Torneo de los «históricos» (1948)
De Félix MartialayA este torneo se le llamó de “los históricos” porque tomaban parte en él Atlético de Bilbao, Barcelona y Madrid, los clubs a los que se les aplicaba tal apelativo por haber estado en Primera División desde la fundación del torneo de la Liga. Aparte, claro de que fueran de los más antiguos de España. Por ello, por su edad, se les podía llamar, asimismo, históricos, pero ya de una forma no tan excluyente como la que se ha hecho moneda corriente al citar a estos tres.
Se puso en marcha con ocasión de las Bodas de Oro del Athletic de Bilbao, que, falsamente se celebró en 1948. Claro que como las bodas de Plata se habían conmemorado en 1923… no les quedaba más camino que el “mantenella”, porque lo que no querían era “enmendalla”. Ya en 1923 recibió una reprobación escrita del señor Gamper, fundador del Barcelona, quien, tras adherirse a los actos que se celebraban en Bilbao, les recordó que la sociedades no tienen vida hasta que no se oficializan, esto es hasta que no son inscritas en el Registro correspondiente a las Sociedades. Y el Athletic tiene “partida de nacimiento” con fecha de 1901.
Pero tras esa celebración se escondía otra causa: los tres “grandes” habían quedado eliminados del largo y prolijo Campeonato de España de ese 1948. La fechas libres eran excesivas para unos clubs cargados de gastos y de una nómina de jugadores ciertamente abultada. Para llenar ese vacío se pusieron de acuerdo los tres clubs para celebrar un torneo triangular que les llenara ese vacío. Y como el Athletic celebraba su cincuentenario… aprovecharon la ocasión. De aquí que en Bilbao se le conociera como Torneo de las Bodas de Oro. Y tal apelativo se transmitió a la prensa, que no tenía muy claro eso de “los históricos”…- que sí lo eran – para meterse en el berenjenal del Cincuentenario,,, que no lo era.
Las fechas de celebración se corresponderían con las de los cuartos de final del propio Campeonato de España. Esto es, desde el 16 de mayo hasta el 20 de junio. Se acortaba un domingo porque se metía uno de los partidos el día 27 de mayo, festivo por ser el día del Corpus, que en aquellos años eran fiesta mayor en toda España. Ya decía el refranero: Hay tres jueves en España que lucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Asunción.
El trofeo puesto en disputa era una enorme copa financiada por los Ayuntamientos de Barcelona, Bilbao y Madrid. El desarrollo del torneo sería a doble vuelta y por el sistema de Liga. Los partidos se desarrollaron así:
Atlético de Bilbao – Madrid = 2-5 (2-3)
16-5-1948. Bilbao: San Mamés
Árbitro: Aurré.
ATLÉTICO: Molinuevo; Gainza I, Arambarri; Mugarra, José Luis, Nando; Bilbao, Arrieta, Zarra, Aldecoa, Gainza (Aldonza, 46’).
MADRID: Bañón; Azcárate, Clemente; Pachicho, Navarro, Ortiz; Macala, Olmedo, Barinaga, Montalvo, Vidal.
Goles: 1-0 Nando (10’); 1-1 Vidal (20’), 1-2 Macala (40’); 1-3 Macala (43’), 2-3 Arrieta (45’); 2-4 Montalvo (pen, 50’); 2-5 Vidal (83’).
El Madrid acudió a San Mamés con una especie de equipo experimental. Ya intentaba preparar la temporada siguiente, pese a que sus más sonadas adquisiciones – Pahiño, Muñoz, Narro y Marcet – no se incorporarían hasta primeros de julio. La línea defensiva era de ensayo, con mimbres de la casa; en la línea media olvidaba en esta ocasión a la más habitual de Moleiro, Pont e Ipiña, para dar otra oportunidad al argentino Navarro, al veterano Ortiz y la inserción de Pachicho en su puesto habitual en el Plus Ultra. En la delantera, se quedaban en Madrid Pruden y Molowny, dando paso al recién fichado Olmedo.
Partido mediocre. El Atlético dominó más en el centro del campo, pero el Madrid estaba en racha goleadora y cada arrancada suponía un peligro para la puerta de Molinuevo. Cayeron cinco goles en las redes bilbaínas, pero pudieron ser más.
Barcelona – Madrid =1-0 (1-0)
23-5-1948. Barcelona: Las Corts.
Árbitro: Barderi.
BARCELONA: Velasco; Elías, Curta; Gonzalvo III, Calvet (Sans, 52’), Gonzalvo II; Canal, Amorós, Da Silva, Sagrera (Badenes, 46’), Nogueras.
MADRID: Bañón; Clemente, Azcárate; Ortiz, Navarro, Ipiña; Macala, Olmedo, Pachicho, Montalvo, Vidal.
Goles: 1-0 Amorós (37’).
Incidencias: Bañón paró un penalti lanzado por Sans (89’).
El problema del Barcelona era su delantera. Tenía lesionados nada menos que a Basora, Escolá, César y Seguer, por lo que tuvo que improvisar una ataque de circunstancias con reservas y jugadores inactivos de su plantilla poco menos que hasta ese día.
El Madrid desplazó a los mismos que habían jugado en Bilbao salvo la incorporación de su capitán, Ipiña, para apuntalar la línea medular. Y con la duda de Barinaga. Mister Keeping sólo había llevado a un suplente: Ortiz
Pese a que se temía un vacío en Las Corts, las gradas estaban casi completas. El partido empezó con unos fulgurantes ataques azulgranas y con su improvisada delantera en plan filigranero y veloz. Poco a poco se fue apagando esa alegría y el encuentro entró en una fase soporífera. Las palmas de tango sonaron en más de una ocasión. Tras el gol, de cabeza, de Amorós el público dejó a abuchear a propios y extraños. Pero en el segundo tiempo las cosas siguieron por los cauces del sopor. Nuevos abucheos y alguna que otra deserción de las gradas. Para colmo de desaciertos, Sans tiró un penalti, producto de una mano de Clemente, muy fuerte pero centrado. Lo cazó cómodamente Bañón.
Madrid – Barcelona = 0-1 (0-0)
30-5-1948. Madrid: Chamartín.
Árbitro: Álvarez Santullano.
MADRID: Cosme; Azcárate, Corona (Gallardo, 46’); Ernesto, Navarro, Soto; Macala, Olmedo, Pachicho, Barinaga, Arsuaga.
BARCELONA. Velasco; Isal, Elías; Navarro, Sans, Sagrera; Basora, Seguer, Badenes (Canal, 46’), Amorós, Nogueras.
Goles: 0-1 Amorós (48’).
Daba la impresión de que ambos contendientes habían tomado interés por ganar este torneo. El Barcelona tenía dispuestos a todos sus titulares, pero el seleccionador nacional, para el partido contra la República de Irlanda, le había arrebatado a los Gonzalvo y César, que no podía utilizar el uruguayo Fernández, entrenador del conjunto barcelonista.
El Madrid sólo tenía la baja de Bañón, pero ensayaba al ex herculano Ernesto, en su puesto, y al gaditano Soto, a quien sólo había utilizado una vez a lo largo de la temporada, y volvía a colocar de ariete a Pachicho.
El dominio durante el primer tiempo correspondió al Madrid, pero era mucho más peligroso el Barcelona en sus contragolpes. Buena prueba de ello es que Cosme tuvo que demostrar que era un digno suplente de Bañón en más de una ocasión. Acabó el primer tiempo sin que se moviera el marcador.
En la segunda parte, el Madrid retiró a Corona y el Barcelona a Badenes. Tuvo más acierto Fernández que Keeping. La delantera barcelonista tuvo mucha más entidad y rapidez. El gol, en los primeros compases de esta parte fue una jugada individual de Amorós, quien disparó desde fuera del área; su tiro, potentísimo, se coló raspando el poste izquierdo de Cosme.
El Madrid intentó nivelar la contienda, pero tropezó no sólo con la línea media azulgrana sino con un inspirado Velasco que detuvo todo lo que le tiraron los delanteros blancos, principalmente Macala y Olmedo.
Pero el juego no tuvo brillantez. Y salvo los jugadores que se jugaban algo en el empeño no parecieron demostrar mucho interés por el encuentro.
El Madrid perdía toda la ventaja adquirida en Bilbao…
Barcelona – Atlético de Bilbao = 2-0 (0-0)
5-6-1948. Barcelona: Las Corts.
Árbitro: Azón.
BARCELONA: Velasco: Isal, Elías; Navarro, Sans, Sagrera; Canal, Seguer, Colino, Amorós, Nogueras.
ATLÉTICO: Molinuevo; Arambarri, Oceja; Celaya, Barrenechea, Mugarrra; Iriondo, Aníbal, Zarra, Arrieta, Bilbao.
Goles: 1-0: Colino (56’); 2-0 Canal (74’).
Otro partido mediocre y una muy buena entrada en Las Corts. Demasiado calor que aplastó a los jugadores. El primer tiempo fue lamentable, pese a las buenas jugadas aisladas de la delantera bilbaína. Irondo y Bilbao, junto con Zarra fueron los que arrancaron algunos aplausos de la aburrida parroquia. El cero a cero en el marcador parecía un bostezo más de Las Corts.
Velasco fue la gran figura de esta segunda parte. El Barcelona jugó al contraataque y le salió bien la apuesta. Las dos oportunidades que tuvo, las aprovechó.
Y el club azulgrana se perfilaba como vencedor del torneo. Bien que el nivel de juego del mismo había sido, hasta ese momento bajísimo.
Atlético de Bilbao – Barcelona = 5-0 (3-0)
13-6-1948. Bilbao: San Mamés.
Árbitro: Uncera.
ATLÉTICO: Molinuevo; Gainza I, Arambarri; Bertol (Celaya, 46’), Barrenechea, Mugarra; Iriondo, Aníbal, Zarra, Arrieta, Aldecoa (Baniandrés, 46’).
BARCELONA: Velasco (Ramallets, 46’); Isal, Elías; Calvet (Navarro, 46’), Sans, Sagrera; Valle, Seguer, Martín (Canal, 46’), Amorós, Nogueras.
Goles: 1-0 Arrieta (14’); 2-0 Zarra (22’); 3-0 Zarra (33’); 4-0 Zarra (62’); 5-0 Iriondo (73’).
Aun cuando el torneo todavía no había acabado – quedaba por dilucidar el encuentro entre el Madrid y el Atlético de Bilbao – todo estaba resuelto. La clasificación estaba así en ese momento:
J | G | E | P | F | C | PUNTOS | |
Barcelona |
3 |
3 |
0 |
0 |
4 |
0 |
6 |
Madrid |
3 |
1 |
0 |
2 |
5 |
4 |
2 |
A.Bilbao |
3 |
1 |
0 |
2 |
7 |
7 |
2 |
Por ello, el partido que faltaba no iba a alterar el liderato del Barcelona. El equipo azulgrana era campeón ocurriera lo que ocurriera después. Así lo entendieron los patrocinadores, quienes pusieron su trofeo en manos de los organizadores.
Dada la importancia del Cincuentenario de los bilbaínos, fue el propio Delegado Nacional de Deportes, general Moscardó, a la sazón Capitán General de Cataluña, quien, en el descanso de este partido bajó al césped para entregar la copa al Barcelona. Junto al general Moscardó estaba el jefe nacional de Federaciones, señor Hildebrand, el presidente de la RFEF, señor Muñoz Calero y diversos federativos, entre los que descollaba el secretario general de la Real Federación, Ricardo Cabot, quien muchos años atrás había sido uno de los fundadores del Barcelona y presidente de la Federación Catalana de Fútbol.
San Mamés había sido engalanado para tan solemne acto con banderas y colgaduras. Los clubs participantes también obsequiaron a los bilbaínos. El Barcelona hizo entrega de una imagen de la Virgen de Montserrat y el Madrid de una escultura en bronce de un tigre.
Quizá porque era la fecha clave del Cincuentenario, el caso es que el Atlético hizo un partido redondo. Iriondo fue la gran figura del partido. En el segundo gol, hizo una jugada prodigiosa; una escapada de veinte metros, que coronó con un amago de disparo que descolocó a Velasco, para después ceder en bandeja a Zarra. Luego se adornó con el quinto gol rojiblanco.
Debido a que el trofeo ya había sido adjudicado, el partido final se pospuso dos semanas, hasta fin de mes. Hay que repetir que la contienda entre bilbaínos y madridistas ya no afectaba en ningún aspecto. El Madrid tenía en esa semana siguiente el encuentro contra el Valencia para dilucidar la Copa Eva Duarte de Perón. Y la ganó.
Madrid – Atlético de Bilbao = 4-2 ( 0-1)
29-6-1948. Madrid: Chamartín.
Árbitro: Álvarez Corriols
MADRID: García Martín; Nino, Azcárate; Barra (Ipiña, 46’), Navarro, Huete; Macala, Alonso, Cheme, Soto, Arsuaga.
ATLÉTICO: Molinuevo; Gaínza I, Arambarri; Mugarra, Bertol, Nando (Celaya, 46’); Iriondo, Aníbal (Aldecoa, 46’), Zarra, Arrieta, Gaínza.
Goles: 0-1 Arrieta ; 0-2 Gaínza, 1-2 Cheme; 2-2 Cheme; 3-2: Cheme; 4-2 Cheme.
Incidencias: el Madrid siguió probando jóvenes de la cantera. El cuarto gol blanco fue logrado en fuera de juego lo que provocó una protesta colectiva de los atléticos, a quienes su capitán, Bertol incitó a que se retiran del campo. Afortunadamente no llegaron a hacerlo. En los instantes finales fue expulsado Gaínza I por juego violento. Muy mala actitud la de los jugadores bilbaínos y más en esa ocasión en la que se estaba celebrando un torneo en honor a su Cincuentenario. Su actitud casaba muy poco con su trayectoria en esos cincuenta años de historia.
La clasificación final, para redondear las estadísticas, quedó establecida así:
J | G | E | P | F | C | Puntos | |
Barcelona |
4 |
3 |
0 |
1 |
4 |
5 |
6 |
Madrid |
4 |
2 |
0 |
2 |
9 |
6 |
4 |
A. Bilbao |
4 |
1 |
0 |
3 |
9 |
11 |
2 |
Ahí terminó ese torneo un tanto traído por los pelos y que no dio ningún lustre al club que se quería homenajear.