado el torneo superregional, solo les quedaba jugar esa Copa País Valenciano que cubriría diez fechas y luego los reiterados y tediosos encuentros benéficos que ya empezaban a ser cansinos para el público. El argumento más próximo favorable para un acuerdo había sido el amistoso Barcelona-Valencia que aparte de haber registrado una buena entrada en Las Corts, el nivel de los equipos satisfizo a todos. Fue la mejor presentación que podía tener la propuesta de Rodríguez Tortajada.

La cuestión estaba en el calendario que se había fijado en la Federación Catalana al comienzo efectivo de la temporada. En aquellos días los clubs de Primera A se negaron a aceptar la propuesta del presidente incautador, Ramón Eroles, y rechazaron la Liga Catalana alegando que lo reglamentario era disputar el Campeonato de Cataluña tal y como se había acordado. Y así se hizo, manteniéndose el campeonato reglamentado en todas las divisiones.

Y como también se había acordado, al finalizar el Campeonato de Cataluña tendrían lugar las promociones entre las distintas categorías que eran las siguientes:

Para Primera A: los dos últimos de Primera A, esto es Sabadell y Badalona, y los cuatro primeros de Primera B. Pasarían a 1ª A los cuatro primeros del torneo por ampliación a ocho equipos.

Para Primera B: Los cuatro últimos de Primera B y los 6 mejores de Segunda Categoría Preferente. Se clasificarían los cuatro primeros para Primera B.

Para Segunda Preferente: los 6 peores de Segunda Categoría Preferente y los ocho mejores de Segunda Ordinaria. Se clasificarían los 6 primeros.

La polémica estaba en que ahora había equipos, Sabadell y Badalona, que, al retomarse la idea de la Liga Catalana veían una oportunidad para eludir la promoción y la mejor forma de hacerlo era anularlas o, lo que era lo mismo, ignorar el trabajo que había realizado Juan Bautista Roca para salvar el Campeonato de Cataluña y el fútbol profesional a manos de Ramón Eroles. Roca dimitió y en su lugar llegó Jaime Güell que también era directivo de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya.

Llamaba la atención una vez más la inacción de Ramón Eroles o cómo lo ignoraban los clubs más fuertes. Que se reuniesen con Rodríguez Tortajada en la sede del FC Barcelona ya era de por sí un plante al presidente incautador que no encontraba la fórmula para hacerles aceptar su propuesta de una Liga Catalana con catorce equipos.

Había que ver qué iban a responder definitivamente los clubs de Primera B:

Contrariamente a lo que se suponía y en acuerdo con la precedente noticia, habrá torneos de promoción conforme a lo establecido por acuerdo de los propios clubs, ya que así les fue participado anoche a los delegados de la B en la reunión que al efecto se ha había convocado para el día de ayer.
El señor Guardia, representante de la Primera Categoría B en el Consejo Directivo, dio cuenta a los delegados del acuerdo tomado por la Segunda Preferente exigiendo que encima de todo fuesen respetadas las promociones, acuerdo que fue unánime por parte de dicha categoría en la reunión celebrada el lunes último. También les dio cuenta el señor Guardia de la nota que se ha cursado a todos los clubs en el día de ayer comunicándoles que para el día 31 deben estar dispuestos a jugar las promociones según lo establecido.
Por lo tanto, dijo el señor Guardia que no había lugar a preocupaciones porque de hecho quedaba descartado el torneo de Liga de Cataluña que tanto ha dado que hablar.
La realidad es que no habiendo hallado una forma razonable para aunar la promoción a la puntuación de la referida Liga, no habiendo querido los clubs de la B por exceso de egoísmo respetar los derechos de promoción de la Preferente buscando una solución armónica como la que se planteaba para la Promoción a la Categoría A, se ha perdido lastimosamente el tiempo y los cuatro clubs Barcelona, Español, Granollers y Gerona por un lado se han ido hacia Levante y el Consejo Federativo por la otra se ha dejado de fórmulas y se ha limitado a dar las disposiciones necesarias para que se jueguen las promociones según lo acordado por los propios clubs antes de empezar la temporada, cuando no se sabía cómo iban a quedar las clasificaciones del campeonato ni quiénes iban a ser los colistas, afectados por la promoción.
De la reunión de ayer que terminó en calma y que fue de muy corta duración, se desprende que habrá promociones al terminar los campeonatos que todavía se están resolviendo.

Estaba claro que los acuerdos unánimes eran más fáciles si con ellos no salía nadie beneficiado. Suprimir las promociones favorecía a los equipos peor clasificados, pero con las ampliaciones de las categorías, no se impedía el ascenso con lo que quedaba todo un poco más compensado.

También había que considerar que las promociones eran un torneo relativamente corto. Cubrían tan solo diez fechas lo que obligaría a buscar una nueva solución para marzo/abril lo suficientemente sólida como para convencer a todos y poder finalizar la temporada satisfactoriamente. Sucedía que al aceptar que se jugasen las promociones, la anhelada Liga Catalana se hacía inviable porque se quedaba sin fechas suficientes.

Como bien señalaba el texto de El Mundo Deportivo, los que ya habían adelantado su solución económicamente muy interesante eran los cuatro primeros de la Primera Categoría A.

(continúa)

61 Ante la negativa de algunos clubs de fútbol catalanes a la propuesta hecha por los equipos valencianos para jugar una Liga entre Valencia y Cataluña, se proyecta un torneo que se denominará “Copa País Valenciano”, en el que tomarán parte los clubs Valencia, Levante, Gimnástico, Hércules y Castellón. Publicado en La Correspondencia de Valencia, 18 de diciembre de 1936.

62 Publicado en El Mundo Deportivo, 23 de diciembre de 1936.

63 Publicado en El Mundo Deportivo, 25 de diciembre de 1936.

64 Publicado en El Mundo Deportivo, 15 de julio de 1936.

65 Publicado en El Mundo Deportivo, 30 de diciembre de 1936.

66 La aceptación de la ampliación de Primera A de seis a ocho equipos estaba favorecida por el hecho de que al completarse la jornada décima de Primera B, eran cuatro equipos de Barcelona los que figuraban entre los seis primeros: Martinenc y Vich, con 13 puntos; Tarrasa, 12; Júpiter y Europa, 11; y Sant Andreu, 10.

67 Publicado en El Mundo Deportivo, 31 de diciembre de 1936.

68 Publicado en El Mundo Deportivo, 3 de enero de 1937.

69 Publicado en El Mundo Deportivo, 4 de enero de 1937.

70 Publicado en El Mundo Deportivo, 9 de enero de 1937.

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