De la Olimpiada Popular a la Liga del Mediterráneo (Julio 1936-Enero 1937) – Parte VIII
De José del OlmoLa Liga del Mediterráneo… se gestó en Valencia
A la hora de hablar del fútbol en la zona republicana durante la Guerra Civil se hace obligado citar a José Rodríguez Tortajada. Fue, sin duda, la persona más importante e influyente para que durante la temporada 1936/37 los equipos profesionales pudiesen subsistir, muy por encima de Ricardo Cabot, el secretario de la Federación Española de Fútbol. Llegó como incautador del Valencia FC a principios de agosto de 1936, entró en la Federación Valenciana de Fútbol como vicepresidente y fue capaz de convencer a los equipos catalanes de que se unieran a los valencianos para montar la Liga del Mediterráneo y después, con lo que quedaba, aún tuvo fuerzas para organizar la Copa España Libre. Sirvan estas líneas para reivindicar su persona y su trabajo sin precio por el fútbol.
Tras el 18 de julio la región valenciana se mantuvo del lado de la República. Después de unos días dubitativos, el general Fernando Martínez-Monje, que estaba al mando de la III Región Militar (Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Albacete) cuya Capitanía General tenía su sede en Valencia, anunció públicamente su lealtad al gobierno republicano. Eso no impidió que los milicianos frentepopulistas consiguieran hacerse con numerosas armas del Ejército.
Las incautaciones deportivas en la zona Valencia-Murcia tuvieron un proceso parecido al de Cataluña y Madrid. Hubo equipos que tomaron la iniciativa sin esperar a que el Frente Popular apareciese por sus oficinas: el Hércules de Alicante lo hizo el 9 de agosto; Valencia FC, 13 de agosto; Federación Murciana, 18 de agosto; Gimnástico FC, 20 de agosto; Levante FC, 25 de agosto… y hubo también quien se consideró en un primer momento libre de sospecha hasta que se procedió a su incautación: el Murcia FC, 18 de septiembre y la Federación Valenciana el 26 de ese mes.
Durante el mes de agosto los equipos empezaron a rodar concertando partidos amistosos entre ellos. Era una pretemporada marcada por el solidario gesto de ceder la mayor parte de los ingresos a la causa republicana. Todo en espera de que se formalizara la organización del Campeonato Superregional de Levante-Murcia, que no llegaba porque en Valencia no había ninguna dirección federativa. De hecho fue la Nacional la encargada de certificar que el Cartagena era el sexto equipo del grupo porque le correspondía por haber ganado su plaza en la temporada 1935/36 en detrimento del Elche, que había sido el sexto clasificado del grupo y por lo tanto descendido.
En Madrid, la Federación Castellana, tal y como había anunciado, tomó la iniciativa potenciado el fútbol modesto, si bien, entre las condiciones bélicas y el Batallón Deportivo, la práctica del fútbol se hizo muy complicada. Madrid y Athletic, ya incautados, buscaron mantener su actividad concertando partidos amistosos. Por entonces destacó la visita del Athletic a Valencia el 13 de septiembre cuando salió goleado de Mestalla por 8-1. También el Madrid llegó a hablar con el Hércules para desplazarse a Alicante.
De estos contactos muy bien pudo salir la siguiente noticia71:
Para las fechas en que se produce esta propuesta y la realidad del fútbol republicano se da a entender que era más bien un deseo que una idea con suficiente base. Aparecen los cinco equipos de Primera División que quedaron en la zona republicana mediterránea: Madrid, Barcelona, Hércules, Español y Valencia. Y a ellos se añadían el recién descendido Athletic de Madrid, el Murcia, los dos valencianos, Levante y Gimnástico, y un catalán, el Sabadell, este último quizá por haber sido subcampeón del Campeonato de España en 1935, todos de Segunda División.
La realidad era otra. No había ni orden ni concierto en la región levantina y por eso acabó interviniendo la Federación Nacional, encabezada por Ricardo Cabot. El día 23 se incautó la Federación Valenciana de Fútbol72:
Debió de ser una reunión larga en la que se hablaron de muchas cosas. Se fijaría el papel que tendría Rienzi Barroso en la presidencia de la Federación Valenciana como representante del Sindicato de la UGT en el sector de Espectáculos Públicos, que era donde mejor cuadraba el fútbol profesional. Y aunque no se cite textualmente -estaba claro que el puesto era para el presidente incautador del Valencia FC-, se puede entender que el hombre fuerte de la territorial iba a ser su vicepresidente, José Rodríguez Tortajada, quien superó con creces las expectativas de gestión teniendo en cuenta las condiciones en que tuvo que moverse.
Por eso no se hizo tan extraña esta noticia, en la que se deducía que estaba detrás Ricardo Cabot y sin descartar al propio Rodríguez Tortajada73:
Noticia que también tuvo su eco en la prensa murciana, donde además se citaba el nombre de quien posiblemente partiese la iniciativa, Ricardo Cabot74:
Y todo apuntaba a que, en efecto, Madrid y Athletic iban a competir en el campeonato levantino. Incluso se llegó a confeccionar un calendario completo para los ocho clubs participantes75:
Finalmente desde Madrid llegó una inesperada respuesta negativa76.
Ese escueto no interesarles dejaba abiertas muchas dudas sobre el verdadero motivo de la negativa:
- Ambos clubs consideraban que sus plantillas no reunían suficiente nivel como para competir.
- El mantenimiento de las plantillas en la zona de Levante durante los dos/tres meses que iba a durar la competición no sería rentable.
- Falta de apoyo de la Federación Castellana que estaba controlada por la Federación Cultural Deportiva Obrera.
- Implicación de algunos jugadores en el Batallón Deportivo instituido por José María Mengual, presidente incautador de la Federación Española de Fútbol.
El primer motivo, la falta de nivel, podría tener su origen en la amplia goleada que había sufrido el Athletic en su visita a Valencia, aunque de haber sido así, en ningún momento se hubiese hablado de su posible participación en el regional levantino.
De igual manera, el mantenimiento de las plantillas fuera de Madrid tampoco parece un motivo sólido, y más cuando Paco Bru, una vez descartado la participación en Valencia se embarcó hacia Barcelona para negociar la entrada del Madrid en el Campeonato de Cataluña.
Así pues, cobra mayor peso sospechar que la negativa procedía de intereses políticos, y que quizá alguien no veía con buenos ojos que se organizara una liga así. De hecho se hacía sospechoso que en la reunión de Valencia no se adelantase ya una respuesta negativa, más bien se esperaba lo contrario, y dos días más tarde, cuando se presentó la propuesta a la Federación Castellana se cambió de idea.
El Campeonato Superregional de Levante se jugó, aunque no se pudo completar el calendario porque la zona de Murcia, con el puerto de Cartagena, ya estaba sufriendo el acecho fascista. Alicante tardó un poco más: el primer bombardeo sobre la ciudad se produjo el 5 de noviembre y el 28 de ese mismo mes volvió a ser castigada, esta vez durante 8 horas por 16 aviones que soltaron 160 bombas. El balance de víctimas de aquel trágico día reflejaba lo que en sí era una guerra cainita: hubo tres muertos y 26 heridos entre la población civil, así como en respuesta a esos ataques aéreos, los milicianos republicanos del Frente Popular ejecutaron a 52 prisioneros políticos, sin ningún tipo de procedimiento judicial previo77.
Lógicamente esta angustiosa situación bélica incidía en el fútbol. Para el partido Hércules-Valencia del 13 de diciembre en la crónica se decía que había habido tan solo unos 200 espectadores, de los cuales 150 procedían de Valencia78. Y eso que una victoria local les hubiese dado el campeonato regional que acabó en las vitrinas del Valencia FC, porque los valencianistas, lograron ganar también su último partido por 1-0 al Gimnástico. Con ello adelantaron a los blanquiazules que volvieron a perder en el cierre del campeonato en Murcia (3-1).
Según se avanzaba hacia el final del Superregional de Levante, se veía la necesidad de seguir organizando nuevas competiciones que fuesen atractivas para un público que necesitaba alicientes para acudir a los estadios. La idea de montar un campeonato de liga entre los principales clubs de la zona republicana de septiembre fue retomada por el presidente del Valencia FC, José Rodríguez Tortajada, en diciembre. Era la solución ideal para que el fútbol profesional pudiese sobrevivir en aquellas condiciones bélicas. Porque las recaudaciones de los partidos amistosos y benéficos no compensaban la sensible reducción del número de socios, que eran los que sostenían económicamente a los clubs con sus aportaciones a través de las cuotas.
Tras la negativa inicial de los equipos catalanes a una posible competición con clubs valencianos, Rodríguez Tortajada empezó a preparar la Copa País Valenciano79 entre los tres equipos de la capital del Turia, el Hércules y el Athletic Club de Castellón80.
Donde mejor se acogió la idea de la Copa País Valenciano fue en Castellón. Había una importante afición desencantada con la suerte que había corrido el CD Castellón, primero, y el Sport La Plana, después. Ese vacío lo acabó ocupando el Athletic que con ilusión comenzó a jugar partidos de preparación para poder competir con los equipos valencianos ya en diciembre de 1936. Reforzó su plantilla con jugadores procedentes del CD Villarreal, campeón valenciano de aficionados de la temporada 1935/36.
Sin embargo Rodríguez Tortajada aprovechó el primer partido amistoso concertado con el Barcelona en Las Corts en 3 de enero para insistir en su proyecto de un campeonato entre valencianos y catalanes. El fruto de este encuentro ya vio la luz unos días más tarde81:
Y con el partido de devolución del 9 de enero, Valencia-Barcelona en Mestalla, se confirmaría esa misma tarde el acuerdo entre los clubs implicados82:
Rodríguez Tortajada había logrado convencer a Gimnástico y a Levante de que la compensación económica que exigían Español y Barcelona quedaba fácilmente cubierta con las taquillas que generarían ambos clubs en sus visitas a Valencia.
La primera jornada, en el caso de que Sabadell y Badalona hubiesen logrado el permiso para jugar habría sido la siguiente83:
Barcelona-Levante
Sabadell-Valencia
Granollers-Español
Gimnástico-Gerona
Castellón-Badalona
Porque otro tema era la ausencia del Hércules. En efecto, el club alicantino aparecía el día 7 de enero entre los equipos que iban a participar en la novedosa competición. En la prensa local se anunció incluso que el amistoso entre el Hércules y el Gimnástico alicantino del 9 de enero era de preparación para el torneo Valencia-Cataluña84. El día 16 se anunciaba un segundo partido de preparación del Hércules, esta vez con el Eldense85:
Como bien se puede comprobar, en el sorteo aparecía un Castellón-Badalona que confirmaba que las dudas sobre la participación del Hércules ya estaban despejadas el mismo día 9 de enero y que muy probablemente en la reunión habida en los locales de la Federación Valenciana ya no hubo representación el equipo alicantino y sí la hubiese del Athletic Castellón.
Por eso en Castellón se publicaba a la vez el anuncio de la participación del Athletic Club Castellón en la Liga del Mediterráneo86:
Era el llamamiento a la afición castellonense anunciando que el club había sido admitido en la Liga del Mediterráneo.
Finalmente el entuerto se resolvió: la prensa alicantina, haciendo eco de El Mundo Deportivo confirmó la ausencia del Hércules en la liga catalana-valenciana87:
71 Publicado en La Correspondencia, Valencia, 16 de septiembre de 1936.
72 Publicado en La Correspondencia, Valencia, 24 de septiembre de 1936.
73 Publicado en La Correspondencia, Valencia, 25 de septiembre de 1936.
74 Publicado en Nuestra Lucha, Murcia, 25 de septiembre de 1936.
75 Publicado en La Correspondencia, Valencia, 26 de septiembre de 1936.
76 Publicado en La Correspondencia, Valencia, 29 de septiembre de 1936.
77 Calderón Carrascosa, Luis: Alicante bombardeado (1936-1939). Diputación Provincial de Alicante, 2006.
78 Publicado en El Luchador, Alicante, 14 de diciembre de 1936.
79 Publicado en La Correspondencia, Valencia, 18 de diciembre de 1936.
80 El Athletic Club de Castellón aunque sus orígenes se remontan a 1928, no se acabó de inscribir en la Federación Valenciana de Fútbol hasta abril de 1936. Tras la desaparición del Sport La Plana se convirtió en el favorito de la afición castellonense.
81 Publicado en La Correspondencia, Valencia, 7 de enero de 1937.
82 Publicado en El Mercantil Valenciano, Valencia, 10 de enero de 1937.
83 El Luchador, Alicante, 9 de enero de 1937.
84 El Mercantil Valenciano, Valencia, 19 de enero de 1937.
85 Publicado en El Luchador, Alicante, 16 de enero de 1937.
86 Publicado en El Heraldo de Castellón, 16 de enero de 1937.
87 Publicado en El Luchador, Alicante, 21 de enero de 1937.