Cultural-Ponferradina, el derbi del noroeste
De Rodrigo Ferrer Diez1. Introducción
Cultural y Deportiva Leonesa y Sociedad Deportiva Ponferradina han protagonizado durante muchas décadas uno de los derbis más interesantes y apasionantes del deporte rey español. Estos equipos son muy próximos por motivos que van a marcar la historia de cada uno y con respecto al otro; así como la relación de ambas instituciones con las comunidades humanas en las que se desenvuelven. Durante buena parte de los siglos XX y XXI, no se entiende León sin la Cultural, ni Ponferrada sin la Ponferradina, dos pequeñas ciudades del noroeste español que respiran fútbol, calando en la sociedad hasta el punto de establecerse una serie de “mitos” que también deben tratarse y, según el caso, aclararse.
A lo largo de estas líneas, se pretende analizar cómo se forja esta rivalidad en la que destacan dos grandes momentos: los años 60 y los 80 del siglo XX. También explicar el por qué de este enfrentamiento. Después vienen años convulsos para los dos, con periodos de crisis y euforia alternantes. En momentos de coincidencia, se ve cómo los choques, particularmente a partir de los años 90, van a mirar constantemente atrás, a las dos décadas antes citadas, formando la idea de “los derbis de toda la vida” de los que ambas gradas se sienten herederas.
Es necesario aclarar que estas líneas, pese a la evidente filiación culturalista del autor, pretenden componerse desde la máxima rigurosidad que la investigación histórica requiere y, sobre todo, pensando que este no es un texto para culturalistas y deportivistas, es más, está ideado para que gente de todas partes conozca un evento que no tiene nada que envidiar a los Deportivo-Celta, Cartagena-Murcia, Real Oviedo-Sporting y un largo etcétera de apasionantes encuentros que mantienen viva la esencia más pura de nuestro deporte a lo largo y ancho de la geografía española.
La RAE define derbi como “encuentro, por lo común futbolístico, entre dos equipos cuyos seguidores mantienen constante rivalidad, casi siempre por motivos regionales o localistas”; lo que se ajusta a este caso en lo que a “constante rivalidad” se refiere y en la cercanía de las ciudades, siendo este quizás el motivo “localista”.
2. Génesis de una rivalidad
Para entender adecuadamente estas páginas hay que hablar un poco de la geografía de la provincia de León. Ponferrada y León están separadas por poco más de 100 kilómetros, aunque las comunicaciones, en un principio, no eran las más deseables. León se encuentra en una zona de suaves desniveles causados por las riberas de los muchos ríos que surcan la zona; ubicándose, en concreto, en los márgenes de los ríos Bernesga y Torío. Por otra parte, Ponferrada se encuentra en la conocida popularmente “olla de El Bierzo”, una superficie llana rodeada por montañas, centro de dicha comarca. Entre medias hay que cruzar el puerto de El Manzanal, lo que hace que el aislamiento entre las dos ciudades sea destacable, pues este se considera el punto de separación entre las dos áreas de influencia.
A diferencia de otras provincias, es muy relevante el hecho de que esta tenga dos ciudades de la capacidad socioeconómica de nuestras protagonistas, ya que esto permite que, en los años 20, ambas puedan contar con sus respectivos equipos de fútbol: la entonces Sociedad Cultural Deportiva Leonesa y la Sociedad Deportiva Ponferradina.
La primera vez que ambas se enfrentan es en septiembre de 1923, en la inauguración del campo de Santa Marta, hogar de los bercianos entre ese año y 1974. Se celebra durante las fiestas de la ciudad con presencia de importantes autoridades, entre las que destaca el obispo de Astorga, pues a esta diócesis pertenece la ciudad de Ponferrada. El hecho de que tal personalidad acuda a oficializar la ceremonia litúrgica que sirve para inaugurar el campo es una muestra de la importancia y expectación del evento para las gentes de entonces. Hasta antes de la Guerra Civil, se enfrentan pocas veces en partido oficial, ya que la Cultural comienza un ascenso meteórico que le lleva a Segunda División, mientras que la Deportiva compite en categorías territoriales.
Después de la Guerra, la situación es similar, la Cultural llega a tener un meteórico ascenso hasta llegar a la segunda categoría nacional mientras que los blanquiazules compiten en categorías provinciales. De momento, no hay una rivalidad destacada, sobre todo porque no son los únicos en cada ciudad. Por una parte, León llega a contar con tres en la misma categoría; Cultural, Ejido y Maestranza; mientras Ponferrada lo hace con dos: Ponferradina y San Pedro.
En todas las localidades con entidades de relevancia de la provincia de León –además de Ponferrada: Astorga, La Bañeza y los de las zonas mineras (Sabero, Hullera Vasco-Leonesa…)– hay especial expectación por “jugar contra los de la capital”. Pero poco a poco, va a ser la Deportiva la que no solo sea capaz de hacer frente en un encuentro a la “todopoderosa” Cultural, sino en toda una temporada. La tensión se va haciendo cada vez más patente hasta que, en la temporada 1951-1952, la afición culturalista queda muy disgustada por lo que parece una actitud demasiado agresiva de los jugadores bercianos que actúan como locales. Esto hace que se espere una revancha a la temporada siguiente (1952-1953), aumentando la expectación a la que se suma la circunstancia del liderato de la Cultural mientras que la Deportiva es segunda.
Pero hay que esperar, pues en esa década nuestros actores se separan mucho debido a que la Cultural va a vivir la mejor época de su historia, incluyendo un breve pero intenso paso por Primera División. Tras ello, va a venir una crisis que lleva a los blancos a una competitiva Tercera División. Allí espera la Ponferradina, y es entonces cuando se abre un nuevo capítulo de esta historia.
3. La primera gran época: los años 60
Durante los años 60, las categorías modestas son muy competitivas. En el caso de la Tercera División (equivalente aproximado a la Segunda B actual), los equipos de la Federación Oeste juegan en un grupo con ciudades como León, Ponferrada, Salamanca, Cáceres, Palencia… Además de filiales importantes. La situación social de aquel momento hace que existan otros muchos rivales de la provincia de León en este grupo (Astorga, Cacabelos, La Bañeza, clubes mineros…), y a todos les gusta esa reiterada idea de “ganar a los de la capital”; pero solo uno, como vimos antes, puede competir constantemente con el club blanco: la Ponferradina.
Durante estos años, sobre todo desde la temporada 1962-1963, se recupera la rivalidad detenida a principios de la década anterior. Es entonces cuando surgen los grandes desplazamientos masivos, la expectación… Generalmente la gran masa de afición viaja de una ciudad a otra en ferrocarril. Conocemos la hoja de ruta de la afición culturalista gracias a la prensa: salían a primera hora de León para parar a comer en la localidad berciana de Bembibre, de ahí se retoma la marcha hacia la ciudad del Sil. Por el contrario, los bercianos pasan el día en León. En estos movimientos, las peñas de los dos equipos tienen un papel fundamental por ser parte clave de la organización de estas jornadas que no solo son para ir a un evento deportivo, sino de convivencia con los suyos. De las anécdotas de aquel entonces, son famosas las pancartas que la afición berciana colocaba en la bajada del puerto de El Manzanal hacia la olla de El Bierzo para intimidar a jugadores y aficionados, una inusual forma de “calentar” la previa en la que, eso sí, sin caer en la descalificación o el insulto.
En esos años 60, la recuperación de la situación de los capitalinos tras una grave crisis y su ascenso a Segunda División enfría la rivalidad hasta finales de la década siguiente en el campo, pero no la relación. La Deportiva pasa dificultades económicas, a lo que la dirección culturalista, presidida por el empresario Ángel Panero, responde ofreciendo buenos jugadores a los bercianos, lo que resulta fundamental para garantizar la supervivencia de los blanquiazules. De estos años 60 queda en el imaginario de las dos aficiones una idea de sana rivalidad y de intensidad en el verde y en la grada que va a llegar hasta la actualidad.
4. La segunda gran época: los años 80
Terminados el paso de la Cultural por Segunda División y la crisis de la Deportiva que la lleva a Regional, ambos equipos van a volver a encontrarse. Ahora bien, durante los años 80 existirá un hándicap fundamental para entender el progreso de esta historia: la Segunda División B. Entre 1977 y 1987, esta categoría va a contar con dos grupos muy competitivos en los que nuestros protagonistas no van a coincidir. Si lo harán cuando la categoría de bronce pase a cuatro secciones. Hasta entonces, la historia durante estos años se escribe en Tercera División.
La competitividad de la categoría de bronce y la crisis institucional hace que, durante cuatro temporadas, de 1982 a 1987, los derbis se van a dar en esa división; un nuevo episodio que, a pesar de la categoría, no va a tener nada que envidiar a los de dos décadas atrás, o a cualquier otro de escalas superiores. Vuelven los desplazamientos, las pancartas, la tensión… Y a ello hay que sumar la cantidad de jugadores autóctonos en cada escuadra; además de los que han vestido las dos camisetas, lo que echa “más leña al fuego” de la rivalidad. Tanto el estadio de Fuentesnuevas como el Antonio Amilivia se convierten en auténticas calderas, y todo porque en la lucha por el liderazgo del grupo siempre van a estar los dos equipos, además del prestigio, claro está.
La rivalidad da un paso más cuando la ampliación de dos a cuatro grupos de la Segunda División B hace que ambos asciendan. Entre finales de los 80 y principios de los 90, la Deportiva va a coquetear por primera vez en su historia con la opción de ascender a Segunda División cuando disputen la liguilla en 1988. Con esta gesta logra situarse como primer club de la provincia. Los años 90 son tiempos muy complicados en ambos bandos, lo que da lugar a una etapa distinta en este relato.
5. Encuentros y desencuentros entre dos siglos
A principios de la década noventera, ambos viven un periodo de gran crisis en la que llegan a colaborar para sobrevivir. Son famosas las acciones realizadas en Ponferrada para salvar a su club, entre ellas la venta de botellas de vino (la Cultural estuvo entre los compradores); o la disputa de un amistoso al que se unieron jugadores de otras escuadras, y que termina siendo un Cultural-Selección de León. También hubo momentos de mucha tensión y hasta de ruptura de relaciones por problemas con los traspasos de jugadores. La Deportiva baja a Tercera División, donde tendrá su particular historia de enfrentamiento con otro berciano, el Atlético Bembibre. Por su parte, la Cultural va a vivir dispares temporadas en Segunda B en las que llega a luchar en varias ocasiones por ascender a Segunda División, pero sin éxito. Entre medias, hay que destacar la temporada 1994-1995 en la que los dos coinciden en Tercera mientras la Hullera Vasco-Leonesa es el primer equipo de la provincia de León, militando en Segunda B. Es la primera vez que este título honorífico no está en ninguna de las dos ciudades.
El nuevo siglo se inaugura con muchos cambios. Por un lado, la Ponferradina comienza un progreso escalonado que la lleva de Tercera División en 1998 a Segunda División en 2005, además inaugura su nuevo estadio, El Toralín, el cual es actualmente su feudo. Por otra parte, la Cultural se convierte en Sociedad Anónima, inaugura el Nuevo Antonio Amilivia (hoy, Reino de León); sin embargo, no logra el esperado ascenso, por lo que entra en una nueva crisis institucional que culmina en un descenso administrativo en 2011. Es tiempo choca con la mejor etapa de la historia blanquiazul, con varios ascensos y un ciclo de tres temporadas en Segunda División. Eso sí, entre medias hay grandes momentos como los acontecidos en la temporada 2008-2009, con los dos luchando por la primera plaza del Grupo II de Segunda B entre otros ardientes encuentros. Incluso hay sitio para que ambos clubs se enfrenten al filial de su némesis en partido oficial.
Los recientes ascensos a Segunda División (Cultural en 2017 y Ponferradina en 2019) hacen esperar que uno de los posibles futuros escenarios sea, por primera vez, el fútbol profesional. La última página de esta historia se vive en la temporada 2018-2019, en la que los dos partidos, por ambiente e intensidad, fueron eso que gusta a todas las aficiones de España: un derbi “de los de toda la vida”.
6. Algunos mitos
Una de las muestras de la importancia de este evento es la cantidad de mitos, ideas preconcebidas e historias incompletas que surgen a través de las décadas. En este apartado trataremos de aclarar a alguna de ellas, sobre todo pensando en los lectores y aficionados de fuera de la provincia de León:
- Sobre los nombres: la Ponferradina es conocida en toda España con este nombre, o incluso con la abreviatura “la Ponfe”; sin embargo, en su ciudad y comarca se escucha más “la Deportiva”. Con la Cultural sucede lo mismo: en León es “la Cultural” o «la Cultu», mientras que fuera se habla más de “la Leonesa”.
- ¿Es más antigua la Ponferradina que la Cultural? Muchas veces se dice que “la Ponferradina es el equipo más antiguo de Castilla y León”, ante lo cual hay que matizar algunas cosas. La primera es que, en 1922, fecha en la que la Deportiva se funda, Castilla y León no existe, ni como región histórica, ni como autonomía, ni como federación. En los años 20 existe una Federación Castellano-Leonesa, formada por las provincias castellanas de Valladolid, Palencia y Burgos, y por las tres leonesas (León, Zamora y Salamanca). Esta tiene su sede en Valladolid, ciudad conectada por ferrocarril a las demás y, por tanto, más accesible, pero sin más relación con el actual ente federativo –esta situación ha servido para justificar que la actual federación tenga 90 años, lo cual es falso y viene motivado por temas ajenos al deporte–.
De todas formas, y con la documentación que hoy manejamos, es cierto que la Deportiva se funda en 1922, pero la Cultural también. Su sesión fundacional se realiza en la capital leonesa el 30 de abril de 1922; sin embargo, la falta de jugadores y campo demora el debut de su sección de balompié hasta el 5 de agosto de 1923, fecha que tomamos los culturalistas como punto de partida de nuestra historia. Para entonces, la Deportiva lleva un tiempo en marcha.
- ¿Quién ha ganado más veces? Contando solo competiciones oficiales, en Liga, la Cultural ha ganado más partidos, en concreto 32; por su parte, la Deportiva ha ganado 21 y han empatado 31. Sin embargo, en Copa la balanza se decanta hacia El Bierzo por dos a uno de los tres totales.
- ¿Esta es una rivalidad entre dos ciudades? Rotundamente, no. Si miramos a la historia, han existido más escuadras: San Pedro, Maestranza, Promesas Ponferrada, Júpiter… además de los que hoy existen en canteras. Es cierto que, en toda la provincia de León, como se explicó antes, existe el gusto de “ganar a los de la capital”, pero el hecho de que solo la Ponferradina haya podido plantar cara (y superar en muchas temporadas) a la Cultural de forma estable lo explica todo. Los Cultural-San Pedro o Júpiter-Ponferradina, no despertaron las pasiones propias de este derbi.
- ¿Hay antecedentes de buenas relaciones entre los dos clubs? Sin duda. Pero no quiero remitirme al hecho de que salgan directivos de ambas partes hablando de entendimiento, sino de ejemplos prácticos. Por citar algún caso, la Cultural cede su estadio, el Antonio Amilivia, en 1977 a la Deportiva cuando esta tuvo su campo, el Fuentesnuevas, cerrado por sanción federativa durante dos encuentros.
- ¿Un jugador puede vestir las dos camisetas? Eso de que un futbolista no puede competir con dos elásticas unidos por una rivalidad, en muchos casos es comprensible, pero no en este. Ello va contra la propia identidad de las dos escuadras. La cercanía de las ciudades hace que muchos jugadores y entrenadores tengan trayectoria en las dos partes, sobre todo en el caso de deportistas de la tierra.
- ¿Cuánto de separadas están las dos aficiones? Menos de lo que parece. Es cierto que nunca habrá una comunidad como la hay entre Cultural y los dos principales de Asturias o Salamanca, o la Deportiva con un club con tanto en común como el Mirandés. Nunca serán aficiones hermanadas, algo que iría contra la identidad de ambas. Pero los lazos de amistad, familiares o compañeros de trabajo de dos ciudades separadas por apenas 100 km y unos entornos que llegan a mezclarse, hace que, pese a quien pese, la comunión es mayor de la que a simple vista pueda parecer. Basta ver el aspecto general y real del Barrio Húmedo de León, o de La Rosaleda de Ponferrada un día de partido para comprobarlo.
7. Conclusiones
Cultural y Ponferradina, Ponferradina y Cultural, protagonizan uno de los derbis más apasionantes de España, por ello es necesario que todos los amantes del fútbol y de su historia lo conozcan. Su valor se cimenta en los siguientes argumentos:
- Los choques entre ambas escuadras se acercan a los cien años, aunque los momentos de máxima rivalidad empiecen en los años 50.
- La implicación las dos instituciones en sus respectivas sociedades es un fenómeno a tener en cuenta: no se entiende ni la León ni la Ponferrada del siglo XX (y lo que va del XXI) sin ellas.
- Los dos se han enfrentado más de ochenta veces en competición oficial (Liga y Copa).
- Se han dado periodos de rivalidad, tensión y amistad, lo que crea un amplio relato para la historia del deporte español y leonés.
- La cantidad de socios y aficionados que mueve este encuentro entre las dos ciudades (en muchas veces contándose por miles) hace que sea un punto más para considerar este uno de los derbis más importantes del fútbol español.
En definitiva, las historias de Cultural y Ponferradina son paralelas, algo que ambas aficiones deben tener presente. Blancos y blanquiazules, a lo largo de su historia, son dos segmentos paralelos: nunca se van a unir, pero tampoco van a dejar de estar el uno junto al otro. Los aficionados de la Deportiva deben entender que la identidad de su club no se entiende sin la Cultural, y los de la Leonesa que la suya tampoco es explicable sin la Deportiva. Casos como este son la esencia del auténtico balompié. Ojalá nunca se pierda, ni aquí, ni en ninguna parte.
8. Referencias
Díez Pérez, R, Otero Conde, F. R. (2006) La Deportiva 1922-2006: ¡Adelante y arriba!, Trobajo del Camino: Diario de León.
Ferrer Diez, R. (2015). Historia de la Cultural y Deportiva Leonesa, 90 años de una parte de nosotros, San Andrés del Rabanedo: Editorial Cultural Norte.
Prensa: Diario de León (1922-2019), Diario Proa (1940-1975), La Hora Leonesa (1976-1986).