Un jugador inédito en la historia del Real Madrid.
De Sergio GalánEn la historiografía madridista hay datos que con el paso de los años se repiten una y otra vez, dándose por buenos, sin tener claro cuál ha sido su origen. Un ejemplo de esto es el escudo del Real Madrid y la franja morada que lo cruza de izquierda a derecha. La creencia habitual es que dicha franja fue añadida al escudo en 1931, con el paso de la Monarquía a la República en nuestro país. Algo que ya se ha demostrado que no es así, al tener diversas evidencias de que más de un lustro antes de la llegada de la República, la banda ya estaba presente en el escudo. Cuanto más se echa la vista atrás en la historia del club, más difícil es contrastar y confirmar los datos ya publicados y conocidos. Uno de los puntos negros en la crónica de la entidad son los jugadores que han pertenecido al mismo. Aún existen lagunas sobre fechas de varios futbolistas, de nacimiento y de deceso, y los lugares donde sucedieron ambos eventos. Incluidos varios muy representativos de las primeras décadas. Tomando la base de contar únicamente partidos oficiales, también existen algunas dudas sobre la cantidad de encuentros disputados y los goles marcados, por varios jugadores. Si bien las dudas sobre la autoría de los goles son algo habitual hasta la década de los 50, esto es diferente sobre quien jugó cada partido. Por lo general se tiene reflejado con bastante precisión quien disputó cada encuentro, a excepción de un torneo: los campeonatos regionales. En estos la información es más escasa y con dudas. Pese a que durante mucho tiempo este torneo era la única manera de acceder al campeonato de España, la prensa no reflejaba claramente los datos. Hay casos concretos donde los medios dan diversas alineaciones y autoría de los goles o directamente solo informan del resultado y un comentario del encuentro en líneas generales. En nuestro caso vamos a centrarnos en los jugadores y en un ejemplo concreto.
En la década de los años 30 el campeonato regional centro se abrió a otras regiones. Si para la temporada 1931-32 se jugó entre equipos castellanos y aragoneses, para las dos siguientes se cambió Aragón por Andalucía. El torneo de la 1933-34, al cual concurrieron 6 equipos, tuvo un inicio con el Madrid (sin el Real por la República) y el Athletic Madrid igualados hasta la 7ª jornada. En ella el conjunto rojiblanco perdía ante el Nacional mientras que el Madrid goleaba al Betis. Tres días más tarde ambos conjuntos se enfrentaban en la 8ª jornada en un estadio de Vallecas a rebosar de público. Pese a ponerse el Athletic con ventaja de dos goles de Buiría y Arocha, el Madrid igualó el encuentro con goles de Olivares y uno polémico de Quincoces. En un córner sacado por Samitier el balón vuelve a este, presumiblemente la pelota se marcha fuera del rectángulo de juego pero el delantero madridista centra de nuevo y el defensa marca el empate. El Madrid dependía de sí mismo a falta de dos jornadas. El siguiente encuentro fue en Chamartín a finales de octubre, donde el conjunto blanco recibía al Deportivo Nacional, un equipo modesto de la capital. Entre semana se hizo público en la prensa, algo habitual en la época, el once inicial madridista para el partido. Había novedades en todas las líneas. En el centro del campo la vuelta del canario Luis Valle, mientras que para el ataque retornaba Lazcano, quien estaba enfrentado al club buscando forzar su salida y aún no había debutado en el campeonato. Para la retaguardia una sorpresa. Quesada, quien había sido la pareja fija de Quincoces en todo el campeonato, desaparecía con extrañeza del once. En su lugar jugaría Villa. El encuentro no tuvo mucha historia. Lluvia, poco público, escaso futbol y un Madrid que al cuarto de hora ya ganaba por 3-0. Con otros dos goles más en la primera parte, el partido se fue al descanso y el respetable aguantó con estoicidad una segunda parte que solo vio el gol de la honra para el Nacional. Al pitido final el marcador del fondo norte mostraba el 5-1 definitivo. Finalmente Lazcano no disputó el encuentro. Presentó a última hora un certificado médico para evitar jugar, por lo cual el once inicial de aquella tarde fue: Zamora, Villa, Quincoces, Pedro Regueiro, Valle, Leoncito, Samitier, Luis Regueiro, Olivares, Hilario y Eugenio. Una semana después el Madrid vencía 0-2 al Sevilla en el viejo Nervión, logrando el campeonato regional. En ese partido retornó Quesada al equipo desapareciendo Villa del mismo.
De los once jugadores que disputaron aquel encuentro, a primera vista, no hay dudas sobre la identidad real de todos ellos. Sin embargo revisando diversas fuentes surge la incertidumbre. En la Enciclopedia que publicó el diario AS, con motivo del centenario madridista, se dedicaron dos tomos a realizar una recopilación de todos los partidos oficiales del Real Madrid. Alineaciones incluidas. En la correspondiente al partido que nos atañe contra el Nacional, el once inicial es idéntico excepto por dos jugadores: Villa y Eugenio. Este último lo identifican inicialmente como Emilín, aunque en el apartado de correcciones y errores, vuelve a indicar que jugó Eugenio. Sin embargo para Villa lo modifican y pasan a indicar que jugó Villita. Si revisamos la página web BD Futbol, en la alineación del partido coinciden todos los jugadores excepto uno. Villa pasa a llamarse Villanueva. Buscando en la extinta página web leyendablanca.com, vuelven a ser idénticos diez de los once jugadores. Tan solo Villa se modifica y lo llama Villita. Realmente, ¿quien jugó ese partido? Si tiramos de archivo y hemeroteca vemos dos posibilidades.
Villita, es el apodo de Luis Villanueva Márquez. Nacido en Madrid en mayo de 1917, alternó posiciones en la defensa y el centro del campo en varios equipos modestos de la capital. Fichó por el Real Madrid en 1934, aunque no llegó a jugar de manera oficial en esas fechas. Fue cedido al Real Valladolid hasta el comienzo de la guerra civil. Tras ella retornó al Real Madrid donde disputó encuentros de Liga, Copa y el campeonato regional. En octubre de 1940 el club blanco lo traspaso al Real Oviedo donde estuvo hasta 1946. En las alineaciones de su etapa madridista (1939-40) puede aparecer de varias formas su nombre en las crónicas: Villa, Villanueva o Villita, pero todas se refieren a él.
Por Villanueva encontramos a Avelino Álvarez Villanueva. Un asturiano nacido en Turón en noviembre de 1911. Jugando de manera aficionada no fue la pelota la que le trajo a la capital, sino los estudios de Farmacia, en una fecha no concreta entre finales de los años 20 y comienzo de los 30. Con los libros no desapareció su afición y acabó jugando, de forma más seria, en la temporada 31-32 en el Imperio en la posición de centrocampista. Como quiera que con aquel equipo llegó a jugar, y ganar, el campeonato de aficionados de España, acabó fichando por el Real Madrid. Durante la 32-33 este lo cedió al Elche para que se fogueara y con el Madrid tan solo jugaría algunos partidos amistosos. Fueron estos de tan poca importancia que ni siquiera los titulares eran convocados. Para la temporada 33-34 forma parte de la plantilla madridista y tiene su oportunidad a mitad del campeonato regional. El canario Luis Valle se lesiona y Villanueva es el recambio que usa el entrenador en la 5ª jornada del campeonato regional. Seguirá jugando el resto del campeonato e incluso 7 partidos del posterior torneo nacional de Liga. Al final de la temporada sus estudios le llevaran a Valladolid, por lo cual abandonara el club y jugara dos temporadas en el conjunto pucelano.
A vista de los datos está claro que Villita no pudo jugar aquel encuentro al no formar aun parte de la plantilla madridista en aquellas fechas. Villanueva si pudo jugarlo, ya que era futbolista del primer equipo en esa temporada, pero sin embargo ante el Nacional volvió Valle al once inicial, que era a quien sustituía Villanueva. ¿Pudo ser que el asturiano pasara del centro del campo a la defensa para suplir a Quesada?, no parece descabellado esa opción, pero vayámonos a la hemeroteca para revisarlo. En los días previos al encuentro se avisaba del once inicial del Madrid y en varios de los periódicos se informaba de Villa pero haciendo hincapié en el debut de un nuevo defensa. Si leemos las crónicas del encuentro, en la mayoría se escriben algunas líneas para enjuiciar al jugador novel e incluso se cita su procedencia: el Imperio. Ese era el mismo equipo del cual llegó Villanueva al Madrid. ¿Podrían referirse al mismo jugador?, podría ser pero esto choca frontalmente con que distintos periódicos informan específicamente que debuta. Algo que ya había hecho Villanueva semanas antes. La prueba definitiva llega con el “Heraldo de Madrid” y el semanario “AS”, donde incluyen fotos del jugador.
Con esto queda claro que hablamos de otro jugador totalmente distinto, aunque teniendo un punto de unión con Villanueva: el equipo del Imperio. ¿Y quién es el desconocido jugador? Si buscamos el nombre o apellido de Villa, a excepción de los dos jugadores ya comentados y relativo a esas fechas, en la Enciclopedia que publicó el diario AS, en concreto en el tomo dedicado a todos los jugadores de la entidad, no aparece nada nuevo. Tampoco se localiza en la web Bdfutbol, ni en el libro “Diccionario de los jugadores del Real Madrid” publicado por la editorial T&B en 2015. El diario MARCA, en el especial que publicó con motivo del centenario del Real Madrid, si muestra en su listado de jugadores a uno apellidado Villa Calzadilla, aunque no aporta nada más que la fecha de 1933-34. Esto ayuda un poco más. Si buscamos en el libro que publicó la asociación de exjugadores del Real Madrid en 1998, vemos que aparece un jugador llamado Emilio Villa aportando datos sobre su ingreso en la temporada 33-34 y que posteriormente fue directivo madridista. Revisando la recopilación de jugadores que apareció en “Historia Viva del Real Madrid”, que publicó ABC en 1987, tampoco aparece nadie que pueda coincidir. Sin embargo dentro de dicho coleccionable, aparece en números posteriores una entrevista a Emilio Valle, al cual se le presenta como jugador del Real Madrid durante un año. En la misma se muestran documentos, junto a sus declaraciones, que nos hace pensar que puede ser el jugador desconocido. Finalmente se da el dato clave. Se indica que recibió la alternativa de mano de Quincoces, en un partido ante el Nacional en octubre de 1933, aunque el redactor califica el partido como amistoso. Ya tenemos nombre y apellidos para el jugador desconocido: Emilio Villa Calzadilla. Preguntando en el Centro de Patrimonio Histórico del Real Madrid si les aparece un futbolista con ese nombre y en esa fechas, pero no les consta que haya jugado ningún partido oficial con la entidad. ¿Quién es esa persona en realidad?
Nacido en Santa Cruz de Tenerife el 9 de septiembre de 1912, Villa se trasladó a Madrid a corta edad. Estudiante del Colegio Nuestra Señora del Pilar, en aquellos años cantera oficiosa del Real Madrid, con apenas 11 años, en enero de 1924, entró en el club para jugar en el equipo infantil. Su progreso le llevó para ir ascendiendo al juvenil y finalmente al conjunto amateur. Con vistas a llegar al primer equipo, el Real Madrid decide cederlo al Imperio a comienzos de la década de los 30 jugando en la posición de defensa. La temporada 31-32 será la más exitosa de su carrera. El Imperio, que tenía un acuerdo de colaboración con el club madridista, logró el campeonato regional amateur lo que le daba la clasificación para el campeonato de España. En el nacional ganó todas las eliminatorias y se plantó en la final, disputada en el antiguo Chamartín, derrotando al Erandio vizcaíno por 3-0. La siguiente temporada Villa siguió en el Imperio, pero no pudo emular los éxitos. El equipo cayó derrotado en la final del campeonato regional. Sin embargo era uno de los destacados del equipo y fue reclamado, por la federación, para un partido de entrenamiento que realizo la selección española, contra una selección regional, en vísperas de enfrentarse a Portugal en abril de 1933. Tras esos años el Real Madrid repescó a Villa, quien formó parte del primer equipo para la temporada 1933-34. Sin embargo sería un jugador reserva y tan solo disputaría el partido del campeonato regional ante el Nacional. En Liga y Copa no jugaría pero si volvería a hacerlo en la Copa Castilla. El torneo, recuperado por la federación centro para rellenar fechas, fue un desastre para el Madrid. Jugado al mismo tiempo que el Mundial de 1934, hizo que el club blanco presentara un equipo de reservas y amateur ante la AD Tranviaria. Villa disputó ambos encuentros, en los cuales el Madrid empato a 1 en la ida y perdió por 7-0 en la vuelta. Aquel fue su único año como futbolista profesional en el club blanco. En 1934 aprobó unas oposiciones al Banco de España, las cuales hicieron que se fuera a trabajar a Tenerife, época por la cual también se casaría. Allí seguiría jugando al futbol enrolándose en el Tenerife, hasta la llegada de la guerra civil. Villa tomaría parte en la misma por el bando sublevado, al cual se alistó voluntariamente marchando al frente. Ascendería en el escalafón militar hasta llegar a la graduación de capitán, con la cual finalizó la guerra. Tras el trienio maldito volvería a la vida civil, retornado a Madrid en abril de 1940 para residir en la Colonia del Viso, donde no tenía lejos el viejo estadio de Chamartín. Trabajando como industrial tuvo cierto éxito y con el paso de los años su camino volvería a unirse con el Real Madrid. A mediados de 1954 entró como contador en la junta directiva del club, cargo que abandono 15 meses después. Entremedias también fue delegado de sanidad de la entidad. Pero sobre todo su estancia en el club será recordada por la comisión de disciplina. Formó parte de la misma entre septiembre de 1955 y febrero de 1991, pasando por los cargos de vocal, secretario, vicepresidente y presidente, este último durante 12 años. Tras este último cargo, y ya con 78 años, abandonaría el club y se iría a vivir a Zaragoza, donde fallecería en mayo de 1991 tras toda una vida ligada al Real Madrid. Allí, a orillas del rio Ebro, es donde sigue viviendo su hijo, Juan Manuel Villa, que también llegó a jugar en el primer equipo del Real Madrid a finales de la década de los 50. Aunque donde tuvo mayor éxito fue en la capital maña, perteneciendo a la llamada delantera de “los 5 magníficos” que logró 2 Copas del Generalísimo y 1 de Ferias en la década de los 60 con el Real Zaragoza.
Con este trabajo quiero rescatar la figura de un jugador olvidado, que formó parte del Real Madrid y que llegó a jugar partidos oficiales. Para mi este es el requisito mínimo para poder ser parte de un club exclusivo, al que muchos quieren llegar y pocos lo consiguen. De esta forma se repara un error manifiesto que con el paso de los años se ha continuado y fue el de confundir a dos jugadores con parecido apellido: Villa y Villanueva, que hizo que el primero pasara a ser ignorado y se atribuyera al segundo los partidos del primero. Es posible que la causa de ese error no fuera adrede, sino motivada por el hecho de que ambos coincidieran en el mismo tiempo tanto en el Imperio como en el Real Madrid. El asturiano al jugar más encuentros de manera oficial, paso a ser más conocido, por lo cual al aparecer el nombre de Villa en aquella crónica contra el Nacional, el lector o investigador podía pensar que el cronista acortaba el apellido de Villanueva, por comodidad o dejadez. Como quiera que se ignora como comenzó el error, es justo enmendarlo aunque sea muchos años después. Hoy ya se puede decir con pruebas claras que Emilio Villa Calzadilla, fue jugador oficial del primer equipo del Real Madrid en 1933.