¿Por qué al Real Madrid se le llama “merengue”?
De Luis Javier Bravo MayorEs conocido que al Real Madrid se le llama “merengue” desde hace mucho tiempo, aunque nadie ha sabido decir desde cuándo. Hay algunas informaciones que afirman que fue el periodista Matías Prats Cañete el que popularizó dicho sobrenombre. Dicen “popularizó”, no que lo inventara.
Del mismo modo hay una leyenda que dice que al club blanco se le conoce por este apodo dado que su uniforme, blanco inmaculado hasta la llegada de las firmas comerciales de ropa al fútbol español, eran similares en color a un postre muy popular en tiempos pretéritos en la capital de España.
Veremos que hay de cierto en lo conocido hasta el momento.
La primera ocasión que he logrado encontrar que a alguien del club madrileño se le denomine merengue es el 29 de abril de 1920, cuando Madrid-Sport, en la página 8, citaba a Pablo Hernández (Coronado), como el único “merengue” que dio vida al equipo en un amistoso disputado frente al Athletic de Madrid a beneficio de la Federación Castellana de Atletismo.
El diario La Libertad, de Madrid, el 16 de noviembre de 1920, coloca en la página 6 la crónica del partido que enfrentó al Real Madrid con la Real Sociedad Gimnástica Española, siendo la primera vez que he encontrado que al equipo se le denomina “merengue”, en lugar de Real Madrid, “blancos” o similar.
Al margen de estas dos noticias, donde bien al equipo, bien a un jugador, se les denomina “merengues” relacionándolos con el Real Madrid, años antes ya se conocía al club en términos parecidos al apelativo “merengue”. Fue el nacimiento del sobrenombre.
Según Heraldo de Madrid, en la crónica del partido entre Madrid y Athletic que daba a los madridistas el título de campeón regional, el 21 de febrero de 1916, dice en su página 4:
Es decir, no es algo premeditado o estudiado, es algo que sale de los aficionados, de origen popular y anónimo.
Esta y no otra, mientras no aparezca una nueva cita anterior cronológicamente hablando, es la primera ocasión que al Madrid FC (Real Madrid CF en la actualidad) se le relaciona con la palabra “merengue”. Y como podemos observar, 7 años largos antes de la aparición de la primera emisora de radio española, cuando don Matías Prats Cañete, al que algunos consideran que popularizó el mote, este señor contaba con la friolera de 2 años, 2 meses y 17 días de vida.
Para confirmar esta realidad que indica que el motivo del apodo es por la manera de jugar y no por la similitud del uniforme con los dulces capitalinos viene desde la Ciudad Condal un apunte de una crónica publicada el 13 de marzo de 1916 en Mundo Deportivo. En la página 8, aprovechando la visita del Madrid FC a Barcelona para la disputa de dos encuentros amistosos frente al FC Barcelona, la publicación deportiva barcelonesa incluyó una crónica escrita por un enviado local del diario en la que comenta, refiriéndose al juego del Madrid: “Su combinación fue perfecta, jugando todos con el afán bien palpable de hacer un buen papel y cuando de una corrección tan exquisita que han merecido en Madrid, donde tan aficionados son a ponerle a todo motes, el alias “Merengue Club”.
En 1922, concretamente en el número del 6 de abril, en la página 6 de Madrid-Sport, con motivo del enfrentamiento en el Campeonato de España frente al Real Unión de Irún, Leonardo Ordoño escribe: “… Solo quiero hacer constar con una satisfacción inmensa, que esta Región, representada por un campeón que sabe luchar con tanto entusiasmo y que es el campeón regional español indiscutible para hacer que los partidos se multipliquen, gracias a su actuación y que a los aficionados les sirve partidos a granel, porque de merengue háse (sic) convertido en hueso”.
Más de un lustro después de la primera ocasión en que el mote abandonó las vallas del Campo de Narváez, el alias continuaba relacionado con la forma de jugar del equipo, en esta ocasión con el cambio del método, de blandito en el juego (merengue) a hueso.
Cierto es que más tarde, cualquier club que vista el blanco uniforme es conocido como “merengue”.
Pero eso es una deformación de la historia.