Cultural y Deportiva Leonesa… ¿Cuándo es nuestro cumpleaños?
De Rodrigo Ferrer Diez1. Introducción y problemática.
Desde hace unos años, estamos asistiendo a una recuperación generalizada de la memoria del deporte de nuestro país. Resulta llamativo cómo los historiadores hemos aprendido a valorar el fenómeno social e histórico que significa para una comunidad, y como no podía seguir obviándose, especialmente en la historia social del siglo XX. Dentro de esa reconstrucción del ayer, está la de la propia identidad de los equipos, de sus aficiones y de una herencia que, en el fondo, pertenece a todo aficionado al balompié, sea cual sea el escudo que lleve en su pecho. Pero los caprichos del pasado hacen que muchas veces surjan dudas, debates, vacíos… Ese problema lo tenemos en León ya que existe un debate sobre cuándo debemos celebrar nuestro aniversario, o dicho de otra forma, desde cuándo debemos empezar a contar años.
Como cada 5 de agosto, los culturalistas celebramos el aniversario del primer encuentro que jugó la Cultural en aquel lejano 1923. Y como todos los años, surgen una serie de dudas que, quizás por lo grande que son las redes sociales, cada vez van teniendo más repercusión entre los aficionados. ¿Esa es la fecha de nuestra fundación? Si el actual club es de 1939, ¿qué sentido tiene celebrarlo?, ¿acaso estamos equivocados?, ¿tenemos que empezar a decir que nuestro club se funda en septiembre de 1939? Bien, vayamos por partes, lo primero que debe quedar claro el objetivo de estas páginas: y no es otro que demostrar que en este caso, es totalmente correcto y legítimo elegir el 5 de agosto como fecha para celebrar el aniversario de la Cultural, pese a existir fechas anteriores y posteriores, es la que más se ajusta a la tradición e identidad del club. El otro gran objetivo está planteado para que no pierdan el interés aquellos lectores que no sean asiduos a las gradas del Reino de León, y no es otro que difundir lo importante que es contar la importante relación que existe entre una localidad y cualquiera de sus equipos deportivos, especialmente en el caso de estos longevos clubs de fútbol.
2. Fundaciones y refundaciones.
¿Qué sucede en los años 30 con nuestra Cultural? En la temporada 1930-1931 milita en el Grupo I de Tercera División. Sin embargo, el club es víctima de la crisis económica que vive España (y realmente todo el mundo tras la quiebra de la Bolsa de Nueva York de 1929) y de la que obviamente una ciudad como León no es una excepción. La directiva presidida entonces por José Botas hace público un comunicado el 9 de julio de 1931 anunciando la fundación de una nueva institución dado que la continuación de la Cultural es, a juicio de la directiva, inviable en aquel momento. El fútbol capitalino se polariza entonces sobre todo entre el Júpiter Leonés y el recién fundado Deportivo Leonés, llamado a ser el “heredero de la Cultural”. Pero este “traspaso” de la Cultural al Deportivo tiene un matiz importante, a efectos prácticos no hay una disolución como tal del club, simplemente lo que se podría llamar una “suspensión de funciones”, un abandono, la directiva se va y nadie coge el testigo, algo que ahora es motivo de disolución, pero entonces no necesariamente. Con el nuevo proyecto en marcha, la Cultural entra en el calendario de la temporada 1931-1932 y hasta se planifican amistosos, pero no se puede seguir. Esa situación de “no disolución” permite que en septiembre de 1935 el proyecto culturalista pueda recuperarse. ¿Es un nuevo club? A efectos legales es posible, a efectos prácticos no. Es el mismo equipo, el mismo nombre, el mismo escudo, los mismos colores, la misma afición y sobre todo, la misma idea, el mismo proyecto. Cuando los Costales; Garrido, Víctor; Nistal, Ángel, Mundo; De Celis, Tasio, Lobete, Isaac y López vuelven a salir al campo de San Mamés, está saliendo la misma Cultural que salió a El Parque el 5 de agosto de 1923, porque la directiva y sobre todo la afición así lo quieren y lo que es más importante, porque la normativa permite entonces esta maniobra que es comenzar un proyecto suspendido en 1931. Esto quizás nos cueste entenderlo porque ahora es impensable y eso que existen múltiples ejemplos parecidos, pero no idénticos.
A causa de la Guerra Civil, esta “nueva” Cultural deja de competir, como todos los clubs de España. Una vez terminada, se aprovecha la estructura de un humilde equipo, el SEU (siglas de Sindicato de Estudios Universitarios, una organización juvenil vinculada a Falange Española y que entonces se encarga, entre otras cosas, de cuestiones relacionadas con el fomento del deporte), para regularizar la situación de la Cultural previa a la Guerra. Puede que a efectos legales sea un nuevo club, pero lo que todo el mundo tiene claro en ese momento es que es el mismo proyecto de 1923, la Cultural, el equipo de León. No está de menos recordar que este lío de fechas ya se han tocado en esta revista (Disolución y refundación de la Cultural Leonesa. 02, Sept 2009). Pero esta vez hay que dar un paso más allá de la mera descripción de hechos.
La palabra clave es “proyecto”: identidad, colores, escudo, afición… Si nos pusiéramos muy, muy estrictos, nuestra Cultural, la misma que vemos cada domingo, tampoco es la de 1939, puesto que es una Sociedad Anónima Deportiva constituida en 2001. ¿Significa entonces que la Cultural tiene 16 años de vida? No, porque el proyecto de equipo de fútbol llamado Cultural y Deportiva Leonesa, que viste de blanco, es de la ciudad de León y buena parte de su provincia y tiene una serie de cuestiones identitarias custodiadas por una misma afición, es la misma que empieza un 5 de agosto de 1923, aunque entre medias haya vivido una fundación un año anterior al primer partido de futbol, dos refundaciones y una conversión en Sociedad Anónima Deportiva, pero nunca una disolución por un órgano oficial –cosa entonces no contemplada– que haga pensar que no son el mismo equipo.
Pero esto no termina aquí: la asamblea fundacional del primer club, o lo que podríamos llamar “primera Cultural” se celebra en el Casino de León el 30 de abril de 1922. Pero lo que nosotros siempre hemos celebrado es el punto de partida del equipo de fútbol, el primer partido de un proyecto que ha vivido lo que ha vivido, y eso, pese a quien pese fue el 5 de agosto de 1923. ¿Nos equivocamos diciendo que el pasado día 5 cumplimos 95 años? No. Porque entonces, ¿qué era eso? ¿acaso no era la Cultural? ¿no eran culturalistas? ¿su afición y jugadores no defendían el mismo sentimiento, la misma tierra, y el mismo escudo que hoy en pleno 2018 lo hacemos? Todo además en un proceso natural sin alteraciones reseñables.
Sí sería un error decir que esta es la temporada nº 95 del club, porque no ha competido tantas. Son cosas distintas que se ven mucho en el deporte. Los equipos centenarios de este país han celebrado su efeméride a los 100 años justos, obviamente no descuentan los tres años de Guerra en la que no hubo competiciones oficiales. Otro ejemplo más cercano a este caso nuestro es el Giro de Italia de 2009 que se presentó como la edición de su centenario, pues la primera ronda italiana fue en 1909, sin embargo durante las dos guerras mundiales no hubo competición, y el propio Giro del centenario fue la edición número 92. ¿Acaso las rondas salidas de las dos guerras mundiales son otra cosa? aunque Italia tuviera que refundar prácticamente su propia patria…
3. Conclusiones.
En conclusión, hay que elegir una fecha para decidir cuándo celebrar el aniversario de la fundación de la Cultural, como de cualquier otro equipo, habría que decidir qué criterio tomar: asamblea organizadora, primer partido, última refundación o normalización del actual régimen legal, o lo que es lo mismo en este caso: 1922, 1923, 1935, 1939 y 2001. Otros equipos conservan un acta fundacional, la nuestra aún no ha aparecido, por ello, desde siempre, se utiliza la fecha del encuentro para celebrar dicha efeméride. ¿Y las refundaciones? Pues son eso, refundaciones de un mismo proyecto. Un club de fútbol no es un papel, un registro de salida de una administración o una carta de una federación o el pago por el uso de una imagen. Es un sentimiento, una pasión, una identidad, un escudo, y lo que es más importante, una afición que guarda y transmite todo esto. Y todo lo que hoy somos y de lo que nos sentimos orgullosos empezó en un partido contra La Salle aquella tarde de agosto sin que nunca haya parado, aunque no hubiera fútbol. Por último es necesario sacar algo positivo que saco de todo esto.
En el caso de los culturalistas, hemos llegado a un punto de conocimiento de nuestra historia, que nos permite debatir algo tan importante para nuestra identidad como esto, pues la historia no solo son fechas, también es conocimiento, debate y consenso. Y todo esto es algo que hace unos años era impensable. Por tanto, para cualquier aficionado, ¿por qué es importante esto? Primero porque este tipo de debates son parte de la identidad de un pueblo y siempre habrá quien le quiera prestar atención, y por otro y más importante: el fútbol también es esto.