La odisea de la Selección Colombia para llegar a su primera Copa América
De Gabriela Castro MesaEra el año de 1945, cuando el mundo se encontraba en la Segunda Guerra Mundial. En el continente americano, en Chile, se disputó entre el 14 de enero y 28 de febrero, el Campeonato Suramericano de Selecciones, nombre que recibía en ese momento lo que hoy en día conocemos como la Copa América.
Todo comenzó cuando en 1944 la selección colombiana de fútbol fue invitada a participar en la Copa América de Chile 1945. Para ese entonces en Colombia no había una sola federación de fútbol, sino dos. Una en Atlántico (La Asociación Colombiana de Fútbol) y otra en Antioquia (Asociación Nacional de Fútbol). Y ambas querían tener el poder absoluto y representar al país a nivel internacional. Pero fueron los del Atlántico quienes ganarían el “partido” ante la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) y se llevaron la posibilidad de formar el equipo que disputó los partidos del torneo suramericano, por primera vez en su historia.
Todos los preparativos estaban listos para que la selección partiera hacia Valparaíso. Debían de tomar un avión desde Barranquilla hasta Buenaventura y ahí embarcar rumbo a Chile. Un viaje sencillo y sin dificultades para llegar a tiempo a la competición. Pero nada de esto resultó. La llegada a Chile, se convirtió en un total tormento de semanas y días de viaje sin descanso alguno. Era incierta la llegada de los colombianos, pues cada vez se iban encontrando con obstáculos en su camino.
Los deportistas se trasladaron tal y como se planeó desde la ciudad de Barranquilla hasta el puerto de Buenaventura donde al momento de llegar, el barco que los llevaría con destino a Chile, zarpó ¡SIN LOS JUGADORES!
Debido a este primer contratiempo, los jugadores decidieron tomar desde allí (Buenaventura) un camión que los llevara hasta Quito en Ecuador. Fueron largos días de viaje por tierra, pasando por carreteras buenas y otras en condiciones desfavorables, sin poder dormir y comer bien y cargando con su equipaje. Pero arribaron a Ecuador. Estando en Quito, no consiguieron otro medio de transporte más ágil para avanzar su viaje hasta Chile, así que tuvieron que tomar un tren que los llevaría hasta Guayaquil, con la ilusión de allí poder embarcar a Valparaíso. Otra desilusión más. Los jugadores y cuerpo técnico, tuvieron que continuar su viaje por tierra. Fueron días enteros pasando por la selva, arenales y carreteras en mal estado hasta llegar a Lima, Perú.
En Lima nadie sabía quiénes eran ellos, pero fue tal la compasión que les tuvieron luego de contar su historia y las anécdotas que vivieron los días previos a llegar a Perú, que el presidente de entonces, Manuel Prado Ugarteche, autorizó que dejaran subir a toda la Selección Colombia a un barco de carga de azúcar que tenía como destino final Chile.
Por fin el tema del transporte estaba resuelto. Llegaron tarde a la competición, se tuvo que aplazar el debut de los colombianos ante la albiceleste debido al viaje tan pesado y al cansancio de los jugadores, pero por fin estaban en tierras chilenas. Ahora era momento de demostrar su agalla en el terreno de fútbol. ¡Otra jugada que saldría mal!
La nómina de Colombia estaba conformada así: El técnico Roberto Meléndez, emblema del fútbol amateur de Colombia. El arquero Andrés Acosta, la dupla defensiva la armaban Gabriel Mejía y Lucas Martínez. También jugaron Humberto Picalúa y Ricardo Granados. En el mediocampo se destacaban Antonio de la Hoz, Lancaster de León, Isidro Jolianis y Juan Quintero. Entre los atacantes estaban Roberto Gámez, Luis González Rubio y Fulgencio Berdugo.
El 21 de enero de 1945 era el día del esperado debut de Colombia luego de días de retrasos. Todos querían ver jugar a los cafeteros ante Brasil. Nadie daba un peso por un equipo que se había formado entre conflictos y que, además, era la primera vez que participa en el campeonato. A diferencia de Brasil, que ya venía de participar en ocasiones anteriores. El panorama para los colombianos era gris, las predicciones apuntaban a lo peor. Y así fue. Brasil los goleó 3-0, sin ni siquiera despeinarse.
Nuestro siguiente partido fue frente a Uruguay, el primer campeón mundial. De optimismo no había nada, la tricolor no era favorita, y los charrúas demostraron todo su dominio del balompié goleándonos nada más y nada menos que 7 a 0. Fue una total paliza. Pese a eso, el mejor jugador fue el arquero colombiano, quien evitó que el marcador fuera más abultado.
Siguiente rival: Chile. Los locales nos derrotaron un 2 a 0. Hasta ese momento, 31 de enero, era el mejor resultado para la selección Colombia. Pero lo peor estaría por llegar. La “cenicienta” de la competición, debía de enfrentarse a la selección de Argentina. El resultado fue obvio, 9 a 1. ¡DERROTA! Y allí acabó la esperanza de los colombianos en su primera competición internacional.
Ya todos sabían que no había nada que hacer para poder ganar la Copa, pero aún quedaban dos rivales más: Ecuador y Bolivia. Nadie creía en este equipo, pero luego de tantas derrotas, ganaron el primer partido, frente a Ecuador 3-1. Para terminar la actuación el ultimo rival era Bolivia. Y entre las tres selecciones, se había llegado a un acuerdo de entregar un trofeo amistoso: La Copa Mariscal Sucre. Como un premio de consolación al equipo que lograra sumar más puntos.
Colombia empató 3 a 3 frente a los bolivianos, logrando quedarse con el quinto puesto de la competición y llevarse el trofeo, reconocimiento que valoraron mucho los jugadores. Era un equipo valiente, aguerrido y que se animó a participar de la competición y a enfrentarse a los pesos pesados del fútbol suramericano.
Los colombianos valoraron el esfuerzo del técnico Roberto Meléndez y sus jugadores, quienes tuvieron que pasar por las “duras y las maduras” – como se dice en Colombia – para llegar hasta Chile, pero nunca se rindieron ni bajaron la cabeza. Pasaron por momentos buenos y malos, pero mantuvieron la frente en alto y se despidieron de Chile arriesgándolo todo para alcanzar un objetivo, que no se cumplió, pero que dejó varias enseñanzas y un trofeo en el “bolsillo”
Esta primera participación dio lugar a que el fútbol en Colombia pudiera regularse y consolidarse de manera profesional y poder formar lo que es la Selección Colombia hoy en día ante el mundo. Demostrando la valentía, fuerza y empeño de los jugadores desde hace 75 años. Puede que no se tengan muchos trofeos o reconocimientos a nivel mundial, pero se ha luchado por sobresalir y poder brindar al mundo jugadores de calidad. Hace 75 años se ganó un premio que destacó la fuerza y lucha de un equipo conformado a pedazos. Ahora llega la oportunidad de disputar nuevamente una Copa América, esta vez en casa, con la afición a favor y con una selección consolidada. Copa América Argentina Colombia 2020, allá vamos.
Referencias bibliográficas:
- Imágenes del archivo histórico del periódico EL TIEMPO de Colombia
- Recopilación de información de periódicos impresos y digitales colombianos y portales web de fútbol colombiano.
Reportaje realizado para la materia «Historia del Periodismo Deportivo» que imparte Xavier G. Luque en el Máster de Periodismo Deportivo de la UPF.