España campeona del VII Torneo Juvenil de la FIFA (1954)
De Félix MartialayLa Historia tiene la ventaja de que cada uno de sus episodios tiene un principio y un final, pero no siempre son claramente mostrados. Para llegar a coger el hilo de cada uno de sus compartimentos -no siempre estancos- es menester una labor de rastreo en el que fácilmente se pierden el precipitado y el poco minucioso. A veces es la ganga la que hace perder el hilo del filón. En ocasiones, el prejuicio del rastreador. Finalmente, lo intrincado de muchos laberintos que llevan a interminables salidas falsas. Por ello, en no pocos estudios parece prolijidad lo que es simple remontar trabajosamente la corriente hasta llegar al manantial. Lo ocurrido con ocasión de la Copa del Mundo Sub 20 de 1999 sembró de confusión a muchos comentaristas y promovió no poco desconcierto en unos jugadores que se creían en posesión de tal título conseguido en 1954. Las fuentes para esclarecer tal confusión estaban a cuarenta y cinco años de distancia. O un poco más lejos, como se va a ver…
En efecto, hay que retroceder hasta principios del año 1948. Las naciones europeas con una organización futbolística avanzada -lo que no implica que luego su nivel de juego fuera igualmente avanzado– albergaban en su fútbol juvenil un caudal que no tenía salida al mar internacional. Se cerraba en sí mismo en cada país. Fue el señor Louis Pelletier, presidente de la Comisión Central de Fútbol Juvenil de la Federación Francesa quien tuvo la idea de la expansión internacional de los Juniors; entendido este concepto con una cierta amplitud, ya que no tenía un límite muy definido. Teóricamente se terminaba en los 18 años, pero en la realidad se admitían chicos que tuvieran 19, pero que no hubieran dado el salto al fútbol de competición profesional. El señor Pelletier fue a Londres a proponer su idea al secretario general de la FIFA, señor Stanley Rous. La propuesta fue tan bien recibida que ese mismo año, al final de los torneos oficiales, se jugó, con carácter oficial el «I Torneo Internacional de Juveniles de la FIFA”. Su periodicidad quedó fijada en un año y el primero se jugó en Inglaterra, del 15 al 17 de mayo de ese 1948 con notable afluencia de público.
No hay quinto malo
Para entrar en el V Torneo Internacional Juvenil hay que hacer una nueva remontada en el tiempo. Porque en España el fútbol juvenil existente estaba regido por el Frente de Juventudes. Naturalmente desde que la FIFA había empezado sus Torneos Juveniles, la Federación Española había solicitado de la Delegación Nacional de Deportes la transferencia de tal cometido. En la Asamblea de 22 de julio de 1950, el general Moscardó comunicó la concesión de tal petición para los muchachos de 15 a 18 años que fueran reclamados por los clubes que tuvieran u organizaran equipos juveniles; el resto, para no dejar a los chicos sin su deporte favorito, continuó adscrito a equipos de dicha organización juvenil. Recibió la concesión D. Armando Muñoz Calero cuya dimisión como presidente de la RFEF se produjo días después. Así que fue D. Manuel Valdés Larrañaga quien puso en pie un Comité de Fútbol Juvenil.
A la temporada siguiente, esto es la 1951-52, ya estaba en marcha el fútbol juvenil de clubs y por ende la posibilidad de entrar en la competición internacional.
Se solicitó de la FIFA la organización del V Torneo Internacional de Juveniles y hubo la suerte o la habilidad de que fuera otorgada tal petición. No sería muy ajeno a tal éxito el señor Muñoz Calero que se había integrado en el comité de la FIFA… La Federación Española había pasado a ser encabezada por D. Sancho Dávila (31 – 7 – 1952). El lugar designado fue Barcelona y la fecha del 13 al 17 de abril de ese 1952. Se nombró seleccionador nacional de la categoría al otrora famoso portero del Barcelona Ramón Llorens, a la sazón seleccionador de juveniles del Barcelona, con el asesoramiento del periodista barcelonés y miembro de la Junta de la Federación D. José L. Lasplazas, como encargado del Comité de Fútbol Aficionado y Juvenil de la RFEF, y del ex futbolista del Atlético de Madrid Ramón Colón, que en aquellos momentos preparaba a los juveniles de los rojiblancos que se habían proclamado campeones de España de la categoría.
Cada Federación Regional dio una lista de jugadores seleccionables y el seleccionador eligió a los siguientes:
Porteros: Pegenaute (Fed. Catalana) y García Montes (Fed. Castellana). Defensas: Lecea (Fed. Navarra), Campa (Fed. Castellana), Cadena (Fed. Catalana), Ventura (Fed. Vizcaína), y Jarque (Fed. Catalana). Medios: Maguregui (Fed. Vizcaína), Leal (Fed. Andaluza), Sardiña Flores (Fed. Extremeña), Uría (Fed. Vizcaína) y Esparza (Fed. Navarra). Delanteros: Basora II (Fed. Catalana), Zamora (Fed. Catalana), Duró (Fed. Catalana), Roth (Fed. Castellana) Cáceres (Fed. Castellana), Collar (Fed. Castellana), Torres (Fed. Asturiana) y Artiach (Fed. Vizcaína).
Participaron seis selecciones, incluida la española. Quedaron exentos de los cuartos de final España, por ser el país organizador, y Bélgica, por sorteo.
El equipo español quedó concentrado en Vallvidrera y luego alojado en el Hotel España de Barcelona.
El esquema del torneo quedó así:
Cuartos de final: Inglaterra 4-0 Suiza y Austria 2-2 Francia.
Semifinales: Inglaterra 1-4 España y Austria 2-2 Bélgica.
Final: España 0-0 Bélgica (España vence por goal average general)
Los empates de cuartos de final y semifinales se resolvieron por sorteo. Para el tercer puesto dirimieron Austria e Inglaterra (5-5), resolviéndose a favor de Austria por “goal average”.
Se hace necesario dar la ficha de los partidos jugados por España.
España – Inglaterra = 4-1
Fecha: 15-IV-1952 Campo: Les Corts Árbitro: Balcells (España)
ESPAÑA: Pegenaute; Jarque, Campa, Ventura; Maguregui, Uría; Basora II, Duró, Roth, Cáceres, Collar.
INGLATERRA: Hewitt; Atkins, Laurel, Spencer; Abrahams, Clarke; Tomlinson, Parry, Tait, Haynes, Burbeck.
Goleadores: 1-0: Basora II (10’); 2-0: Abraham (p.p.; 23′); 2-1: Tait (26’); 3-1: Duró (38’); 4-1: Collar (81’).
España – Bélgica = 0-0
Fecha: 17-IV-1952 Campo: Sarrià Árbitro: Azón (España)
ESPAÑA: Pegenaute; Jarque, Campa, Ventura; Maguregui , Uría; Basora II, Duró, Roth, Cáceres, Collar.
BÉLGICA: Van der Meirsch; Culot, De Vogelaere, Van Laenen; Somers, Demeyer; De Bondt, Van de Wiele, De Wael, D’Herde, Wanters.
Junto a los campos del Barcelona y el Español se utilizó el de la España Industrial.
Los jugadores españoles campeones de Europa de la categoría fueron:
cuatro del Barcelona: Pegenaute, Jarque, Basora II y Duró.
dos del Atlético de Bilbao: Maguregui y Uría.
dos del Atlético de Madrid: Cáceres y Collar Dos del Madrid: Campa y Roth
uno del Guecho: Ventura.
El éxito había sido total. Era la primera vez que los juveniles españoles competían con otras selecciones nacionales y se habían alzado con el triunfo ante dos equipos de la veteranía de ingleses y belgas; veteranía y clase. El título de Campeón de Europa Juvenil no fue excesivamente celebrado en España. No es que no hubiera el justo y adecuado júbilo; lo que ocurrió fue, sencillamente, que no se unió el título de campeón del V Torneo Internacional de Juveniles de la FIFA con el correspondiente al de Europa. Todavía el fútbol europeo – y más el español – no se había acostumbrado a esos torneos continentales que aparejaban el correspondiente título. También es verdad que la FIFA no había dado pie a que tales títulos se identificaran. Ni la Prensa, a la que estas minucias pillaron a contrapié; se limitó a informar, eso sí y cumplidamente, pero sin sacar consecuencias.
Semifinalistas en 1953
Se hizo uso del título a la temporada siguiente. Al menos así lo anunció la prensa española: «España va a Bélgica a defender su título de Campeón de Europa”.
El presidente señor Dávila había estructurado los Comités de Fútbol Aficionado y Juvenil. El primero lo presidia el señor Lasplazas y las vocalías eran desempeñadas por los señores Melcón, Aguila e Higelmo con representaciones del Frente de Juventudes (Eloy González Simeoni), Sindicato Español Universitario (Dr. Luis Teigell) y de Educación y Descanso (Luis Aguilar Sanabria).
El Comité de Fútbol Juvenil quedó formado así:
Presidente: D. Miguel Moscardó Guzmán, Vocales: D. Alejandro Higelmo Martín, D. Luis Aguilar Sanabria, D. Ramón Melcón Bartolomé, D. Eloy González Simeoni, D. Juan Ramiro de Carranza, D. Jaime San Román de la Fuente y D. José Ramón Santamarina.
Para acudir a Bélgica, del 31 de marzo al 6 de abril de ese 1953, se nombró seleccionador de la categoría al ex internacional del Atlético-Aviación Club, de Madrid Ramón Gabilondo, quedando Llorens como entrenador de campo. A ello se añadió uno de los masajistas de más campanillas de España, Rafa Greño, del Atlético de Madrid y de la Selección absoluta de España.
Los jugadores elegidos para el desplazamiento fueron:
Porteros: Fonoll (Fed. Catalana) y Rojas (Fed. Castellana).
Defensas: Donato (Fed. Catalana), Olivella (Fed. Catalana), Ventura (Fed. Vizcaína) y Zuazo (Fed. Navarra)
Medios: Ascón (Fed. Catalana) y Galitó (Fed. Catalana).
Delanteros: Bilbao (Fed, Vizcaína), Uría (Fed. Vizcaína), Merodio (Fed. Vizcaína), Onaindía (Fed. Vizcaína), Parés (Fed. Catalana), Albistegui (Fed. Guipuzcoana), Cendán (Fed. Oeste) y Poyán (Fed. Castellana).
Participaron 16 selecciones y la clasificación total fue: 1o: HUNGRÍA; 2o: Yugoslavia; 3o: Turquía; 4o: ESPAÑA; 5o: Inglaterra; 6o: República de Irlanda; 7o: Luxemburgo; 8o: Alemania; 9o: Argentina (invitada); 10°: Países Bajos; 11°: Bélgica; 12°: Francia; 13°: Suiza; 14°: Sarre; 15°: Irlanda del Norte; 16°: Austria.
En breve hay que dar cuenta de los partidos de la Selección española:
Sarre – España = 0-5
31 -V-1953 Campo: Racing de Malinas
ESPAÑA: Fonoll; Zuazo, Donato, Olivella; Ascón, Galltó; Cerdán, Albistegui, Poyán, Merodio, Onaindla.
Goleadores: 0-1: Poyán; 0-2: Poyán; 0-3: Poyán; 0-4: Ascón; o~5: Poyán.
Alemania – España = 1-5
Fecha: 2 – IV-1953
Campo: Estadio Beerchoot de Amberes
ESPAÑA: Fonoll; Bilbao, Albistegui, Olivella; Ascón Galltó; Cerdán, Parés, Poyán, Merodio, Onaindía.
Goleadores:0-1: Onaindla; 0-2: Parés; 0-3: Poyán; 0-4: Onaindía; 1-4: Mulk; 1-5: Ascón.
Yugoslavia – España = 3-1
Fecha: 6 -IV -1953 Campo: Municipal de Verviers
ESPAÑA: Fonoll; Bilbao, Albistegui, Olivella; Ascón, Galitó; Cerdán, Parés, Poyán, Merodio, Onaindía.
Goleadores: Todos los tantos se marcaron en la prórroga. Cerdán hizo el gol español.
Turquía – España = 3-2
Fecha: 6-IV-1953
Campo: Estadio Heysel de Bruselas.
ESPAÑA: Fonoll; Bilbao, Albistegui, Olivella; Ascón, Galitó (Uría; 17’); Cerdán, Parés, Poyán, Merodio, Onaindía.
Goleadores: 1-0: Erol; 1-1: Merodio; 2-1: Fikri; 3-1: Coskln; 3-2: Poyán.
No fue mala la clasificación. El cuarto puesto de Europa quizá pudo decepcionar a quienes pensaran que el título de 1952 iba a ser eterno, pero quienes estaban trabajando en el fútbol juvenil venían muy satisfechos. No olvidaban que habían participado 16 naciones y que el fútbol juvenil de Selección era muy joven en España.
Por cierto, la participación de Argentina fue la disculpa que hizo escribir a los periodistas húngaros que su país se había proclamado campeón del mundo de la categoría. Conclusión bien extraña habida cuenta que la convocatoria era, como las anteriores, de Torneo Internacional de la FIFA; pero el Este europeo, en plena guerra fría, estaba ansioso por apuntarse triunfos… Y lo hizo. Era demasiado triunfalismo cuando sin desbocar la realidad podían presumir de un fútbol de enorme calidad, principalmente Hungría y Yugoslavia. Sus periódicos airearon el título mundial que nadie les había otorgado. Ahí comienza el precedente.
El famoso VII Torneo Internacional de Juveniles de la FIFA
Muchas cosas iban a suceder en esa temporada 1953-54 que con tanta ilusión se había empezado. Por vez primera España había sido calificada como «cabeza de serie” en una Copa del Mundo, el que iba a rendir viaje en Suiza.
Pero el 17 de marzo de 1954 todo iba a caer con estrépito. La modesta Selección de Turquía dejaba fuera de la competición a España, con un desgraciado partido de desempate en Roma. Luego vino esa tremenda anécdota del “bambino” que sacó el papel de una copa deportiva en el que estaba escrito el nombre de Turquía, Superpuesto sobre ello, el turbio asunto del telegrama fantasma que indicaba, falsamente, que Kubala no podía ser alineado en tal encuentro. ¡Cuando ya había jugado el anterior…!
Hubo terremoto en el fútbol español. D. Sancho Dávila presentó la dimisión tras ese fracaso tan importante. Fue admitida por el general Moscardó y el día 25 quedaba formado el nuevo Comité directivo de la casa de Alberto Bosch:
Presidente: D. Juan Touzón Jurjo Vicepresidente: D. José Luis del Valle Iturriaga Tesorero: D. Luis Corrales Ferrás. Vocales: D. Cesáreo Galíndez Sánchez, D. Fernando Gómez Rubiera, D. Pablo Hernández Coronado, D. Emilio Jiménez Millas, D. Benito Onraita y D. Juan Antonio Samaranch Torelló.
Naturalmente el seleccionador, señor Iribarren, también entró en aquella dimisión colectiva. La polémica fue enorme, no por la desaparición del señor Iribarren sino por el nombre del sustituto. Habla unos objetivos inmediatos para las Selecciones menores, no para la absoluta. Para esos menesteres urgentes se nombró al antiguo árbitro D. Ramón Melcón Bartolomé, quien tenía ante sí el Vil Torneo Internacional Juvenil de la FIFA e inmediatamente el debut en la I Copa del Mediterráneo, para selecciones B, que había empezado a comienzos de esa temporada. El enemigo era Francia y había que jugar en Bayona.
El comité federativo de juveniles no había sido modificado. La representación del mismo en este viaje estuvo formada por los señores González Simeoni, Ramón Santamarina y Ramiro de Carranza, acompañados por el veterano D. Salvador Díaz, a la sazón funcionario de la RFEF y con una dilatadísima trayectoria en el fútbol español, desde periodista de enorme prestigio hasta presidente de la Federación Guipuzcoana desde su fundación; desgraciadamente en aquellos momentos sólo era conocido como hermano de D. Benito Díaz, el popular «Tío Benito» que había sido figura estelar en la Copa del Mundo de 1950 de Brasil.
El señor Melcón designó a los siguientes jugadores:
Porteros: Sierra (Zaragoza) y Joanet (Español de Barcelona)
Defensas: Olivella (Barcelona), Simó (Barcelona), Arrióla (Plus Ultra de Madrid), Maraver (Sevilla), y Careaga (Atlético de Deusto).
Medios: Botana (Deportivo de La Coruña), Muñoz (Sabadell) y Echeverría (Deportivo Guecho).
Delanteros: Vega (Granollers), Allende (Barcelona), Cela (D. Universitario de Barcelona), Martín (Plus Ultra), Polo (Madrid), Álvarez (Sevilla), Erdocia (Juventus OAR de Vizcaya) y Arberas (Andoaindarra de Andoain).
El torneo, habida cuenta que se habían inscrito 18 selecciones, se jugó según el sistema empleado en la IV Copa del Mundo de Brasil: cuatro grupos que proporcionarían los cuatro semifinalistas. Huelga decir, o mejor dicho, hay que subrayar que el torneo se iba a desarrollar con el lema de “campeonato del mundo». En primer lugar porque los húngaros llevaban puesta tal aureola desde su llegaba; en segundo término porque la prensa alemana – prensa fronteriza entre el Este y el Oeste, no se olvide – desde el primer momento entró en tal juego, ya para darse una importancia pareja a la de los húngaros, ya para potenciar su propio relieve. Lo cierto es que la FIFA, distante en Zúrich, guardaba silencio. Ya era suficientemente explícito el título del Torneo para que tuviera que estar entrando en tales especulaciones periodístico-políticas.
Las semifinales se disputaron entre Alemania Federal 2-1 Turquía y España 1-0 Argentina. La final entre Alemania y España concluyó 2-2, y con arreglo al reglamento del Torneo y jugada la prórroga sin que se deshiciera el empate, la Selección Española fue proclamada campeona. Campeona del VIl Torneo Internacional Juvenil de la FIFA.
Con arreglo a la precedente clasificación y estos resultados, quedó establecido así el orden clasificatorio: 1o: ESPAÑA; 2o: Alemania Federal; 3o: Argentina (invitada); 4o: Turquía; 5o: Hungría; 6o: Yugoslavia; 7o: Alemania Oriental; 8o: Bélgica; 9o: Luxemburgo; 10°: Países Bajos; 11°: Portugal; 12°: Inglaterra; 13°: Sarre; 14°: Francia; 15°: Austria; 16°: Italia; 17°: República de Irlanda ; 18°: Suiza y 19°: Irlanda del Norte
Pero el gran despliegue periodístico sobre el «campeonato del mundo», sobre la final del «campeonato del mundo», sobre la posibilidad de que Alemania Federal se alzara con el título «mundial» dejó la sensación en todos los participantes de la ronda final que lo que allí se dirimía, por mor de la presencia en la misma del equipo argentino – no europeo, pero, ojo, sí integrante de la FIFA, como todos los demás participantes- era el título mundial.
La Selección Española dio la vuelta de honor con el capitán Olivella llevando la copa que acababa de entregarle el señor Lotzy, miembro del Comité ejecutivo de la FIFA y delegado oficial de la misma en Alemania. Y a los integrantes del equipo se les hizo entrega de las medallas de oro en las que claramente se indicaba, en su reverso, igual que lo grabado en la copa recibida, “VIl Campeonato Júnior de la FIFA – Deutschland 1954″.
No es menester decir que tanto los periodistas españoles como los federativos allí presentes quedaron intoxicados por el ambiente general que dominaba en la Alemania futbolística y en el resto de los participantes. Todos los periódicos de Europa proclamaron el título mundial de España. No es pues de extrañar que federativos y jugadores creyeran – y a lo que se ve algunos siguen creyendo con toda su buena fe, que eran los campeones del mundo. Constancia que recibió la RFEF y sus jerarquías. La prensa española asumió tal entidad desde el principio del torneo, por lo que no resulta chocante que sus portadas echaran incienso sobre tal gesta.
El resto forma ya parte de esa lógica euforia por un título que todos reconocían. Todos, menos la entidad organizadora del mismo. Posiblemente la FIFA pensó que estaba bien claro, desde la primera edición del torneo, que éste no tenía más dimensiones que las establecidas: un torneo internacional juvenil. Ni título europeo – que lógicamente nadie aireó cuando lo obtuvo España en 1952 – ni título mundial por el hecho de la presencia de una selección suramericana. Pero…
El presidente de la Real Federación, señor Touzón, no iba a ser quien pusiera puertas al campo. Asumió todo lo que le presentaba la Europa futbolística en bandeja y obró en consecuencia: recibió con todos los honores a los campeones, que habían sido recibidos en la estación madrileña por una multitud de entusiasmados aficionados y el propio delegado nacional de Educación Física y Deportes, general Moscardó, estuvo presente en tal apoteósica bienvenida. El resto entra ya en los anales de la lógica protocolaria. Incluso se llegó al recibimiento en El Pardo por parte del Jefe del Estado de los componentes de la expedición, a los que hizo entrega de un reloj de oro.
Y pese a la atmósfera política que envolvía a la Europa de 1954, nadie protestó. No hubo reclamaciones de ninguna Federación Europea. Ni siquiera de aquellas que podían haber intentado rebajar el triunfo que exhibía el fútbol español. Desde más allá del churchilliano Telón de Acero no surgió ninguna voz que aguara los fastos hispanos ¿Cómo iban a hacerlo si con ello hubieran invalidado el proclamado título mundial del Torneo anterior tan orgullosamente exhibido y celebrado en 1953 por Hungría? En el fútbol español se siguió el precedente húngaro sin propasar ninguno de los límites establecidos por los magiares. Y, naturalmente, la FIFA que no había hecho ninguna observación a los húngaros, tampoco se sintió obligada a puntualizar lo que, por otra parte, estaba tan claro. Como además la UEFA estaba a punto de dar sus primeros vagidos, desde Zúrich descargaron todas sus competencias europeas en el nuevo organismo. La FIFA dio carpetazo a ese torneo que tan benéficamente había potenciado el fútbol juvenil europeo y entregó los trastos de matar a la UEFA. A partir de ese momento comenzaban otros torneos, otras competiciones y, sobre todo, otros títulos. Tanto por parte de la UEFA como de la propia FIFA, quien lógicamente no contabilizó sus pasadas actividades en esas páginas en blanco de títulos europeos y mundiales que iban a marcar el futuro con unas categorías perfectamente delimitadas.
Todo ese fragor político y periodístico no debe hacer olvidar la auténtica gesta de la Selección y sus hombres. La breve relación de los partidos jugados en Alemania marca el último párrafo de la clarificación de un equívoco al que había que poner sus justos límites. Incluso para dar satisfacción a quienes, a casi medio siglo de aquello, se han creído menospreciados a la hora de celebrar la primera gran ocasión en la que la Selección Española ha obtenido un auténtico título mundial, en Nigeria.
Fase previa:
Yugoslavia – España = 0-2
Fecha: 11 – IV- 1954 Lugar: Düsseldorf Campo: Remsteid Árbitro: Fücker (Alemania)
ESPAÑA: Sierra; Simó, Maraver (Arrióla; 30’), Olivella (capitán); Muñoz, Botana; Vega, Echeverría, Cela, Allende, Polo.
YUGOSLAVIA: Superina; Basic, Miljovic, Martico; Stanskovic, Ognjanovic; Jovanovic, Mestanck, Belic, Mihajlovic, Dzajic.
Goleadores: 0-1: Echeverría (34′); 0-2: Cela ( ¿; 2o tiempo).
República de Irlanda – España = 1-3
Fecha: 13-IV-1954 Lugar: Duisberg Campo: Hamborn Árbitro: Háckel (Alemania)
ESPAÑA: Sierra; Simó, Olivella (capitán), Arrióla; Muñoz, Botana; Vega, Martín, Cela, Allende, Polo.
R. IRLANDA: Dalton; Brennan, Wade, Rice; Dougan, Roche; Nogent, Me Bowen, Carey, Casey, Haverty.
Goleadores: 0-1: Vega (22’); 0-2; Polo (25’); 0-2: Martín (40’): 1-3: Brennan (61’).
Portugal – España = 0-6
Fecha: 14-IV-1954 Lugar: Duisberg Campo: Bochum Árbitro: Real (Alemania)
ESPAÑA: Joanet; Careaga, Simó, Arrióla; Muñoz (capitón), Arberas (Botana; 40′); Álvarez, Martín, Cela, Erdocia, Polo.
PORTUGAL: Roldas; Tito, Palma, Amorin; Helder, Martinho; Meiro, Ferreira, Isidro, Ignacio, Angeja.
Goleadores: 0-1: Álvarez (19’); 0-2: Cela (39’); 0-3: Cela (56’); 0-4: Polo (58’); 0-5: Polo (62’); 0-6: Cela (66′).
Semifinales
Argentina – España = 0-1
Fecha: 17-IV-1954 Lugar: Duisberg Campo: Zoo de Wuppertal Árbitro: Sievert (Alemania)
ESPAÑA: Joanet; Simó, Olivella (capitán), Arrióla; Muñoz, Botana; Álvarez, Martín, Cela, Allende (Echeverría; 38’), Polo.
ARGENTINA: Capasso; Browell, Nuin, Malasso; Galocha, Ginós; Puppo, Molina, Lojácono, Menéndez, Yudica.
Goleadores: 0-1: Cela (11’).
Final
Alemania Federal – España = 2-2
Fecha: 19-IV-1954 Lugar: Colonia Campo: Estadio de Colonia Árbitro: Skipper (Países Bajos)
ESPAÑA: Joanet; Simó, Olivella (capitán), Arriola; Muñoz, Botana; Álvarez, Martín, Cela, Allende, Polo.
ALEMANIA: Eglin; Hoffmann, Jager, Schmidt; Mecke, Nuber; Wagner, Habig, U. Seeler, Muhl, Simmer.
Goleadores: 1-0: Seeler (11´); 2-0: Seeler (26’); 2-1: Cela (31’); 2-2: Álvarez (50’).
LOS HÉROES
No hay que pasar por alto la descripción somera de quiénes eran los campeones.
- Joanet: Benito Joanet Jiménez, nacido en Esplugas de Llobregat (Barcelona) el 1-9-1935.
- Sierra: Félix Sierra Crespo, nacido en Montañana (Huesca) el 20-11-1935.
- Simó: Jaime Simó Piñol, nacido en Puigvert (Lérida) el 9-9-1935.
- Olivella: Fernando Olivella Pons, nacido en Pueblo Seco (Barcelona) el 22-6-1936.
- Arriola: José Luis Arriola González, nacido en Madrid el 22-3-1936.
- Maraver: Juan Maraver López, nacido en Bollullos del Condado (Huelva) el 11-4-1936.
- Careaga: Jesús Careaga Zárraga, nacido en Erandio (Vizcaya) el 8-11-1935.
- Muñoz: Luis Muñoz Grau, nacido en Sabadell (Barcelona) el 10-11-1935.
- Botana: Carlos Álvarez Botana, nacido en La Coruña el 17-2-1936.
- Echeverría: Jorge Echeverría Igartua, nacido en Asúa (Vizcaya) el 28-10-1935.
- Álvarez: Emilio Álvarez Sánchez, nacido en Sevilla el 15-6-1936.
- Martín: José Antonio Martín Martín, nacido en Pozuelo de Alarcón (Madrid) el 4-10-1935.
- Cela: Carlos Santiago Cela Pereira, nacido en Vigo el 4-11-1936.
- Allende: Juan Allende Ondiz, nacido en Bilbao el 19-2-1936.
- Polo: Vicente Polo San Martín, nacido en Madrid el 6-10-1935.
- Vega: Jaime Vega Brull, nacido en Granollers (Barcelona) el 2-12-1936.
- Erdocia: Francisco J. Erdocia Landa, nacido en Lequeitio (Vizcaya) el 25-11-1935.
- Arberas: Ignacio Arberas Aranguren, nacido en Andoain (Guipúzcoa) el 29-7-1935.
Como puede apreciarse el límite de edad no era llevado muy a rajatabla; los había de 18 y 19 años, pero ninguno de ellos estaba inmerso en el fútbol profesional. Sería muy prolijo el pormenorizar la trayectoria deportiva de todos ellos. Baste decir que nueve de ellos llegaron a jugar en Primera División, lo cual da un porcentaje del 50% los que llegaron a lo más alto. ¡Ojalá hoy se pudiera tener ese porcentaje…! La gran estrella del equipo fue Olivella y huelga decir que llegó a ser el capitán del Barcelona y de la Selección Española absoluta. Lo dicho, la gran estrella. Estuvieron también en Primera División: Joanet (Deportivo de La Coruña), Álvarez (Sevilla), Erdocia (Deportivo Alavés), Cela (Español de Barcelona), Botana (Deportivo de La Coruña), Simó (Condal y Sporting de Gijón), Maraver (Sevilla y Celta de Vigo) y Muñoz (Español de Barcelona, Deportivo de La Coruña y Sabadell). Todo ello sin menosprecio de los demás, pues algunos de ellos jugaron en grandes clubs, pero no en los momentos en que estos estuvieron en Primera; por ejemplo, el caso del guardameta Sierra que defendió el marco del Zaragoza con notable éxito.
Al día siguiente la prensa deportiva alemana eligió el “once ideal” del torneo, que llamó el mejor equipo del mundo, sin darse cuenta de que el mejor del mundo había sido el vencedor del torneo. Pero valga la designación…:
Capasso (Argentina); Hoffmann (Alemania Federal), Palma (Portugal), Arriola (España); Campbell (Inglaterra), Topoyann (Turquía); Álvarez (España), Karacsonvyi (Hungría), Uwe. Seeler (Alemania Federal), Martín (España), Kariko (Hungría).
Eso fue todo. El resto, literatura…