RESUMEN:

1.- Partidos de presentación del novísimo y jovencísimo Athletic Club Finalizado el torneo amateur el día 3 de abril de 1938, torneo en  el que se proclamó brillantemente campeón el Carmen de Baracaldo tras derrotar al Solocoeche Sport por un abultado 6-1 y con antelación a las fechas finales, por una parte, del Torneo Vizcaya

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Última fase de la recomposición del Athletic Club en la temporada 1938-39 con vistas al inicio del Campeonato de Liga 1939-40

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1.- Partidos de presentación del novísimo y jovencísimo Athletic Club

Finalizado el torneo amateur el día 3 de abril de 1938, torneo en  el que se proclamó brillantemente campeón el Carmen de Baracaldo tras derrotar al Solocoeche Sport por un abultado 6-1 y con antelación a las fechas finales, por una parte, del Torneo Vizcaya (02-10-1938) y, por otra, de la Copa Vizcaya o del Presidente de la Diputación (08-01-1939), el día 8 de abril de 1938[1], el Athletic Club organizó una reunión en los locales del club –más correctamente dicho, en el café La Alcazaba, que estaba en la calle Ayala, en la misma casa cuyo primer piso o entreplanta era el domicilio social del Athletic Club– asistiendo a la misma una serie de jugadores que habían participado en el torneo amateur y que habían sido convocados por el club a través de una nota de prensa: Florencio Erausquin, Manuel Larrazábal, Víctor Nocedal, Ignacio Gamechogoicoechea (‘Gamecho’), Roberto Bertol, Imanol Viar, Pedro Izaguirre, Félix Menchaca, Eugenio Saldaña, José Félix Arrieta, Juan Arana, J. Benito, Cándido Gardoy (‘Macala’), Carlos Escobal, Niko Viar, José Luis Justel, José González e Ignacio Larrauri.

San Mamés, 3 de abril de 1938. Equipo del Solocoeche Sport, subcampeón del Torneo Amateur. Autor: Elorza. Fotografía cedida al Athletic Club por parte de un particular desconocido. Fuente: Hierro (05-04-1938).

San Mamés, 3 de abril de 1938. Equipo del Solocoeche Sport, subcampeón del Torneo Amateur. Autor: Elorza. Fotografía cedida al Athletic Club por parte de un particular desconocido. Fuente: Hierro (05-04-1938).

A la reunión asistieron los ‘ases’ de los diversos equipos que habían tomado parte en el brillante torneo amateur, jugadores que, algunos de ellos, vestirían el día de mañana la camiseta rojiblanca. En la misma, el presidente de la entidad, don Luis Casajuana, felicitó a los jugadores por su excelente comportamiento en el torneo y después les comunicó la idea que tenía el club de acogerles en sus filas procurando convertirles en jugadores. Así mismo, les comunicó que el club ya tenía concertados cuatro partidos: con el Alavés de Vitoria, con el Racing de Santander, con el Real Unión de Irún y con la Real Sociedad de San Sebastián, encuentros que se jugarían en San Mamés y siendo probable que luego se jugaran los partidos en campo contrario.

El Athletic Club fue dando los últimos retoques y el día 20 por la noche se reunió la Junta Directiva del Club a fin de designar al equipo que se desplazaría el domingo día 24 a Burgos. Los ‘chavales’ del Athletic Club estaban nerviosísimos pues eso de ir a jugar fuera de casa y vistiendo la camiseta del equipo tantas veces campeón era como para no dormir.

El día 22, el Athletic Club dio a conocer públicamente el calendario de los partidos concertados para jugarlos con su equipo amateur:

FECHA

EQUIPO CONTRARIO

LOCALIDAD Y CAMPO
24-04-38 Cultural Deportiva de Burgos Burgos (La Berna)
08-05-38 Real Sociedad de San Sebastián Bilbao (San Mamés)
15-05-38 Real Unión de Irún Bilbao (San Mamés)
22-05-38 Racing de Santander Bilbao (San Mamés)
26-05-38 Racing de Santander Santander (El Sardinero)
29-05-38* Deportivo Alavés de Vitoria Bilbao (San Mamés)
12-06-38* Real Unión de Irún Irún (Gal)
19-06-38* Deportivo Alavés de Vitoria Vitoria (Mendizorroza)

(*): No llegaron a disputarse.

Todos esos partidos serían de carácter benéfico y jugados por parte del Athletic Club con su nuevo equipo de jóvenes auténticamente amateur: Roberto Bertol, J. Benito, Carlos Escobal, Egusquiza, Agustín Gaínza (‘Piru’), Miguel Gaínza, Ignacio Gamechogoicoechea (‘Gamecho’), Cándido Gardoy (‘Macala’), Daniel Idígoras, José González, Pedro José Izaguirre, Jose Luis Justel, Kirschner, Larrazábal, Martínez, Menchaca, Olávarri, Saldaña, Imanol Viar (Manuel) y Niko Viar (Nicolás).

Además de esos partidos, se proyectó también la celebración de otros, también benéficos, en Valladolid y Salamanca.

Los partidos de San Mamés serían a beneficio de Frentes y Hospitales y Auxilio Social y la presentación oficial del equipo ante la afición de San Mamés quedó, por tanto, fijada para el 8 de mayo.

Tenía, pues, este nuevo equipo más apariencia de categoría juvenil que de primera división y estaba compuesto por muchachos que jamás habían jugado juntos. Por consiguiente, la directiva del Athletic Club era consciente que había que rodarlo, trabajarlo y moldearlo a fin de que adquirieran una mínima experiencia futbolística, un saber estar en el campo, una compenetración entre ellos, etc. En definitiva, había que lograr un equipo experimentado y con sensación de conjunto que pudiera decorosamente hacer frente a las competiciones futbolísticas venideras una vez terminara la guerra fratricida.

Para conseguir este objetivo confeccionó la directiva el calendario futbolístico anteriormente comentado. Estos partidos tuvieron, además, otros objetivos colaterales siendo, quizás, el más importante de ellos el despertar a la afición futbolística que, por efecto de la guerra y del parón deportivo, se encontraba adormilada.

La prensa jugó un papel determinante en el despertar de la afición con sus artículos rebosantes de ánimo hacia el nuevo equipo y sus comentarios llenos de pasión futbolística. No obstante, era consciente de que se trataba de un equipo primerizo y lo hacía destacar claramente a fin de que los aficionados no se llevaran a engaño y no construyeran castillos en el aire, intentando, con todos los medios a su alcance, que la afición no pusiera como meta la consecución de un equipo de los de verdad, como el de antes de la guerra.

1.1.- Debut en Burgos (Selección Burgalesa, 1 – Athletic Club, 6)

La presentación de su infantil equipo la hizo en Burgos, el 24 de abril de 1938. Fue además la presentación y prueba. Perico Birichinaga actuó de masajista, entrenador y casi ‘madre’ de aquellos críos que vapulearon a una selección burgalesa en el campo de La Berna, y no a la previamente anunciada Cultural Deportiva de Burgos, por un contundente seis a uno. En esta selección jugaban algunos elementos de clase pertenecientes al Sporting de Gijón, Atlético de Madrid, Arenas, etc. El juego del equipo bilbaíno fue excelente y destacaron, en conjunto, todos los jugadores.

El Athletic Club alineó en este su primer partido el siguiente once: Kirschner (luego jugó Idígoras); Larrazábal, Egusquiza; ‘Gamecho’, M. Viar, Bertol; Menchaca, N. Viar, ‘Macala’ (Escobal), Justel y González.

Los goles del Athletic Club fueron marcados por los siguientes jugadores: González (2), Justel (3) y Menchaca (1).

1.2.- Presentación oficial en San Mamés (Athletic Club, 3 – Real Sociedad, 2)

El ‘derby’ de presentación tuvo lugar en San Mamés el día 8 de mayo de 1938. El equipo contrincante, la Real Sociedad, se encontraba en aquellos momentos muy rodado, compenetrado y fuerte, saboreando la espléndida victoria que había alcanzado el domingo anterior en Atocha frente al potente equipo del Oriamendi de Baracaldo dentro de la Copa Brigadas de Navarra. Por consiguiente, difícil, pero no imposible, era la labor que tenía que hacer el equipo del Athletic si quería salir airoso del encuentro. Así y todo, tampoco se podía exigir mucho a los muchachos del equipo rojiblanco, que no eran unos ases, sino unas promesas, que probablemente podrían llegar a ser realidades, pero que, en aquel momento, no pasaban de eso, de ser unas promesas del Athletic. Era el equipo rojiblanco un conjunto formado hacía unos días por muchachos de poca experiencia futbolística, pero llenos de entusiasmo y voluntad, deseosos además de llegar a donde llegaron sus antecesores.

Así que la tarea que tenían que realizar los jugadores bilbaínos era dura, muy difícil, y los aficionados que acudieran al encuentro debían darse cuenta de que lo que iban a juzgar no era un equipo hecho y derecho, sino un proyecto de equipo, un conjunto de muchachos, promesas del fútbol, a los que era preciso ayudar e inyectar entusiasmos para que siguieran su curso ascendente y algún día se convirtieran en realidades del fútbol vasco pues, de lo contrario, se les podría malograr cuando aún no habían empezado a dar rendimiento.

Ese día de acontecimiento futbolístico en Bilbao en el histórico campo bilbaíno, saltarían los muchachos rojiblancos al césped pisado por las glorias del pasado, aún cercano en la mente de los aficionados, a recibir la aprobación de sus hinchas y de la afición en general, así que fácil era comprender la importancia que para esos chavales tenía el partido.

Y, llegado el día de la verdad, el Athletic Club venció por 3 goles a 2 a la Real Sociedad.

El encuentro entre bilbaínos y donostiarras fue entretenido, teniendo incluso una cosa buena: que se vio buen fútbol. Se vio un buen encuentro, ya que hubo una cosa imprescindible en un partido de fútbol: la rapidez con que unos y otros jugaron, a lo que se unió la codicia que desplegaron los chavales del Athletic y de la Real Sociedad.

Desde el momento que comenzó el encuentro hasta el final del mismo, el balón anduvo danzando de una portería a otra, saliendo beneficiados con ello los espectadores que tuvieron la suerte de ver algo que no habían visto hace tiempo: un partido en el que la rapidez en la conclusión de las jugadas se salía de lo normal.

Al final, alguno de los dos equipos tenía que ganar el partido, y como el bilbaíno fue el que tuvo más méritos, el que hizo más por conseguirlo, la lógica se portó como es debido en aquella ocasión, dando la victoria al equipo que verdaderamente se la merecía.

El diario vespertino Hierro, a través de su cronista deportivo José Luis Isasi, dejó escrito lo siguiente sobre la presentación del Athletic ante su público:

El Athletic, el nuevo equipo del Athletic, se presentó ayer en San Mamés por vez primera, y la calificación que se puede dar a su actuación es la de excelente, opinando igual que nosotros la mayoría de los espectadores ayer presentes en San Mamés.

Aún no es un equipo lo que tiene el Athletic, pero si tiene unas esperanzas del deporte británico por excelencia, esperanzas de las que saldrán buenos jugadores, que den muchos triunfos al equipo bilbaíno en su lucha campeonil y luego al equipo español, en el que, sin duda alguna, formarán algunos jugadores rojiblancos.

Hay conjunto, y, sobre todo, hay jugadores de clase, que más que esperanzas son realidades futbolísticas.

Una bonita línea delantera, en la que figura un interior izquierda, Justel, que es una monada cómo juega al fútbol, tiene hoy día el Athletic.

Tanto pasando el balón, como tirando a goal, Justel no pierde un segundo, siendo él quien verdaderamente lanza a sus compañeros al goal contrario.

Cuenta con un extremo que juega porque así se empeña Justel, que le sirve el balón en bandeja. El delantero centro, ‘Macala’, es habilidoso y sabe colocarse, lo mismo que el interior derecha, Nico Viar, que pecó de individualista, teniendo un poco abandonado a Menchaca, que es el extremo derecha.

La línea media del Athletic, en cuanto tenga un poco de experiencia, se acostumbre a cruzar el balón, será una línea media de categoría, ya que lo mismo M. Viar en el centro, que ‘Gamecho’ y Bertol en las alas, forman una línea codiciosa, que sabe lo que se trae entre manos, cuando no se empeña en hacer juego individual.

No hizo un gran partido la defensa, pero demostró tener ‘madera’, como dicen los hinchas, pues tanto Carlos (López) como Bertol (¿no será Larrazábal?), demostraron saber lo que es fútbol. Y en la portería, Idígoras bien.

En conjunto, el equipo del Athletic gustó en su presentación, viéndose en él madera, que se puede pulir y perfeccionar debidamente.” (Hierro, 09-05-1938).

El once que alineó el Athletic Club en el ‘derby’ fue el siguiente: Idígoras; López, Larrazábal; ‘Gamecho’, Viar (M.), Bertol; Menchaca, Viar (N.), ‘Macala’, Justel y González.

Los goles del Athletic fueron marcados por los siguientes jugadores: ‘Macala’ (1)[2] y Justel (2) [3].

Idígoras, el guardameta bilbaíno, se arroja valientemente a los pies de Zaldúa, salvando un peligro inminente. (Autor: Elorza. Fuente: Hierro, 9 de mayo de 1938) [4].

Idígoras, el guardameta bilbaíno, se arroja valientemente a los pies de Zaldúa, salvando un peligro inminente. (Autor: Elorza. Fuente: Hierro, 9 de mayo de 1938) [4].

Idígoras, el guardameta bilbaíno, se arroja valientemente a los pies de Zaldúa, salvando un peligro inminente. (Autor: Elorza. Fuente: Hierro, 9 de mayo de 1938) [4].

1.3.- Athletic Club, 5 – Real Unión de Irún, 2

Tras los dos partidos anteriores existían en la afición bilbaína verdaderos deseos de ver actuar a los nuevos jugadores del Athletic, cuyos nombres ya empezaban a sonar en las tertulias futbolísticas.

En esta ocasión, los ‘chavales’ del Athletic se iban a enfrentar al Real Unión de Irún –equipo de nota, fuerte, de clase y que practicaba un fútbol rápido– y no tenían otra cosa en la cabeza que demostrar que la victoria contra la Real Sociedad no había sido producto de la suerte, sino de su juego.

Bajo el punto de vista de experiencia y calidad futbolística, no tenía nada de particular que ganase el Real Unión, ya que tenía equipo de más peso y bastante más hecho que el bilbaíno. El Real Unión vino a San Mamés con la intención de ganar y como prueba de ello trajo a ‘la Catedral’ lo mejor de lo mejor, deseoso de hacer un lucido papel frente a los ‘chavales’ bilbaínos, cuya fama se había extendido rápidamente, siendo por aquel entonces el equipo ‘vedette’ de la España nacional.

El partido se disputó en San Mamés el día 15 de mayo de 1938 y el Athletic, a pesar de la veteranía de sus contrincantes, ganó el encuentro, y lo ganó merecidamente, por el juego que desplegó y por el entusiasmo que puso en la contienda.

Así vio José Luis Isasi, cronista deportivo del diario Hierro, el comportamiento del once rojiblanco:

De primera, se puede decir que es la clase de juego que hoy día tiene el nuevo equipo del Athletic. Nos gustó mucho el juego que desarrolló frente a la Real Sociedad, hace ocho días; pero muchísimo más nos gustó el de ayer tarde, frente al Real Unión. Habrá quien se figure que nosotros nos basamos en el resultado, más copioso ayer que hace ocho días, pero no está ahí el quid de la cosa, sino en el juego y en el modo de estar en el campo, donde nosotros nos asentamos para decir que el juego de ayer fue bastante superior al del día de la Real Sociedad.

Maravillado me quedé ayer al ver moverse al equipo con aquella tranquilidad con que se movía, sabiendo lo que hacía, sin apenas apelotonarse ni mucho menos andar de cabeza detrás del balón.

Ayer, el Athletic dominó el balón y dominó la situación durante todo el encuentro. ¿Hay quien pida más? Juego de conjunto, de equipo compenetrado, tuvo ayer el Athletic, y de ello resultó que la victoria fue espléndida, alcanzada, además, con todas las de la ley.

La delantera, peligrosa y rápida en sus avances, tuvo momentos felicísimos, en los que descolocó por completo a la defensa irunesa, que se las veía negras para detener sus avances. Dos interiores que saben jugar de interior, ayudando a los medios y sirviendo bien el balón al delantero centro y a los extremos, son los del Athletic; pues lo mismo Justel que Nico Viar jugaron mucho y bien, tirando, además, magníficamente a goal.

Los extremos, más que discretos, y un delantero centro, ‘Macala’, jugador fino, que se cuela maravillosamente y tiene gran concepto del juego, completan el quinteto atacante.

Mucho más nos gustó Bertol de medio derecha –donde jugó ayer– que de izquierda, haciendo un bonito partido. ¿Llegará Manu Viar a ser un buen medio centro? Esta pregunta se hacían ayer los aficionados, viendo moverse tan bien, en tal difícil puesto, a Viar, que fue el cerebro del equipo bilbaíno.

Discreta la defensa y muy bien el portero Kirschner. En conjunto, todo el equipo carburó bien, jugando todos para todos, y dando sensación de seguridad, lo que no es fácil ver en equipos de muchas campanillas.” (Hierro,16-05-1938).

El Athletic Club alineó a los siguientes jugadores: Kirschner; Larrazábal, Lejardi; Bertol, Manu Viar, Izaguirre; Menchaca, Nico Viar, ‘Macala’, Justel y González. Los goles fueron marcados por Nico Viar (1), ‘Macala’ (2), Justel (1) y González (1).

1.4.- Athletic Club, 3 – Racing de Santander, 6.

1.4.1. Presentación a la afición bilbaína de Echevarría (más conocido por sus compañeros de equipo como Echeva) [5]

Aún no había dado tiempo de saborear las exquisiteces del partido jugado el domingo anterior en San Mamés entre el Athletic Club y el Real Unión, y ya anunció el club bilbaíno otro encuentro interesante, Athletic Club versus Racing de Santander.

La actuación de los ‘chavales’ del equipo bilbaíno se esperaba con interés, pues todos los aficionados querían comprobar in situ los progresos que realizaban y corroborar que el equipo seguía su marcha ascendente con rapidez extraordinaria, más de lo que uno se podía imaginar.

No obstante, este partido contra el Racing se auguraba como el más peligroso de los que llevaba jugados el Athletic Club. Se trataba de un equipo al que en Bilbao se le conocía perfectamente y, por lo tanto, se sabía con antelación lo difícil que resultaría vencerle. El Racing de Santander efectuaba, casi siempre, un juego difícil de contrarrestar, un juego rápido exento de florituras, pero lleno de algo mejor: de efectividad, lo que le iba proporcionando siempre grandes victorias. A pesar de esa clara desventaja, al club y al verdadero aficionado no les preocupaba en exceso el que Athletic ganara o perdiera, siempre y cuando jugara bien, pues se era perfectamente consciente de que no se tenía un verdadero equipo sino un conjunto de muchachos, excelentes promesas del fútbol, que si continuaban su curso normal, ascendente, en breve iban a dar muchos días de gloria al Athletic y al fútbol vasco.

En este partido, jugado el 22 de mayo, y en el que hicieron su presentación el guardameta Echevarría y el delantero centro Escobal, la veteranía se impuso a la juventud y a la inexperiencia y aunque los ‘chavales’ bilbaínos hicieron lo imposible por evitar su derrota no lo consiguieron. La derrota, por tres goles a seis, fue justa y merecida y no se debió a una mala actuación suya, sino a una superior de los jugadores del Racing de Santander. Los jugadores bilbaínos demostraron saber perder del mismo modo que antes supieron ganar a la Real Sociedad y al Real Unión de Irún, sin dar demasiada importancia a la victoria, como en esta ocasión no se la dio a esta derrota ante un equipo que fue superior a él. Esta derrota, no obstante, podía traer consecuencias beneficiosas para el Athletic Club ya que éste, más que del presente, debía preocuparse del futuro.

De todas formas, cabe destacar que perdieron y no se desmoralizaron lo que era también, en cierto modo, una victoria. La derrota debió animarles y servirles de estímulo para entrenarse mejor y aprender muchas cosas que sólo una serie de partidos era capaz de proporcionar.

El partido fue difícil, y no porque importase mucho obtener la victoria, sino porque la derrota pudiera haber acarreado graves consecuencias para el futuro, ya que la desmoralización y la desconfianza pudieran haber cuajado en los jóvenes bilbaínos, pero, afortunadamente para todos, no sucedió nada de esto. A pesar de la derrota, los aficionados salieron contentos de San Mamés por la actuación de su equipo.

La alineación del Athletic Club fue la siguiente: Kirschner, (Echevarría, suplente); Larrazábal, Lejardi (en la segunda parte, Egusquiza); ‘Gamecho’, Viar (M), Bertol; Saldaña (Martínez, en el segundo tiempo), ‘Macala’, Justel, González, Gaínza.

Los tantos del Athletic fueron marcados por Justel (1) y González (2).

1.5.- Racing de Santander, 5 – Athletic Club, 2

1.5.1.- Debut oficioso de Echevarría con el Athletic Club

Aunque en Santander eran conscientes de que su equipo era mejor que el del Athletic, existía expectación entre los aficionados santanderinos o, más que expectación, curiosidad, por presenciar el encuentro y deseo de ver a los ‘cachorros’ bilbaínos así como, por qué no decirlo, cierto morbo por ver las probabilidades que tenían de salir vencedores.

Como devolución de la visita al partido que habían jugado el domingo anterior los del Racing en San Mamés, el día 29 de mayo de 1938 (aunque inicialmente estaba previsto para el 26) se trasladó el nuevo equipo del Athletic a Santander donde jugó un bonito partido.

Perdieron por cinco goles a dos los ‘chavales’ bilbaínos, pero a pesar de ello, causaron una impresión gratísima y profunda admiración su juego entre los aficionados que lo presenciaron.

La primera parte sobre todo jugaron formidablemente los bilbaínos, siendo ellos los que marcaron el primer gol; pero una desgraciada lesión en la ceja sufrida por Nico Viar en un choque con el santanderino Germán, a consecuencia de la que hubo de retirarse del campo, hizo que sus compañeros se desmoralizaran, de lo que se aprovechó el Racing para marcar, uno tras otro, cuatro goles, terminando la primera parte con cuatro goles a uno a favor del Racing de Santander.

En la segunda, repuestos los rojiblancos, empezaron a entonarse otra vez, marcando un segundo gol, y luego otro, que el árbitro, según las crónicas deportivas de la época, lo anuló injustamente, lo que contribuyó a echar por tierra la moral que tenían, marcando el Racing otro gol más, el quinto, con cuyo resultado de cinco goles a dos terminó el encuentro.

No puede negarse que más equipo fue el Racing. No obstante, fue el Athletic el que llevó la iniciativa del juego, tirando mucho y muy bien a gol y causando impresión su juego.

A los aficionados santanderinos les agradó el equipo bilbaíno, del que hicieron muy cálidos elogios, siendo una verdadera pena que Viar se produjese aquella lesión en el momento en que el equipo estaba jugando mejor, ya que sus compañeros se asustaron un poco al verle sangrar de la ceja.

De todos modos hubo un aspecto a destacar: las esperanzas que tenían puestas los aficionados bilbaínos en sus jugadores tenían motivos para ser fundadas, ya que en el equipo bilbaíno había esperanzas que casi se habían convertido en realidades.

El Athletic alineó a: Idígoras (Echevarría en la segunda parte, probablemente para animar al equipo que se encontraba, como se ha dicho anteriormente, desmoralizado); Larrazábal y Lejardi; ‘Gamecho’, Manu Viar y Bertol; Díez, Nico Viar (en la segunda parte Martínez), ‘Macala’, Justel y González.

Los autores de los goles bilbaínos fueron ‘Macala’ y Martínez.

De este partido el cronista deportivo del periódico El Diario Montañés escribió el siguiente comentario:

El equipo bilbaíno, integrado por gente joven y poco avezada aún, es un conjunto muy bien compenetrado, que cuenta con valores futbolísticos en embrión, en los que se advierte, sin embargo destellos de jugadores de clase. Perdió el Athletic su partido contra el Racing por cinco tantos a dos, y, no obstante, su actuación fue del agrado de los viejos aficionados, que advirtieron las cualidades de juego que poseen los nuevos y aún tiernos brotes del Athletic.

Fue la línea media del Racing, donde Germán, en espléndida forma, desbarató no pocas jugadas magníficas de los athléticos, la que impidió que el conjunto de noveles diese rienda suelta a toda su fogosidad y repitiese contra el Racing sus jornadas victoriosas de la Real Unión de Irún y Real Sociedad de San Sebastián. Porque el nuevo once athlético, con su juego rápido, de pases precisos y bien ligados, llegó con facilidad al terreno contrario, y ya frente al marco hizo funcionar la artillería de su delantera con prodigalidad y acierto en el tiro. La solera athlética se dejaba evidenciar en las filas del nuevo equipo. Los noveles jugadores son codiciosos a la hora del remate, y se pegan al balón de tal suerte, que obligan a la zaga y medios contrarios a no descuidarse lo más mínimo en los despejes. Frente a otro contrario que no posea una línea media en la forma que actualmente la tiene el Racing, ese conjunto tiene que hacer funcionar repetidas veces el marcador a su favor. Y lo interesante para un equipo es poseer una buena línea artillera. Que los demás se da siempre por añadidura. Del ataque es el ala izquierda la más peligrosa, destacando el extremo, que es rapidísimo.” (El Diario Montañés, 30-05-1938).

Equipo de ‘cachorros’ del Athletic Club en junio de 1938. De pie y de izquierda a derecha: Imanol Viar, Bertol, Egusquiza, Idígoras, Kirschner, Echevarría, Larrazábal, Gamechogoicoechea (‘Gamecho’) y Lecue. Arrodillados y de izquierda a derecha: Lejardi, Díez, Saldaña, Nico Viar, Gardoy (‘Macala’), Justel, Izaguirre y González. (Autor: ¿Elorza? Marca, 03-01-1939).

Equipo de ‘cachorros’ del Athletic Club en junio de 1938. De pie y de izquierda a derecha: Imanol Viar, Bertol, Egusquiza, Idígoras, Kirschner, Echevarría, Larrazábal, Gamechogoicoechea (‘Gamecho’) y Lecue. Arrodillados y de izquierda a derecha: Lejardi, Díez, Saldaña, Nico Viar, Gardoy (‘Macala’), Justel, Izaguirre y González. (Autor: ¿Elorza? Marca, 03-01-1939).


José Luis Justel Bollar, nacido en Sestao el 9 de abril de 1920 y dado por desaparecido en la Batalla del Ebro (frente de Gandesa) el 10 de noviembre de 1938, cuando tan sólo contaba con 18 años de edad. Probablemente sea la última fotografía tomada a este jugador vistiendo la camiseta rojiblanca. (Cortesía de la familia López Justel).

José Luis Justel Bollar, nacido en Sestao el 9 de abril de 1920 y dado por desaparecido en la Batalla del Ebro (frente de Gandesa) el 10 de noviembre de 1938, cuando tan sólo contaba con 18 años de edad. Probablemente sea la última fotografía tomada a este jugador vistiendo la camiseta rojiblanca. (Cortesía de la familia López Justel).

1.6. – Partidos suspendidos

Por último, comentar que el resto de los partidos concertados inicialmente por el Athletic Club no llegaron a celebrarse puesto que tanto el Alavés como el Real Unión de Irún estaban inmersos en la recta final del Trofeo Brigadas de Navarra y ambos contaban con muchas posibilidades de ganar el campeonato, en especial el Alavés que resultó vencedor del mismo en partido disputado contra el Oriamendi el día 26 de junio en el campo de fútbol del Osasuna, San Juan, encuentro que finalizó con el resultado de dos goles a uno a favor del Alavés.

29-05-38 // Alavés de Vitoria // Bilbao (San Mamés)

12-06-38 // Real Unión de Irún // Irún (Gal)

19-06-38 //Alavés de Vitoria // Vitoria (Mendizorroza)

Así mismo, tampoco se celebraron los proyectados en Valladolid y Salamanca para los cuales no había fecha prevista.

1.7.- Relación de jugadores del Athletic Club que tomaron parte en los partidos de presentación

El Athletic Club hizo uso de los siguientes jugadores, obteniendo los resultados que figuran en la tabla:

TITULARES CAMBIOS PJ GF GC GA**
Bertol   5 19 16 + 3
Díez  
Echevarría*  
Egusquiza  
Escobal  
Gaínza (Manu)  
‘Gamecho’  
González  
Idígoras* Echevarría
Izaguirre  
Justel  
Kirschner* Idígoras
Larrazábal  
Lejardi Egusquiza
López  
‘Macala’ Escobal
Martínez  
Menchaca  
Saldaña Martínez
Viar (M)  
Viar (N) Martínez

(*): Guardametas

(**): Diferencia de goles

1.8.- Conclusiones de la fase preparatoria

  • Esta primera fase preparatoria pudo calificarse de exitosa; de cinco partidos jugados ganaron tres y perdieron dos, pudiéndose definir su actuación como de muy decorosa.
  • En cuanto a goles, marcó 19 (3,8 goles por partido) y encajó 16 (3,2 goles por partido).
  • Solamente 5 jugadores disputaron todos los partidos íntegramente: Bertol, González, Justel, Larrazabal y Viar (M).
  • El máximo realizador fue Justel con 7 goles marcados (1,4 goles por partido), seguido de González, 5 (1 gol por partido), ‘Macala’, 4 (1,125 goles por partido) y Menchaca, Martínez y Nico Viar, con 1 (0,33, 1 y 0,22 goles por partido, respectivamente).
    • Fueron probados tres porteros: Kirschner, Idígoras y Echevarría, siendo el primero de ellos el que más tiempo jugó.
    • 2.- Partidos amistosos jugados por el Athletic Club durante el desarrollo de las competiciones futbolísticas Torneo Vizcaya y Copa Vizcaya[6]

2.1.- Athletic Club, 3 – Deportivo Alavés, 5 (12-10-1938)

Con la celebración de este encuentro quedó inaugurada oficialmente la temporada futbolística 1938-39 en Vizcaya.

El encuentro, sobre el papel, se auguraba interesantísimo. Un Deportivo Alavés, campeón de la Copa Brigadas de Navarra, frente a un Athletic juvenil, nuevo.

Junto a un equipo compuesto en su mayoría por jugadores con veteranía y clase, otro con hombres sin historia aún, abiertos al triunfo y rebosantes de juventud y entusiasmo. La expectación se tradujo en una entrada brillantísima. El aficionado bilbaíno, como siempre, llenó San Mamés.

Durante el primer tiempo, la juventud y los bríos del Athletic arrollaron a la categoría y a la experiencia del Alavés. Tanto es así, que los primeros 45 minutos finalizaron con el resultado de tres tantos a cero a favor del Athletic.

El brío y entusiasmo que en la primera parte sacó a relucir el equipo bilbaíno se extendió de una forma considerable en la segunda. Hubo un desfondamiento general que sirvió para que el Alavés, más compenetrado y jugando de una manera más eficaz, fuera marcando sucesivamente tantos hasta conseguir el empate y luego rebasarlo.

El encuentro terminó con el resultado de 5 a 3 a favor de los vitorianos.

Arbitró, muy bien, Eduardo Iturralde.

La alineación del Athletic Club fue la siguiente: Echevarría; Larrazábal, Moronati; ‘Gamecho’, Viar (M), Bertol; Díez, Panizo, ‘Macala’, Aguínaga e Izaguirre.

Los goles del Athletic fueron marcados por Aguínaga y ‘Macala’ (2).

Por último, destacar las palabras del cronista deportivo de turno con relación a la actuación de Echevarría: “(…). Los momentos de peligro se sucedían con continuidad para las dos metas, dando lugar a que el portero del Athletic, Echevarría, se luciera en varias ocasiones en que su intervención se hacía necesaria (…).” (Hierro, 13-10-1938).

2.2.- Real Sociedad, 5 – Athletic Club, 2 (06-11-1938)[7]

Al comienzo del encuentro que arbitró el veterano Steimborn se pudo observar cómo los dos equipos ponían en pugna su juego clásico. La Real, el de pasos cortos y rápidos, y el del Athletic, a base de cambios a las alas, centro de los extremos y tiro a gol.

Dos tácticas completamente diferentes se disputaron el triunfo en el partido de Atocha, y los jugadores donostiarras y bilbaínos parecían cortados todos por el mismo patrón de los que en un día no muy lejano vistieron la camiseta blanquiazul de la Real Sociedad y la rojiblanca del Athletic.

La Real ganó bien, pero no estará de más el decir que el juego bilbaíno no se hizo acreedor a la derrota en Atocha. Un partido se puede ganar por varias razones: una de ellas es por franca superioridad de uno de los equipos contendientes y esta no es precisamente la que hizo salir triunfante a la Real Sociedad y otra, por inferioridad del contrario. Tampoco la Real ganó por esto.

La Real Sociedad ganó porque fue más hábil que el Athletic, sobre todo en la portería, en el terreno de la verdad, en el que el equipo donostiarra fue superior al bilbaíno. El Athletic llevó la iniciativa del juego en la primera parte y a pesar de ello ésta terminó con ventaja en el marcador para los donostiarras, y todo por esa habilidad y decisión, según se le quiera llamar, que tuvo la delantera de la Real frente a la portería defendida por Echevarría.

Dos tácticas diferentes, que tenían sus partidarios y sus detractores, se vieron frente a frente en Atocha, y triunfó no la mejor, ya que esto nunca se llegará a saber en fútbol, cuál es la mejor, sino la que tiró más a gol, mostrándose más peligrosa junto a la portería contraria.

La prensa deportiva de la época hizo la siguiente valoración del juego del Athletic Club:

En cuanto al Athletic, lo mejor y en general lo mejor que ayer se vio en Atocha fue la línea media del ‘team’ bilbaíno.

Ella fue la que llevo la iniciativa del encuentro, atendiendo continuamente a los delanteros, y pasando incluso a éstos con una precisión insospechada en muchachos tan jóvenes.

El medio centro, Viar, hizo un partido formidable, siendo sin disputa el mejor jugador sobre el terreno. El temple y la precisión con la que sirvió los balones fue verdaderamente notable haciendo digno parangón de él Bertol, que cruza bien el juego, y ‘Gamecho’, excelente medio.

La línea delantera, en cambio, si no se puede decir que jugó mal, tampoco se puede decir que lo hizo bien, pecando de un defecto grande: el de la precisión en el tiro a goal, en la que anduvieron flojillos, no ayudando, además, los interiores a la línea media por lo que se perdieron muchos avances.

Y a ‘Macala’ le tuvieron abandonado a sus propias fuerzas, no siendo fácil para él desembarazarse de los contrarios que siempre tenía encima.

Bien Gorostiza de defensa, y más que por lo que jugó, por lo que se vio que puede jugar, ya que ayer, lo mismo él que sus compañeros, tuvieron un par de fallos que costaron al equipo dos goals.

Y Echevarría, en la meta, más que discreto.

En resumen, aunque el equipo perdió dejó buen sabor de boca, como se suele decir.” (Fuente: José Luis Isasi, Hierro: 07-11-1938).

El once del Athletic Club fue el siguiente: Echevarría; Larrazábal, Gorostiza; Bertol, Viar (M), ‘Gamecho’; Díez, Panizo, ‘Macala’, Aguínaga, Gaínza.

Los autores de los goles bilbaínos fueron ‘Macala’ y Fernando en propia puerta a pase de ‘Macala’.

2.3.- Athletic Club, 9 – Admiral Graf Spee, 3 (17-11-1938)[8]

El encuentro entre el equipo del crucero alemán Admiral Graf Spee y el del Athletic se jugó en San Mamés con un tiempo lluvioso, que hizo que el partido resultase deslucido. Los alemanes, principalmente, extrañaron el terreno, que era demasiado resbaladizo para ellos, cayéndose continuamente ya que, curiosamente, no llevaban tacos en las botas. El Athletic, en cambio, jugó practicando un buen fútbol, pareciendo en algunos momentos el equipo de los días grandes.

Durante la primera parte el dominio del Athletic fue muy grande, terminando ella con seis goles a uno.

Admiral Graf Spee, acorazado alemán de bolsillo que desplazaba 10.000 t. Formó parte de la primera serie de acorazados alemanes construidos tras la primera guerra mundial (recuperado de https://www.ellitoral.com/index.php/id_um/218405-a-80-anos-del-hundimiento-del-graf-spee-uno-de-los-buques-insignia-de-la-alemania-nazi-admiral-graf-spee-internacionales.html)

Admiral Graf Spee, acorazado alemán de bolsillo que desplazaba 10.000 t. Formó parte de la primera serie de acorazados alemanes construidos tras la primera guerra mundial (recuperado de https://www.ellitoral.com/index.php/id_um/218405-a-80-anos-del-hundimiento-del-graf-spee-uno-de-los-buques-insignia-de-la-alemania-nazi-admiral-graf-spee-internacionales.html)

En la segunda la lucha fue más igualada, pero, no obstante, el Athletic marcó tres goles más y los del Admiral Graf Spee, dos, terminando el encuentro con la victoria de los bilbaínos por nueve goles a tres.

El Athletic alineó a Echevarría; Larrazábal, Gorostiza; ‘Gamecho’, Viar (M), Bertol; Díez, Panizo, ‘Macala’, Aguínaga y Gaínza. En la segunda parte, Echevarría y Bertol fueron sustituidos por Idígoras e Izaguirre.

Dada la intrascendencia del encuentro, los autores de los goles bilbaínos no fueron recogidos por ningún medio de comunicación.

2.4.- Athletic Club – Selección Vizcaína [partido pro-aguinaldo del combatiente (08-12-1938)]

El día 3 de diciembre se anunció en la prensa la celebración del partido entre el Athletic Club y una selección de jugadores de entre los que más se habían destacado en el Trofeo Vizcaya. La fecha fijada para tal confrontación era el día 8, festividad de la Inmaculada, y su objetivo era participar en el llamado Aguinaldo del Combatiente.

Los equipos que habían de contender en ese encuentro benéfico ya estaban designados para el día 5.

Athletic Club: Echevarría; Larrazábal, ‘Luisón’ (José Luis Amallobieta); ‘Gamecho’, Viar, Bertol; Díez, Panizo, ‘Macala’, Aguínaga y Gaínza.

Selección vizcaína: Idígoras (Basauri); Larrínaga (Bilbao), Portillo (Arenas); Arana (Basauri), Rica (Arenas), Reñones (Sestao); Ariznabarreta (Sestao), Valdés (Bilbao), Escobal (Sestao), Arrieta (Baracaldo) y Uriarte (Arenas).

Suplentes: Izaguirre (Athletic Club), Manuel Alvarez (Erandio) y Manso (Bilbao),

Para el día 7 se había llegado al millón de pesetas, faltando aún unos cuantos días para el cierre de la suscripción pero, desgraciadamente para los promotores de la idea, el partido no pudo celebrarse por el pésimo estado del terreno de juego como consecuencia de las fuertes lluvias caídas en los días anteriores.

2.5.- Athletic Club, 2 – Real Sociedad, 1 (06-01-1939)

Las condiciones en las que se jugó el encuentro no fueron las más adecuadas para que se viese hacer buen fútbol, ya que el terreno estaba pesadísimo y entre el agua y el barro hacían que el juego perdiese la rapidez necesaria; pero, a pesar de todo ello, los espectadores que acudieron a San Mamés pasaron un rato entretenido.

Ganó el Athletic porque disparó más a puerta, siendo más peligroso que la Real Sociedad en sus avances, pero esta derrota no sirvió para quitar méritos al equipo donostiarra, que, evidentemente, sabía perfectamente lo que es jugar al fútbol.

Con relación a este partido merece destacar la crónica que de él realizó el entonces semanario Marca, remarcando la importancia de la renovación de los dos equipos contendientes y realizando una mirada nostálgica hacia el pasado en el caso del Athletic Club:

(…). Que los goals son triunfos, es un axioma demasiado conocido por todos. Más bien casi podríamos decir que es una perogrullada pero en estos momentos de reorganización del fútbol, en los que perder o ganar aún siendo muy importante, no es lo básico en lo que se pretende, de momento no puede dar ni quitar méritos.

Hubo un vencedor y un vencido en San Mamés. El Athletic marcó dos veces y la Real Sociedad una. Pero ahora, se trata de trabajar en busca de nuevos valores y como bajo este aspecto miramos el fútbol, ninguna importancia le dimos al triunfo de uno de los dos bandos contendientes. Admiramos los tres tantos conseguidos por su factura, pero no por su significado. En cambio, con qué satisfacción vi desenvolverse a los futuros ‘leones’ del Athletic. Aquellas camisetas a rayas blanquirojas, que pasaron siempre imponiendo respeto por donde actuaron, se movían en el terreno recordándonos quienes las vistieron en épocas pasadas. Eran las mismas características, la savia quedó, y estos muchachos jóvenes, llenos de emular glorias de los que fueron, corrían veloces por el barrillo sin importarles el choque o la caída aparatosa. Era el juego viril, de sus maestros y profesores.

Las generaciones se suceden y el Athletic se renueva. Ibarreche, Hurtado, Sabino, Acedo, Pichichi, nombres imborrables de hace más de veinte años, dieron paso a discípulos aventajados. Roberto Echevarría, ‘Chirri’, ‘Bata’, Gorostiza, y a su vez éstos, si exceptuamos al últimamente citado, que está hecho un ‘chaval’, lo han concedido a los hermanos Viar, ‘Macala’, Echevarría, Aguínaga y otros, que son quienes visten ahora la camiseta athlética, y que con seguridad seguirán dando días de gloria al Club que tanto alcanzó.

(…). Eran dos técnicas distintas las que se enfrentaban. Por el lado de los rojiblancos, la velocidad y los largos desplazamientos a las alas eran las principales características que empleaban para atacar. Por el contrario, los blanquiazules donostiarras, se desplazaban a base de pases más cortos. Esto les quitaba rapidez y como el estado del terreno de juego hacía que la entrega de pelota fuera defectuosa, como consecuencia se vieron dominados durante casi toda la primera parte del encuentro. Con una pareja defensiva que no dejaba acercarse a nadie por el terreno de su jurisdicción. Con una línea media de gran movilidad, y con una delantera de empuje, guiada por la experiencia y saber de Guillermo Gorostiza, el Athletic tomó el mando de las operaciones y se instaló en la mayor parte del primer tiempo delante de los dominios que defendía Eizaguirre, logrando en dos veces traspasar sus dominios.

Magnífica fue la realización de los dos goals conseguidos. El primero como consecuencia de un cambio de juego del medio centro athlético Viar II (Manu), que con un pase largo a Gorostiza, desplazó la defensa donostiarra, permitiendo al ‘chaval’ recoger la pelota, para acercarse y disparar cruzado a media altura al ángulo opuesto de Eizaguirre.

El segundo tanto del Athletic lo logró Aguínaga de un potente tiro al ángulo superior.

Tiene el Athletic buenos elementos prometedores y entre ellos destaca Aguínaga que me pareció ya una realidad. Su intuición en la jugada, su facilidad de tiro con ambas piernas y su rapidez, lo señalaron casi como un veterano. Le acompaña en méritos Viar II (Manu), medio centro de facultades, con verdadero aplomo y conocimiento de la labor a realizar.

En el segundo tiempo los bilbaínos aflojaron el tren y de dominadores pasaron a dominados, demostrando entonces que su defensa sabe ya jugar como hace falta en estos casos, duro y fuerte, pero noblemente.

Así fue como lograron mantener los cuarenta y cinco minutos de esta segunda parte sin encajar tanto alguno.

La Real Sociedad actuó por bajo de su valor. Pretendían sacudirse el dominio a que se veían sometidos, fiando más a las piernas que a la cabeza y si bien es verdad que aquellas hacían buena falta, para moverse en aquel terreno fangoso, no lo es menos, que la cabeza es la base fundamental del fútbol.

Allí era necesaria una buena compenetración entre la línea media y defensa para sacudirse el dominio, pero ellos en su afán de verse libres, despejaban la pelota rápidamente pero sin dirección, lo que implicaba que recogida por un contrario, volvía a sus dominios.

Bienzobas cedió un pase adelantado a Zaldúa; éste recogió de cabeza metiéndose entre los dos defensas y marcando el goal del empate.

Minutos después marcó el Athletic el de la victoria.

En el segundo tiempo la línea media, dio un nuevo cariz al partido y a partir de ese momento se marcó el empate que no llegó por la precipitación de los delanteros y por la buena actuación de la defensa Athlética. Epi y sus compañeros de ataque se empeñaron en penetrar la defensa adversaria por esfuerzos individuales.

El trío defensivo se comportó bien. Eizaguirre muy seguro en el blocaje, tuvo buenos colaboradores en ‘Terrible’ y Beridi.

Marculeta II fue el más destacado de los donostiarras y Fernando cubrió bien el puesto de Querejeta.

Los veintidós jugadores demostraron que la cantera de futbolistas españoles es inagotable. Estos muchachos, jugadores en ciernes hoy, tienen madera y el mañana se puede afrontar con ilusión.” (Fuente: José Luis Isasi. Marca, 18-01-1939).

El Athletic alineó a los siguientes jugadores: Echevarría; Larrazábal, Larrínaga; ‘Gamecho’, Viar (Manu), Bertol; Díez, Viar (Nico), ‘Macala’, Aguínaga, González.

San Mamés, 6 de enero de 1939. El portero Echevarría sale a cortar el avance del delantero y pierde la pelota, pero el defensa Larrínaga llegará a tiempo para salvar la situación de peligro. (Autor: Elorza. Fuente: Marca de 18 de enero 1939).

San Mamés, 6 de enero de 1939. El portero Echevarría sale a cortar el avance del delantero y pierde la pelota, pero el defensa Larrínaga llegará a tiempo para salvar la situación de peligro. (Autor: Elorza. Fuente: Marca de 18 de enero 1939).


San Mamés, 6 de enero de 1939. Zaldúa, delantero centro de la Real Sociedad, logró marcar el único tanto, a pesar de la salida del portero bilbaíno, Echevarría. (Autor: Elorza. Fuente: Marca de 18 de enero 1939).

San Mamés, 6 de enero de 1939. Zaldúa, delantero centro de la Real Sociedad, logró marcar el único tanto, a pesar de la salida del portero bilbaíno, Echevarría. (Autor: Elorza. Fuente: Marca de 18 de enero 1939).

2.6.- Relación de jugadores del Athletic Club que tomaron parte en los partidos amistosos celebrados entre el 12-10-1938 y el 06-01-1939

El Athletic Club hizo uso de los siguientes jugadores:

TITULARES CAMBIOS PJ GF GC GA**
Aguínaga   4 16 14 + 2
Bertol Izaguirre
Díez  
Echevarría* Idígoras
Izaguirre  
Gaínza (Manu)  
‘Gamecho’  
González  
Gorostiza  
Idígoras*  
Larrazábal  
Larrínaga  
‘Macala’  
Moronati  
Panizo  
Viar (M)  
Viar (N)  

(*): Guardametas

(**): Diferencia de goles

2.7.- Conclusiones de la fase de partidos amistosos

  • La actuación del Athletic Club en estos partidos amistosos no resultó tan buena como la de los anteriores de presentación. En efecto, si exceptuamos la goleada al Admiral Graf Spee (9-3) –carente de significado puesto que se trataba de un equipo de militares aficionados–, de los tres partidos jugados perdió dos y ganó uno, con 7 goles a favor (‘Macala’, 3, Aguínaga, 2, Gorostiza, 1 y Fernando [Real Sociedad], en propia puerta, (1) y 11 en contra.
  • A pesar de todo, la afición, la verdadera, no se encontraba desanimada pues veía que día a día esa ‘cuadrilla’ de muchachos iba aprendiendo, iba mejorando e iba adquiriendo aspecto de conjunto, depositando en él toda la confianza para un futuro esperanzador. Y, a decir verdad, no se equivocaron.
  • Cabe destacar que la inclusión de Gorostiza dio al equipo cierto grado de veteranía. Se reintegró inicialmente como defensa.

3.- A modo de epílogo

Tras la finalización de la maldita Guerra Incivil, el campeonato de Liga se reanudó en la temporada 1939-40, en concreto 18 de febrero de 1940, enfrentándose el todavía Athletic Club al Atlético de Aviación y perdiendo por 3 tantos a 1 en campo contrario. El Athletic se vio obligado a rehacer el equipo casi en su totalidad, ya que solo pudo disponer de siete de los jugadores que formaban parte de la plantilla anterior a la guerra: Oceja, Zabala, Gorostiza, Elices, Urra, Gárate y Unamuno. El resto, habían emigrado, huidos al exilio o fichado por otros equipos; Blasco y Cilaurren ficharon por el River Plate argentino, y Zubieta e Iraragorri se fueron al San Lorenzo de Almagro. Un año más tarde, en 1940, Gorostiza fichó por el Valencia. ​Por consiguiente, para recomponer el equipo y, como ya se hizo en épocas anteriores, se buscó a los mejores talentos en los equipos vascos de categorías inferiores. El Athletic organizó un torneo amistoso, entre noviembre de 1937 y abril de 1938, en el que participaron 39 equipos vizcaínos con futbolistas mayores de quince y menores de diecinueve años. El Athletic logró formar un grupo sólido, con lo que forjó la que sería la segunda delantera histórica del club, formada por Iriondo, Venancio, Zarraonaindía (‘Zarra’), Panizo y Agustín Gaínza (‘Piru’). Otros jugadores que formaban parte de la alineación titular eran Celaya, Bertol, Arqueta, Mieza, Nando y el prometedor portero Echevarría, ganador de un Trofeo Zamora en la temporada 1940-41, quien se retiró prematuramente en 1942 debido a una tuberculosis. Su puesto en la portería lo ocupó Lezama, un jovencísimo guardameta que inició su carrera deportiva en Inglaterra, al jugar para el Southampton F.C. y que, más tarde, regresó a Vizcaya para jugar un año en el Arenas, antes de recalar en el Athletic. ​ También obtuvo el Trofeo Zamora en la temporada 1946-47. Por último, en diciembre de 1940, la Real Federación Española de Fútbol emitió una circular en la que ordenaba a los clubes la eliminación de todo extranjerismo antes del 1 de febrero de 1941. Desde entonces y hasta julio de 1972, año en que se derogó el Decreto-Ley de 1940, el nombre oficial pasó a ser Atlético de Bilbao.

De esta manera, el Athletic y sus ‘cachorros’ volvieron a rugir en el mítico San Mamés, estadio en el que, hoy en día, siguen batiéndose no ya como cachorros sino como auténticos ‘leones’.

¡Larga vida a los “leones” y que las próximas generaciones sigan disfrutando de su juego y de sus triunfos!

Quiero dedicar este artículo a JURGI LEÓN AIESTARAN, nuestro primer nieto, que nació el pasado 1 de marzo y tras pasar unos días en el hospital fue dado de alta, así como a sus padres Maialen y Jorge. En la situación pandémica actual que vivimos apenas hemos podido verle en directo ya que además, sus padres viven en otro municipio en el que, aunque geográficamente colindantes, no nos podemos ver físicamente ya que el motivo que sustenta la visita no se sitúa dentro de las excepcionalidades impuestas por el equipo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de Euskadi.

ZORIONAK JURGI!!!, hiru hilabete bete dituzu-eta. IZAN ZAITEZ ZORIONTSU!

Muxu handi bat zure familia osoaren partetik

[1]: El mismo día, y con motivo del homenaje que el Athletic hizo a los campeones de torneo amateur, se anunció la inmediata firma del contrato con el Club de San Mamés de los jugadores: Daniel Idígoras, Jorge Kirschner y José Mª Echevarría (porteros), los hermanos Viar, Imanol (Manuel) y Nicolás (Niko), los hermanos Gaínza,  Miguel y Agustín (‘Piru’)Carlos Escobal, Cándido Gardoy (‘Macala), José Gonzalo, José Luis Justel, Ignacio Gamechogoicoeche (‘Gamecho’), Félix Menchaca, Pedro Izaguirre, Eugenio Saldaña, Manuel Larrazábal… Fueron los llamados, por la prensa ‘los cachorros’ de San Mamés, marcando las distancias con los que habían sido ‘los leones’ de San Mamés. (Fuente: Martialay, Félix: El fútbol en la Guerra, tomo III. Federaciones guipuzcoana, navarra y vizcaína. Oviedo, HiFer Artes Gráficas, 2017. p.500.)

[2]: El cronista del Athletic Club y redactor deportivo de La Gaceta del Norte José María Mateos, en la página 82 de su libro Los cincuenta años del Atlético de Bilbao: 1898-1948, afirma que el primer gol que hizo el Athletic Club en aquella reanudación del fútbol en ‘la Catedral’ fue obra de Nico Viar. No obstante, y en honor a la verdad, hay que decir que la prensa deportiva bilbaína de la época no se puso de acuerdo sobre la autoría del gol. En efecto, Hierro y El Correo Español se lo atribuyeron a ‘Macala’ mientras que La Gaceta del Norte y La Hoja del Lunes a Nico Viar. Personalmente, me inclino por ‘Macala’, ya que el famoso fotógrafo Elorza recogió con su cámara el gol, poniendo el siguiente pie a la foto: “Momento en el que ‘Macala’ marca el primer gol bilbaíno, lanzando el balón por encima del portero donostiarra”.

[3]: Para más información relativa a este jugador al que guerra incivil le segó la vida puede accederse al siguiente enlace: http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2019/01/breve-historia-del-futbolista-rojiblanco-jose-luis-justel-bollar-sestao-1920-gandesa1938/

[4]: Como curiosidad cabe destacar que, supuestamente por error, los protagonistas de esta foto realizada el día 8 de mayo de 1938 (portero y delantero, Idígoras y Zaldúa, respectivamente) fueron equivocadamente incluidos en el reportaje fotográfico de Marca (18-01-1939) relativo al partido amistoso Athletic Club-Real Sociedad celebrado en San Mamés el 6 de enero de 1939, errando en el pie de foto que reza como sigue: Echevarría, valientemente, arrebata el balón a Bienzobas, jugándose el físico. Muy probablemente unas letras escritas para Marca por el cronista deportivo Juan Luis Isasi y publicadas en el entonces semanario deportivo fueron consecuencia del error: “Allí era necesaria una buena compenetración entre la línea media y defensa para sacudirse el dominio, pero ellos en su afán de verse libres, despejaban la pelota rápidamente pero sin dirección, lo que implicaba que recogida por un contrario, volvía a sus dominios. Bienzobas cedió un pase adelantado a Zaldúa; éste recogió de cabeza metiéndose entre los dos defensas y marcando el goal del empate.

[5]: José Mª Echevarría Ayestarán (Algorta, 30-10-1920, Leza, 25-03-1966), antecesor de grandes porteros e ídolos de la afición como fueron Lezama, Carmelo, Iribar y un inacabable listado de nombres, vistió con orgullo y honor la camiseta rojiblanca desde poco después de la finalización del Torneo Amateur del año 1937, organizado por el Athletic Club con la intención de rehacer el equipo desecho por la Guerra Civil, hasta los prolegómenos de la temporada 1942-43, en la que contrajo la tuberculosis, enfermedad que marcó el inicio del fin de la gran carrera deportiva a desarrollar para la que estaba llamado y quién, según José Mª Mateos, antiguo seleccionador nacional y periodista deportivo bilbaíno, fue un gran portero de corta trayectoria pero brillante. Para más información sobre su biografía, tanto personal como deportiva, puede leerse el artículo recogido en el enlace siguiente: http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2018/12/jose-ma-echevarria-ayestaran-un-gran-portero-rojiblanco-olvidado-por-la-aficion-bilbaina-y-espanola/

[6]: Para más información sobre el Torneo y la copa Vizcaya pueden redirigirse a la información contenida en el siguiente enlace: http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2019/02/el-athletic-club-a-comienzos-de-la-temporada-1936-37-alzamiento-militar-inicio-de-la-temporada-1937-38-torneo-amateur-de-noviembre-del-ano-1937-torneo-vizcaya-y-copa-vizcaya-o-del-presidente-de-l/

[7]: Tres apuntes con relación a este encuentro:

a) Este partido tuvo relativa transcendencia deportiva puesto que tanto el Athletic Club como la Real Sociedad, al igual que el resto de los equipos españoles, estaban en proceso de renovación y era necesario observar a los nuevos y jóvenes jugadores con el fin de crear una nueva selección nacional. Tanto es así, que a dicho partido asistió Amadeo García Salazar, seleccionador nacional en aquella época quien terminaría renunciado a su cargo por enfermedad, siendo sustituido por Eduardo Teus López-Navarro. Con relación al juego del Athletic en este encuentro el seleccionador nacional realizó las siguientes declaraciones a los medios deportivos: “El juego del Athletic es ¡formidable! El juego del centro medio bilbaíno Viar me entusiasma, ya que es difícil encontrar un muchacho de su edad y con el temple que imprime a su juego. Practica este nuevo Athletic su juego clásico, el que le ha dado tantos triunfos pareciendo ese medio izquierda, ‘Gamecho’, el mismo Cilaurren, no sólo por la clase de juego que hace sino hasta por su aspecto.

b) Por otro lado, el cronista deportivo José Luis Isasi, realizó el siguiente comentario: “(…) ¡Parece que fue ayer!, pero un ayer que promete ser un presente próximo, ya que de estos muchachos, hoy sólo jugadores en embrión, se pueden sacar jugadores que en un día no lejano defiendan con honra la camiseta azul, ¡magnífico símbolo!, con el yugo y las cinco flechas por escudo que hoy día es el uniforme oficial del equipo representativo de España en sus contiendas futbolísticas internacionales.

 c) El partido de vuelta en San Mamés contra la Real Sociedad, que debiera haberse jugado el 13 de noviembre, se atrasó por dos motivos: uno, la Real Sociedad tenía comprometida la fecha y otro, se estaba disputando el Trofeo Vizcaya y la directiva del Athletic Club, teniendo en cuenta que éste era del agrado de la afición, no quiso desviar su atención.

Por este motivo el Athletic Club fue invitado a desplazarse a Zaragoza para jugar contra una selección de dicha localidad el día 13 pero la directiva no realizó ninguna gestión –por considerarla inoportuna y fuera de lugar– encaminada a la consecución de los pertinentes permisos gubernativos para que los jugadores se ausentaran de Bilbao más de un día y, consecuentemente, decidió que el equipo continuara entrenando para futuras actuaciones.

[8]: La prensa bilbaína anunció este curioso partido a sus lectores de este modo: “Un partido entre el equipo del Admiral Graf Spee y el Athletic. Podemos anunciar a nuestros lectores que mañana, jueves, en el campo de San Mamés, galantemente cedido por el Athletic Club, se celebrará un partido de fútbol entre el equipo de dicho Club y el del barco alemán Admiral Graf Spee, que ha mostrado deseos de jugar con los bilbaínos. El partido no es una fiesta de pago. Tendrá derecho al acceso al campo la colonia alemana, socios del Club propietario del campo, los afiliados a Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., Prensa, Sección Femenina, Organizaciones Juveniles y los niños de las escuelas públicas, ya que coincide el partido con la vacación del jueves por la tarde. Es de advertir a los concurrentes al partido que deberán ir provistos de sus carnets o justificantes de pertenecer a las Organizaciones que quedan indicadas. La Banda del crucero dará un concierto en el Arenal a las siete de la tarde”.

 Este acorazado alemán de bolsillo, que desplazaba 10.000 t., se empezó a construir en 1929, y formó parte de la primera serie de acorazados alemanes construidos tras la primera guerra mundial. El partido se celebró en San Mamés el 17 de noviembre de 1938 y, se da la circunstancia, de que el 14 de diciembre de 1939, después de ser perseguido y acosado por tres cruceros británicos en la desembocadura del Río de la Plata, se refugió en Montevideo; obligado a abandonar el puerto, el capitán del mismo (Hans Langsdorff) decidió hundirlo.

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