RESUMEN:

Aunque los futbolistas extranjeros resultaran pieza esencial para el arraigo de este deporte en nuestro suelo, las cortapisas que poco a poco irían poniéndoles desde la Federación Española más heroica, e incluso desde las Territoriales, nada tuvieron de baladíes. Era lógico, hasta cierto punto. Aquellos oficinistas de compañías mineras, navieras y exportadoras, o los ingenieros

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Los otros extranjeros

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Aunque los futbolistas extranjeros resultaran pieza esencial para el arraigo de este deporte en nuestro suelo, las cortapisas que poco a poco irían poniéndoles desde la Federación Española más heroica, e incluso desde las Territoriales, nada tuvieron de baladíes. Era lógico, hasta cierto punto. Aquellos oficinistas de compañías mineras, navieras y exportadoras, o los ingenieros siderúrgicos llegados desde Inglaterra, sin ser a menudo demasiado jóvenes, estaban más duchos en la práctica del “football” que los voluntariosos “sportmen” nacionales. Naturalmente, no era lo mismo regresar de los “colleges” británicos con alguna noción balompédica, después de un par de años cursando estudios por los alrededores de Londres, que competir desde los 10 ó 12 por campas y solares, pulirse junto a entrenadores teóricamente capacitados en los recintos universitarios, y doctorarse viendo evolucionar a los “pross” domingo tras domingo. A menudo, contar con ingleses en los equipos era jugar con ventaja. No sólo por lo que hacían sobre el césped o la tierra endurecida, sino por cuanto lograban transmitir a sus compañeros. Así que velando por una mayor igualdad de oportunidades, acabaría imponiéndose la tesis de establecer límites.

El detonante definitivo tuvo lugar en 1911, durante la disputa del Campeonato de España (la Copa, para entendernos), único torneo nacional en vigor, donde a falta de una Liga se coronaba al mejor equipo español. Los donostiarras de la Real Sociedad habían fichado a un par de jugadores madrileños como refuerzo cara a la fase final, y sus vecinos de Bilbao, no queriendo quedarse cortos, contrarrestaron aquella iniciativa incorporando a tres elementos ingleses. Las protestas de todos los contendientes surgieron de inmediato, dando pie al arbitraje federativo. En adelante sólo podrían participar en torneos oficiales los extranjeros que como mínimo llevaran inscritos por sus clubes desde hacía 6 meses. Esta norma, además, iba a servir de inspiración a distintas Territoriales, cuando de ellas dependían los Campeonatos Regionales, clasificatorios para la fase final copera.

Pero tampoco parece que las cosas cambiasen mucho. Promulgada la ley surgían las trampas, tanto antaño como hoy día, en un país acostumbrado a ejercicios de birlibirloque. Y transcurridos cuatro años desde el escándalo de los ingleses, en Barcelona volvía a vivirse otro no menor por culpa de un futbolista corriente, que andado el tiempo acabó cuajando como actor hollywoodiense de segundo rango. Se llamaba Juan Garchitorena, había nacido en Filipinas cuando allí aún ondeaba la bandera española, pero poseía pasaporte estadounidense, y no argentino como se ha escrito tantas veces hasta que Fernando Arrechea documentase convincentemente su auténtica naturaleza. Garchitorena había ingresado en el F. C. Barcelona la temporada 1915-16, y fue inscrito como español sin que ocurriese nada en los dos partidos que disputara aquella campaña. A lo largo de la siguiente, en cambio, fue denunciado por el Club Deportivo Español. El Campeonato de Cataluña estaba vetado a los extranjeros y Garchitorena acababa de intervenir en varios choques. Los federativos, tirando de norma, obligaron a repetir esos encuentros, circunstancia a la que se negaron categóricamente los “culés”. El muchacho, al fin, no pudo disputar ningún partido más hasta transcurrido alrededor de un año, cuando la Federación Española, ya en primavera de 1918, le autorizase a participar en su Campeonato de España. El ejercicio correspondiente a 1918-19 se saldaría para él, de todos modos, con 3 únicas intervenciones.

¿Voluntad de quebrantar el reglamento, o pura desidia barcelonista? Más lo segundo que de lo primero, sin duda, pues el futuro Juan Torena de las pantallas cinematográficas distaba mucho de parecerse a un jugador de campanillas. Nadie, en el Barça, debió reparar en su pasaporte, quién sabe si porque trapisondas de esta índole estuvieran por esa época a la orden del día. Desde luego, regularizar su situación tampoco se antoja muy complicado. Nadie iba a impedir recuperar la nacionalidad a quien forzosamente debió ser inscrito como súbdito español, al otro lado del globo terráqueo. Este incidente, muy sonoro en Cataluña, ilustra, no obstante, las dificultades que extranjeros residentes en nuestro suelo encontraban para incorporarse a un fútbol todavía amateur.

En 1926, ya reglamentado el profesionalismo futbolístico, los extranjeros con menos de dos años de residencia en España seguían teniendo prohibida su participación en choques oficiales. Y como para ese instante también hubiese aparecido alguna irregularidad más o menos consentida, la nueva norma salvaguardaba con respeto los supuestos derechos adquiridos. Siete años después, en 1933, la Asamblea General de la F.E.F. acordaba autorizar, a partir de la campaña 1934-35, la contratación de dos jugadores extranjeros por club.

Reboredo siempre fue argentino, aunque durante toda su carrera de futbolista compitiera como español.

Ese debería haber sido el momento idóneo para que nuestra Federación abriese un registro o padrón de futbolistas extranjeros, aunque todo induce a considerar que nadie reparó en su enorme utilidad. Comenzaron a llegar foráneos, sumándose a aquellos que con anterioridad vieran rechazadas sus solicitudes de ficha por no acogerse a la legalidad (casos de Dos Santos, por ejemplo -Fusto en Brasil, su país de procedencia-, o Jaguaré -Vasconcelhos bajo a las palmeras y el tibio sol carioca-, los dos a las órdenes del F. C. Barcelona). Y sin registro específico de incorporaciones foráneas, el descontrol acabó dando pie a ciertas triquiñuelas pintorescas, como las de Francisco Reboredo Mosquera o Ramón Zabalo Zubiaurre.

Reboredo había nacido en Buenos Aires (3-IX-1914), antes de que sus padres, emigrantes gallegos a la búsqueda de un porvenir más halagüeño, emprendieran el retorno. Había sido registrado como súbdito argentino y nadie, ni él mismo, se preocupó de modificar su situación a medida que fuera creciendo en Galicia. Tras forjarse en el Hércules de la capital coruñesa, antes de que echase a rodar la pelota el ejercicio 1933-34 se incorporó al Deportivo de La Coruña, como medio y supuestamente español. En 1936, luego de tres campañas con la camiseta deportivista y comprendiendo que la Guerra Civil llevaba visos de prolongarse, cruzó la frontera de Tuy mostrando su pasaporte argentino, rumbo a Oporto, para reforzar al club portugués. Allí sería alineado de ariete, sacando provecho a su poderoso remate aéreo, sin que le pusieran el más mínimo impedimento ni a la ida ni en el retorno, tras leerse el último parte bélico. Como ciudadano argentino tampoco hubo de rendir cuentas ni someterse a depuración, por haber tomado las de Villadiego mientras los frentes y algunas retaguardias se inundaban de sangre. Y consecuentemente, pudo desarrollar las temporadas comprendidas entre 1939 y 1947 en su Deportivo, sin sobresaltos y como auténtico comodín entre la zona ancha del campo y los puestos de ataque. Si tanto antes como después de la guerra pasase por futbolista español, durante la misma sería visto como extranjero, aun sin convertirse en pupilo de los eufemísticamente denominados “campos de clasificación”. El paréntesis con que a efectos futbolísticos se zanjó aquella barbaridad está claro que habría obrado en su beneficio. Pertenecía a la disciplina deportivista en 1936, y por ello sus dos años largos con el Oporto no contaban a este lado del Miño. No se le exigió ningún transfer internacional, y así pudo seguir siendo argentino encubierto. Su hermano Manuel, por cierto, coruñés desde la cuna, llegó a alinearse con el Celta de Vigo a lo largo del campeonato 1942-43. Aquel pasaporte argentino, documento valiosísimo hace ya tantos años, al que siguió sacando lustre, constituyó para él un lujo.

Y es que una vez desligado del club coruñés, mientras a España llegaban desde Argentina los buques de Perón cargados con grano, carne o patatas, y pensando, quizás, que al otro lado del charco ataban a los perros con longaniza, tomó un buque en Vigo, rumbo a Buenos Aires, para luego ejercer como entrenador entre Venezuela y Portugal.

Las federaciones españolas pre y posbélicas parecieron no enterarse nunca de sus idas y venidas. De las suyas y de las de Zabalo, aunque éstas dejasen bastante más huella.

Ramón Zabalo (South Shields, Inglaterra, verano de 1910), era hijo del cónsul español en dicha localidad, desde la que sería trasladado poco después a Newcastle, antes de retornar a España. El joven Zabalo arraigó en Forte Pío (Barcelona), y desde el Fortpiense fue captado por el club azulgrana. A sus 18 años era inglés, menor de edad, y como para integrarse en el F. C. Barcelona necesitaba adoptar la nacionalidad española, su padre y él mismo pusieron precio a dichas diligencias. El club de la ciudad condal correría con los gastos inherentes a convertirlo en soldado de cuota cuando fuese llamado a filas. Es decir, pagaría para librarlo del servicio militar obligatorio, así como el uniforme que otro individuo con menos posibles iba a vestir en su lugar(1).  A partir de 1930 el ya español de Forte Pío se afianzó como excelente defensa, pero en 1932 las tuvo tiesas con los directivos “culés”. Sólo habían cumplido parcialmente con el abono de la cuota militar, y lo de cobrar como el que más en la plantilla quedó en agua de borrajas cuando, aun con retraso, se hicieron perceptibles en España las consecuencias del crac bursátil estadounidense de 1929. Después de las rebajas salariales decretadas por la directiva azulgrana, ganaba 600 ptas. mensuales y los brasileños Jaguaré y Dos Santos, que únicamente podrían intervenir en partidos amistosos, 1.000. O sea que, si el club no cumplía, él tampoco tenía por qué hacerlo, pareció considerar.

Su plante o declaración en rebeldía duró cinco meses, desde agosto de 1932 hasta el 25 de enero del 33. Según la normativa, para desligarse del Barcelona y quedar en completa libertad, aún debía permanecer inactivo siete meses más. Demasiado tiempo ocioso, siendo deportista de gran nivel. Claro que también disponía de otra bala en la recámara. Estaba a tiempo de reconvertirse en inglés, puesto que la decisión de hacerse español había sido tomada por otros en su nombre, al ser menor de edad. Ya había cumplido los 21 y nada le impedía actuar por sí mismo. Una vez ciudadano británico, tanto podría poner cara de despistado entre los culés, como buscar acomodo al otro lado de los Pirineos.

Hoy sigue sin estar claro cuándo se convirtió en súbdito británico. Lo relevante es que era inglés tras participar en la gira azulgrana por México, y al hacer escala en París con el propósito de ingresar en el Racing parisino. Para entonces era uno de los cuatro defensas más destacados de Europa, y como tal sería seleccionado con vistas el partido FIFA a disputar en Londres entre la selección nacional inglesa y otra continental. A él, puesto que competía en Francia, lo consideraron “continental” hasta que desde el otro lado del canal de La Mancha se levantaran voces de protesta: Zabalo era británico. ¿Cómo uno de ellos podía enfrentarse a su propia selección? Lógicamente, lo retiraron de la lista.

F. C. Barcelona de 1935. Zabalo aparece señalado con el número 2.

Mientras las cosas no se complicaron mucho en Francia, Ramón Zabalo continuó en París. Luego no figuró entre los represaliados ni se le recetaron meses o años de suspensión, como a varios compañeros suyos del F. C. Barcelona, cuando se decidió a cruzar la frontera en 1943 para alinearse con el Melilla. Más aún, inscrito como natural de Forte Pío, volvió a vestirse de azulgrana durante el campeonato 1944-45, aunque poquísimo, puesto que la edad no perdona. En pocas palabras, esquivó nuestra brutalidad civil y tampoco intervino en la Guerra Mundial, donde tantas decenas de miles de ingleses perdieron la vida combatiendo al nazismo hitleriano y el prepotente imperialismo fascista de Mussolini. Ni en la Federación Española, ni en el seno del comité depurador, ni en el Ministerio del Interior y su departamento de extranjería, parecieron darse por enterados de sus maniobras. Ni siquiera tuvo problemas durante los días en que ser británico por nuestros pagos, entre tanto germanófilo, podía causar múltiples disgustos. Más adelante estuvo regentando una fábrica de lejía y productos químicos, como español. Y hasta cabría pensar que acabó olvidando el periodo en que, por razones de conveniencia, eligiera ser súbdito de su graciosa majestad británica.

A la F.E.F. franquista tampoco se le ocurrió abrir un registro de extranjeros cuando el húngaro Alberty, que ya había jugado la temporada 1935-36 y estaba casado con una madrileña, siguiera compitiendo en nuestra Liga desde 1939. Otros foráneos hubieran podido seguir sus pasos en cualquier momento, porque pese a la catastrófica situación económica española seguía rigiendo la normativa de 1933, en materia de importaciones futbolísticas. De hecho, Santiago Bernabéu supo obtener réditos publicitarios con la incorporación del mexicano José Luis Borbolla durante el mes de julio de 1944, en pleno imperio del estraperlo y las cartillas de racionamiento, los cortes de luz, el frío helador, los rostros famélicos y la búsqueda desesperada de divisas. Borbolla constituyó un fracaso. Manejaba muy bien la pelota, pero era lento y la vivacidad, por no decir extrema dureza de nuestro fútbol, se le atragantaron por completo. Pese a ello, otros muchos le siguieron desde Argentina, México, Venezuela, Uruguay, Portugal, Francia, Italia…

En 1949, a raíz del convenio de colaboración firmado entre Argentina y España, los futbolistas de ese país inscritos en nuestra Federación serían favorecidos con el derecho a competir también en la Copa. E igualmente se facultó a nuestros clubes, durante un periodo de tres años, a incorporar 2 jugadores argentinos sin que ocupasen plaza de extranjeros. Para entonces, previendo el posible aluvión, la F.E.F. abrió finalmente un registro de futbolistas no españoles, consignando su nombre y dos apellidos, naturaleza, nacionalidad, Federación de procedencia, fecha del transfer, club que lo inscribía y un apartado de observaciones, destinado básicamente a reflejar fecha y destino de hipotéticos transferes de salida. La primera anotación, fechada el 19 de octubre de 1948, se dedicó al argentino Mateo Nicolau Garí, procedente de la federación mexicana con rumbo al Barcelona. Otros deportistas llegados con anterioridad y no inscritos al carecer de libro a ese efecto, como Antonio Navarro Cánovas (R. Madrid), o Arquímedes Herrero Errobidart (Valencia) serían reseñados en casillas que cronológicamente no les correspondían (11 y 15 respectivamente).

Por fin se disponía de un registro. Ya sólo faltaba cumplimentarlo adecuadamente, y por desgracia no se hizo.

Luego de varias temporadas, los errores, incongruencias e irregularidades comenzaron a florecer como en una selva amazónica. Bailes de nacionalidades, españoles reflejados como extranjeros, foráneos inscritos como oriundos y por lo tanto españoles de derecho… Formidable galimatías que al final sería causa de no pocos sustos, corruptelas generalizadas en el caso de oriundos de pega y movimientos de montaña rusa, ora displicencia máxima, ora mano dura en extremo. Joaquín Valle Benítez, por ejemplo, canario de retorno desde Francia, sería reflejado en el libro de extranjeros (casilla 19), al igual que el también español Olegario García Carril, incorporado por el C. D. Logroñés desde suelo galo (casilla 20). O el gallego José María Martín Rodríguez, emigrado a Argentina tras el asesinato de su padre durante la Guerra Civil y repatriado también desde Francia por el Deportivo de la Coruña (casilla 21). ¿Pensaría alguien, quizás, que allí debían aparecer todos los transferidos desde otras Federaciones, cualquiera que fuese su naturaleza? En ese caso habrían sido numerosos los casos de españoles procedentes del fútbol luso reducidos al limbo, porque nadie los incluyó en el libro. Además, muchos españoles por ser hijos de padre y madre española, al retornar de Hispanoamérica fueron tratados federativamente como argentinos, mexicanos, venezolanos o paraguayos. Basten a manera de muestra José Ramón Algarra Gabari (Erri-Berri de Olite, casilla 369), o José Ignacio Ajuria Astoreca (Arratia vizcaíno, casilla 446.).

Eulogio Martínez en remate acrobático ante el madridista Marquitos. Por esa época lo apodaron “abrelatas”, ante la facilidad con que sirviéndose de su mucha calidad técnica doblegaba cualquier cerrojo.

Puesto que, si se juega al despiste, lo natural es acabar despistado, esos apuntes federativos explican algunos desatinos como el concerniente al paraguayo Eulogio Martínez, cuyo caso fue ampliamente abordado por Antonio Arias desde su blog “Saltataulells”. El doble internacional, por Paraguay y España, chocó con la autoridad consular cuando quiso colar como hijo de españoles. Una vez descubierta la falsedad documental, su representante-intermediario comenzó a hablar de dinero por hacer la vista gorda. Desde el consulado en Paraguay se alertó al Ministerio español, en tanto el F. C. Barcelona trataba de mover hilos que le permitieran salirse con la suya. Eulogio Martínez no habría obtenido el visado consular, pero la Federación Española acabó inscribiéndolo como español en la casilla 106 de su libro e intervino como oriundo en nuestro Campeonato Nacional de Liga. El máximo órgano futbolístico, increíblemente, ponía alfombra roja al tocomocho.  

Casi paralelamente, mientras desde la Federación se consideraba extranjeros a numerosos españoles, algunos competían como españoles con todos los parabienes, sin serlo, y sólo puntualmente, por casualidad, quedaban al descubierto. Le ocurrió, cuando creía alcanzar la gloria, al delantero José Antonio Noya Bou (San Pablo de Ordal, Barcelona, 23-VII-1939), hijo de argentino, y argentino a su vez por conveniencia personal. Los hechos acaecieron de este modo.        

Tras competir con el Villafranca en 3ª División y categoría Regional durante las campañas comprendidas entre 1956-57 y 59-60, con el Badalona la temporada 60-61 en 3ª, y el Reus Deportivo en 1961-62, siempre cedido por el R. C. D. Español, titular de sus derechos, pasaría al Tarrasa en 1962-63 y Sabadell, cara al campeonato 63-64. Los vallesanos purgaban en 3ª División, pero sus goles (29 en 36 partidos) situaron rápidamente a los arlequinados en la categoría de plata, y aún en 1ª, encadenando dos ascensos consecutivos. Ya entre los grandes, otros 9 goles en 21 partidos (campaña 1965-66), y 6 en 27 choques correspondientes al ejercicio 66-67, unidos a un notable trabajo de desgaste, llamaron la atención del Atlético Madrid. Sólo una vez rubricado el traspaso, los “colchoneros” se dieron de bruces con una realidad inimaginable. Acababan de fichar a un jugador argentino.                   

Noya, en efecto, con 18 años decidió optar por la nacionalidad paterna, a fin de evitar el cumplimiento del servicio militar obligatorio. Una decisión utilitarista que de repente habría de causarle serios problemas, pues la Federación Española, la misma que hubiera diligenciado sus fichas cada temporada sin la más mínima objeción, alertada ante los reiterados y flagrantes manejos ilegales en la inscripción de falsos oriundos, decidió que el muchacho era extranjero a todos los efectos. De nada sirvieron las quejas rojiblancas, pretextando que ese mismo órgano llevaba 10 años extendiéndole ficha de jugador nacional. “Menos -se respondió desde el ente-. Cuando jugaba en 3ª y Regional era la Federación Catalana quien se las diligenciaba”. A lo que el At. Madrid replicó, aun siendo consciente de que probablemente no iba a obtener nada: “En todo caso desde que llegó a 2ª ya le han extendido tres. ¿Acaso empieza a ser extranjero cuando somos nosotros quienes lo inscriben?”.

José Antonio Noya, en un cromo de sus tiempos con el Granada C. F. Español de nacimiento, más adelante argentino de conveniencia, y nuevamente español para que su ficha fuese expedida por la F.E.F.

En 1967 los responsables de la calle Alberto Bosch se mantuvieron inflexibles, y mientras por sus despachos se rizaba el rizo, dirimiendo una respuesta a tan espinosa cuestión, Noya se vio obligado a pasar unos meses en blanco. Su legalización, obviamente, se hizo efectiva tras adquirir la nacionalidad española por vía urgente, ante lo especial del caso: nacimiento y radicación en España, cualificación laboral como futbolista de elite, abrazo de la ciudadanía argentina siendo menor de edad… Pero eso sí, tenía que cumplir la mili de inmediato. Y mientras lo hacía, “enchufado” y con 28 años, le fue recetada una cesión al Calvo Sotelo de Puertollano para ir poniéndose en forma, donde habría de rubricar 7 goles en los 20 partidos de 2ª División que disputara.

Ya no luciría de rojiblanco en el campo del Manzanares. El Granada presidido por Cándido Gómez, el gallego “Candi” que guarneciese el marco granadino durante tantos años y luego emparentase con una familia de abolengo local, iba a ser su destino durante las siguientes tres campañas en 1ª, mediante el abono de un millón de ptas. en concepto de traspaso.

Tras colgar las botas en 3ª División, jugando muy poco con el Real Jaén, excéntrico y parlanchín, amigo de casi todos gracias a su buen trato personal y sucumbiendo a los encantos del Albaicín y Generalife, habría de afincarse en la capital coronada por el macizo de Sierra Nevada.

Reboredo, Noya o Zabalo, sólo fueron la punta de un iceberg federativo, entre otros extranjeros nunca consignados como tales en las historias del fútbol. Y junto a ellos una pléyade de jugadores más modestos, extranjeros reales en ciertos casos, pero absolutamente desconocidos para el aficionado más voraz, e imaginarios otros muchos, de los que a buen seguro apenas alguien habrá oído hablar de pasada. Vaya como homenaje a todos, al tiempo que, a manera de ilustración sobre el antiguo quehacer federativo, un listado de aquellos que entre las temporada 1960-61 y 1972-73, fueran considerados jugadores foráneos por el máximo rector de nuestro fútbol y, careciendo de un currículo que los capacitase para disponer de fichas profesionales, únicamente se les consintiera competir como amateurs.

FUTBOLISTA

NATURALEZA

NACIONALIDAD

FE. TRANSFER

CLUB INSCRIPCIÓN

Clodoveo Guerrero Guerrero

Peruana

Peruana

24-XI-1960

C. D. Salmantino

Serafín Celma Dally

Venezolana

Venezolana

14-XI-1960

G. Tarragona

Jose Luis Flavia Pons

Española

Argentina

19-IX-1961

U. D. Mataronesa

Leoncio Rodríguez Rodríguez

Puertorriqueña

Puertorriqueña

19-IX-1961

A. D. Piloñesa

Kyrill Parlowsky Glahn

Española

Alemana

19-IX-1961

Tradecol C. F.

Máximo Schreiben Christ

Española

Alemana

9-I-1962

J. D. Flix

René Nielsen Frimand

Danesa

Danesa

23-II-1962

C. D. San Felipe

Jorge Arriola Muller

Alemana

Peruana

1-IX-1962

Cult. Guarnizo

Luis Carlos Albini Morales

Argentina

Argentina

18-IX-1961

A. D. Plus Ultra

Carlos Martínez Moya

Costarriqueña

Costarriqueña

11-VIII-1962

Burjasot C. F.

Mario Colombo Soler

Española

Italiana

11-VIII-1962

C. D. Jávea

Rafael Ignacio Naranjo Silva

Venezolana

Venezolana

5-XII-1962

Rvo. Europa Delicias

José Joaquín Amieva Gutiérrez

Mexicana

Mexicana

5-XII-1962

C. Inmaculada (Gijón)

Sebastián Company Murgas

Panameña

Panameña

5-XII-1962

S. D. San Felipe

Juan Manuel Del Río Gómez

Mexicana

Mexicana

5-XII-1962

Cult. Guarnizo

Carlos Gabriel Granda Cabrera

Guatemalteca

Guatemalteca

5-XII-1962

Pumarín C. F.

Alfredo Juan Cabrero Aguinaco

Peruana

Peruana

27-XI-1962

C. D. Ballesteros

Juan José Calle Domínguez

Chilena

Chilena

4-I-1963

C. D. Loyola

Carmelo Roda García

Marroquí

Española

17-XII-1962

Xixona C. F.

Pablo Riera Juliá

Argentina

Argentina

28-XI-1962

C. D. Universitario

Bernhard Trost

Alemana

Alemana

2-X-1962

 

Carl Martín Outzen

Danesa

Danesa

14-II-1963

 

Ramón Gutiérrez Barquín

Mexicana

Mexicana

26-II-1963

Rayo Cantabria

José Migdonio Canseco Tavara

Peruana

Peruana

1-II-1963

Inter C. F.

Mario Trueba Rico

Cubana

Cubana

13-III-1963

Estrella Tetuán

Félix Cué Fernández

Cubana

Cubana

4-IV-1963

Toluca

Ángel Villanueva Gutiérrez

Mexicana

Mexicana

6-VI-1963

C. D. Pamplona

José Luis Caso Peláez

Mexicana

Mexicana

16-X-1963

C. Inmaculada (Gijón)

Antonio Ribeiro Alías

Española

Portuguesa

año 1963

C. D. Hermosilla

Juan Parra Boronat

Francesa

Francesa

año 1963

C. D. Alter

Eliezer Ferdinand Kosters

Alemana

Alemana

28-II-1964

A. Dpva. AEG

Omar Raúl Rodríguez Derozzi

Argentina

Española

26-XII-1963

Rvo. Europa Delicias

Jorge Manuel Pérez Yannelli

Cubana

Cubana

26-XII-1963

 

Fco. Misael Suárez Herrera

Chilena

Chilena

   

Juan Carlos Luengo Gilli

Argentina

Argentina

1-XII-1964

C. D. Pegaso

Eliseu Manuel Mendonça Paulino

Portuguesa

Portuguesa

11-II-1965

At Madrid

Noel Lwrycke Paquet

Congo Belga

Belga

4-III-1965

 

Luis Gómez López

Francesa

Española

17-IV-1965

C. D. Hesperia

Ricardo Piñol Campobarde

Francesa

Francesa

15-XII-1964

C. D. Sabadell

Jorge Fernando Payés Margarit

Argentina

Argentina

17-IV-1965

C. Tenis Buzino

Ricardo Pérez Carbonell

Venezolana

Venezolana

11-VI-1965

C. F. Barcelona

Jorge G. Honnorat Almira

Francesa

Francesa

4-II-1965

F. C. Andorra

Pedro Fco. Fornero Vallés

Española

Italiana

4-II-1965

C. F. Barcelona

Pedro Füllermann Lohse

Española

Alemana

4-II-1965

 

Carlos Füllermann Lohse

Española

Alemana

4-II-1965

 

Klaus Dieter Andreas Seemann

Alemana

Alemana

10-II-1965

U. D. Orotava

Jorge Alberto Castro Thiem

Argentina

Argentina

10-II-1965

 

Juan Miguel Madariaga Aguirre

Mexicana

Mexicana

10-II-1965

S. D. Begoña

Luis Fernando García Couto

Portuguesa

Portuguesa

10-II-1965

 

Willy Stähli

Suiza

Suiza

27-IX-1966

 

Jean Michel Blampain

Belga

Belga

17-XI-1966

C. D. Español (Balear.)

Juan Carlos Olcese Segarra

Marroquí

Italiana

19-I-1967

A. D. Ferroviaria

Pedro Manuel Miera Gutiérrez

Francesa

Francesa

19-I-1967

Rayo Cantabria

Oscar Raúl Jiménez Fernández

Argentina

Argentina

21-II-1967

 

José Ramón Algara Gabari

Argentina

Argentina

21-II-1967

Erri-Berri Olite

Pierre Edgar Blampain

Belga

Belga

21-II-1967

Real Mallorca

Emeric Blampain

Belga

Belga

21-II-1967

Real Mallorca

Juan Antonio Gamboa Aróstegui

Filipina

Filipina

4-III-1967

C. D. La Salle

Gilbert Oum Oum

Camerunesa

Camerunesa

4-IV-1967

Plá Panadés

Carlos Arturo Acevedo López

Colombiana

Colombiana

10-IV-1967

U.D. Ateneo Montserrat

Eduardo Pérez Terreres

Venezolana

Venezolana

18-IV-1967

 

Julio César Retis Vázquez

Peruana

Peruana

11-IX-1967

S. D. Negreira

Silverio Nasser Cardona

Israelí

Israelí

10-X-1967

Juv. San José

Jean Louis Marcel Sin Lloveras

Francesa

Francesa

9-XI-1967

Peña Solera

Alfonso Oortúzar Berrojálbiz

Cubana

Cubana

9-XI-1967

 

Jan Sttafan Jammesson

Sueca

Sueca

20-XII-1967

 

Asís Machado Da Silva

Portuguesa

Portuguesa

5-III-1968

Porriño Industrial

Carlos Miguel Ruiz Sampedro

Mexicana

Mexicana

6-II-1968

C. D. Gaus

Ginés Augusto Costa Mendonça

Marroquí

Marroquí

5-III-1968

U. D. Aspense

Jesús Mª Ruete Moreno

Argentina

Argentina

2-IX-1968

Juv. San Antonio

Ricardo Ernesto Martínez Fernández

Peruana

Peruana

23-IX-1968

 

Alfredo Luis Urrutia Pintado

Cubana

Cubana

23-IX-1968

Inter C. F. (Astur.)

Plácido Manuel Pertegaz Casas

Venezolana

Venezolana

23-IX-1968

 

Antonio Martínez Estarellas

Argentina

Argentina

23-IX-1968

Juventud Buñola

Fco. González Muachao

Portuguesa

Portuguesa

23-IX-1968

 

Kjeld Cba Rohde

Danesa

Danesa

8-XI-1968

C. D. San Remo

Jorge Ardila Jiménez

Colombiana

Colombiana

8-XI-1968

Don Bosco (Granad.)

Fco. Ignacio Pellisa Suriol

Francesa

Francesa

8-XI-1968

C. F. Vilafranca

Carmelo Asu Mbuar Asangono

Guineana

Guineana

8-XI-1968

A. D. La Paternal

Luis Alberto Luque Lezcano

Argentina

Argentina

8-XI-1968

S.D.C. Mundaiz

Teodoro Andresa Castellón

Guineana

Guineana

8-XI-1968

 

Indro Ricardo Dos Santos Rodrigues

Portuguesa

Portuguesa

8-XI-1968

 

Guy Yameogo Guire

Alto Volta

Alto Volta

21-III-1969

At Madrid

Vicente Raúl Jara Marecos

Panameña

Española

6-IX-1969

C. D. Sabadell

José Ignacio Ajuria Astoreca

Argentina

Argentina

12-II-1970

C. D. Arratia

Max Erwin Brodesser

Alemana

Alemana

20-XI-1969

C. D. Murense

Guillermo Ortega Arcauz

Chilena

Chilena

25-II-1970

 

Rui Manuel Gracia das Neves

Portuguesa

Portuguesa

25-II-1970

 

Giuseppe Giovanni Paloschi

Italiana

Italiana

25-II-1970

 

Antonio Esono Nguema Adugu

Guineana

Guineana

25-II-1970

 

Miguel Ángel García Fuentes

Venezolana

Venezolana

25-II-1970

 

Santiago Asumu Ocomo

Guineana

Guineana

13-X-1970

 

José Manuel Gomes Pinto

Portuguesa

Portuguesa

13-X-1970

 

Constantino Marino Prendes Camacho

Uruguaya

Española

13-X-1970

 

Sigfrido Herrero Fuster

Venezolana

Española

3-XI-1970

U. D. Benigánim

Juan Carlos Artieda Pellejero

Argentina

Argentina

3-XI-1970

 

Adriano N´Guessan Kouame Affoue

Guineana

Guineana

3-XI-1970

Caravaca C. F.

Mathias Tanoh N´Gadi

Guineana

Guineana

3-XI-1970

 

Fernando Nicolás Barriuso Antón

Chilena

Chilena

6-IV-1971

C. D. Lermeño

Rosendo Otogo Ngui

Guineana

Guineana

5-X-1971

U. D. Aspense

Antonio Fernando Nve Obiang

Guineana

Guineana

5-X-1971

Cobarro Horticela

Juan José Costa Picañol

Cubana

Cubana

5-X-1971

 

Ricardo Nelson Pons Carranza

Brasileña

Brasileña

5-X-1971

C.I.D.E.

Alfredo Van-Grieken Palacio

Colombiana

Colombiana

5-X-1971

Gran Vía C. F.

Hernando Londoño Guarín

Colombiana

Colombiana

5-X-1971

Villarreal C. F.

José Eneme Obiang Maye

Guineana

Guineana

5-X-1971

C. D. Cuarte

Jorge Mba Efumbe

Guineana

Guineana

5-X-1971

U. Carmen

Saturnino Epitie Dyome Remi

Guineana

Guineana

5-X-1971

C. D. El Águila

Fabio Máximo Unzain Tarantino

Italiana

Paraguaya

4-XI-1971

 

Herminio del Valle García

Chilena

Chilena

27-XI-1971

 

Yusuf Mahamud Ynsuf Yebrin

Jordana

Jordana

28-II-1972

 

Luis Ernesto Monúa Torrens

Uruguaya

Uruguaya

28-II-1972

 

Nicolás Orosz

Húngara

Húngara

28-II-1972

 

Jesús Rodríguez Soria

Española

Cubana

28-II-1972

 

Orlando Arenas Narváez

Colombiana

Colombiana

28-II-1972

 

Daniel Zamora Salas

Guineana

Guineana

28-II-1972

 

Luis Oswaldo Sibille Martina

Peruana

Peruana

28-II-1972

 

Pedro Javier Vázquez-Caidedo Céceres

Peruana

Peruana

28-II-1972

 

Jorge Miguel Fenoll Brunet

Venezolana

Venezolana

28-II-1972

 

Salvador Celis Guedes Salen

Venezolana

Venezolana

28-II-1972

 

Emmanuel Eugene Oboe Ashrifie

Ghanesa

Ghanesa

28-II-1972

 

Miguel Ángel Olcese Segarra

Española

Italiana

28-II-1972

 

José Manuel Ruiz Fernández

Mexicana

Mexicana

23-III-1972

 

Horst Mahz

Alemana

Alemana

19-IV-1972

S. Ignacio de Loyola

José Augusto da Silva Jordán

Portuguesa

Portuguesa

6-XII-1971

C. D. Morell

José Álvarez Gutiérrez

Cubana

Cubana

18-IV-1972

Cult. Leonesa

Emilio Álvarez Gutiérrez

Cubana

Cubana

18-IV-1972

Cult. Leonesa

José Manuel Fernández Camba

Venezolana

Venezolana

18-IV-1972

 

José Miguel Martínez Ogando

Danesa

Danesa

18-IV-1972

 

Miguel Antonio Moreno Gómez

Mexicana

Mexicana

18-IV-1972

 

Acacio Ayong Ndongo Nseng

Guineana

Guineana

18-IV-1972

 

Romualdo Locuna Bioco

Guineana

Guineana

18-IV-1972

 

Joseph Gourie Chaabo

Siria

Siria

26-IX-1972

 

Jon Iñaki Astiz Medrano

Venezolana

Venezolana

26-IX-1972

 

Anai Mikel Astiz Medrano

Venezolana

Venezolana

26-IX-1972

 

Armando de Jesús Martins

Portuguesa

Portuguesa

17-X-1972

 

Manuel López Feijoo

Venezolana

Venezolana

17-X-1972

 

Carlos Gujo Arenas

Uruguaya

Uruguaya

17-X-1972

 

Plácido Bebea Motombu

Guineana

Guineana

17-X-1972

 

Ángel Sebastián Fernández Laorden

Argentina

Argentina

17-X-1972

 

Manuel Fernández González

Cubana

Cubana

17-X-1972

 

Fco. J. García-Salmones Velasco

Mexicana

Mexicana

17-X-1972

 

José Ignacio Artamendi Benito

Mexicana

Mexicana

17-X-1972

 

José Pedreira Penedo

Mexicana

Mexicana

17-X-1972

 

José Alcaraz Rivas

Argelina

Argelina

16-XI-1972

C. D. Cartagena

Fernando González Pérez

Venezolana

Venezolana

16-XI-1972

 

José Sáez Rodríguez

Francesa

Francesa

16-XI-1972

 

Simón Mansogo Nfe

Guineana

Guineana

16-XI-1972

 

Benjamín Núñez Seisdedos

Venezolana

Venezolana

16-XI-1972

 

Juan Manuel Inunciaga Aguirre

Filipina

Filipina

16-XI-1972

 

José Luis Anasagasti Olabeaga

Venezolana

Venezolana

16-XI-1972

 

Luis Chongo Bitorosa

Guineana

Guineana

16-XI-1972

C. D. Albatera

Antonio José Morales Docasal

Chilena

Chilena

24-XI-1972

 

Juan Manuel Brisset Martín

Cubana

Cubana

20-I-1973

 

José Antonio Medina Fernández

Soviética

¿?

6-II-1973

 

Miguel Fco. Herrero Chico

Argelina

Argelina

6-II-1973

 

Carlos Mª Tchoungung

Camerunesa

Camerunesa

6-II-1973

 

José Mª Rivera Arbeloa

Argentina

Argentina

6-II-1973

 

Luis Bujón Escoriaza

Venezolana

Venezolana

6-II-1973

 

Gustavo Miranda Del Castillo

Argentina

Argentina

6-II-1973

 

Rómulo Cortés González

Boliviana

Boliviana

30-III-1973

 

Adamo Coulibaly

Maliense

Maliense

30-III-1973

 

Vicente Pérez Pérez

Argentina

Argentina

4-VII-1973

 

No se entiende la consideración de extranjeros para los naturales de Guinea Ecuatorial. Todos los guineanos en disposición de jugar al fútbol la temporada 1972-73, última consignada, habían nacido en tiempos de colonización española, cuando los naturales de Fernando Poo, Anobón, Corisco, Elobey Grande y Elobey Chico, eran súbditos españoles al tener aquellos territorios consideración de provincia española ultramarina. Dicho de otro modo, fueron inscritos como españoles y hasta los más talluditos habrían poseído un carnet de identidad español. Ni siquiera la actitud del dictador Macías tras la descolonización, ferozmente antiespañola, podía privar a sus súbditos de los derechos adquiridos una vez éstos pisaban la península o cualquiera de nuestros archipiélagos. Otro tanto cabría decir, por no extendernos, acerca de los “venezolanos”, en buena medida hijos de padres canarios, y de prácticamente todos los argentinos o mexicanos, con raíces inequívocamente peninsulares.

Consta, también, que algunos verían modificada su catalogación federativa corrido el tiempo, tras nacionalizarse españoles. Y esta circunstancia equivalía a hallarse en disposición de aceptar ofertas procedentes de clubes en categoría nacional, profesionalizándose, de paso, en mayor o menor medida. Porque el amateurismo forzoso recetado desde la F.E.F. lo que pretendía era anclarlos al fútbol Regional “senior”.

Las peripecias de muchos de ellos fueron variadas. El danés René Nilsen no permaneció mucho tiempo en España, ya que partió hacia su país el 17 de octubre de 1963. El germano Bernhard Trost apenas si tuvo ocasión de lucir por nuestros pagos, puesto que retornaría a Alemania con fecha 25 de enero de 1963. Pedro Francisco Fornero Vallés, español, aunque llegado desde Italia, ya había sido inscrito federativamente como juvenil para la temporada 1959-60, contradiciendo al propio Registro General de Extranjeros. El portugués Asís Machado da Silva obtuvo la nacionalidad española a partir del día 11 de noviembre de 1974 y, ya español de pleno derecho, quedaba sin efecto su limitación a competir perpetuamente como aficionado. Exactamente igual que el ecuatoguineano Rosendo Otogo Ngui, quien tras resolver distintos trámites administrativos sería reconocido como español el mismo día y mes, pero del año anterior. Los cubanos José y Emilio Álvarez Gutiérrez, o los también hermanos venezolanos Jon Iñaki y Anai Mikel Astiz Medrano tenía sólo de caribeños y sudamericanos el lugar de nacimiento. El boliviano Rómulo Cortés González, a despecho de lo apuntado en el registro de la Federación, no llegó a España desde su país natal, sino procedente de los Estados Unidos de Norteamérica. Constantino Marino Prendes Camacho, llegado desde Uruguay, habría sido víctima de un completo desafuero al expedírsele con carácter perpetuo una ficha de aficionado. Era español de nacionalidad, y aunque en octubre de 1970, fecha del trámite federativo no aspirase a la profesionalización, tampoco podían cortársele las alas de cara al futuro. Su situación era “no exclusiva”, idéntica a la de cualquier natural de Torrelodones, Lerma, Verín, Calatayud, Sigüenza, Catarroja, Guadix o Melgar de Fernamental, en el instante de ser fichado por el club de su pueblo. Finalmente, José Antonio Medina Fernández, soviético desde un punto de vista legal, era hijo de niños de la guerra en su día enviados a un forzoso exilio en la URSS desde el área republicana. Una víctima más de la sinrazón. O si se prefiere, otro “hijo del olvido”.

Si el registro de extranjeros ayudó mucho, como resulta obvio, tampoco fue suficiente para evitar agravios en la F.E.F., desterrar errores y garantizar limpieza en nuestros torneos balompédicos. Lo peor, de cualquier modo, aún estaba por venir.   

_______________________________

.- La “cuota militar” era completamente legal durante los años 20 y primeros 30 del siglo XX, en nuestro país. Bastaba con abonar una cantidad nada desdeñable, para quedar exento de todo servicio. Una fórmula que proletarizó el ejército, contribuyendo a crear, de paso, grupos virtualmente profesionales con escasos medios en el nicho más bajo del estamento militar.

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