Albania y Grecia: rivalidad y fútbol
De David García GutiérrezPodríamos imaginar que la mejor clasificación europea de la selección de fútbol de Albania fue en la Eurocopa de 2016, cuando el combinado albanés participó por primera vez en una fase final del torneo europeo de selecciones. Albania no pudo superar la fase de grupos tras perder ante Francia y Suiza y conseguir una victoria por la mínima ante Rumanía, quedándose a un paso de estar entre las dieciséis mejores selecciones de Europa. Pero no, la mejor participación de Albania no fue en la Eurocopa de 2016. Fue en 1964. Y no por una cuestión futbolística.
En 1964 se disputó la segunda edición de la Copa de Naciones de Europa, actualmente conocida como Eurocopa. Más allá del nombre, el formato difería sustancialmente. La fase previa se dividía en tres eliminatorias a ida y vuelta de la cual resultaban cuatro equipos. Las correspondientes semifinales y la final se celebrarían, en la edición de 1964, en España. En la primera eliminatoria, Albania y Grecia se enfrentarían en un duelo que les permitiría, en caso de ganar, situarse entre las mejores dieciséis selecciones de Europa. Ni el primer partido programado en suelo griego el 21 de junio de 1962, ni el partido de vuelta que debía de celebrarse en el estadio Qemal Stafa de Tirana el 31 de marzo de 1963, se acabarían celebrando. La razón: Grecia se retiraba del torneo al tener que enfrentarse a Albania.
Las relaciones entre Albania y Grecia nunca han sido sencillas. Su frontera, de aproximadamente 250 km, se asienta sobre la región histórica de Epiro. Objeto de disputa entre ambos estados, en 1913 se firmó el Tratado de Bucarest bajo el cual el norte de Epiro, que cuenta con una importante minoría étnica helena, pasaría a formar parte de Albania; por su parte, Grecia se asentaría en el sur de Epiro, que contaba, a su vez, con numerosas comunidades albanesas. La Segunda Guerra Mundial, finalmente, sería el detonante que acabaría distanciando el vínculo entre albaneses y griegos. Albania, ocupada por la Italia de Mussolini, sirvió de puente para un ataque a Grecia del Ejército italiano en octubre de 1940. Grecia, que le declararía a Albania el estado de guerra, logró frenar con éxito el avance italiano, pero la posterior intervención de la Wehrmacht significaría la caída de Atenas en manos del Eje hasta 1944, cuando alemanes e italianos abandonaron el país heleno ante la inminente victoria aliada.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, las tensiones étnico-fronterizas entre los dos países se avivarían. Grecia, después de una guerra civil que acabarían venciendo las fuerzas pro-OTAN, reclamaría el territorio norte de Epiro, que pertenecía a la nueva Albania marxista-leninista de Enver Hoxha. Además, los partisanos griegos acusarían a la población albanesa que se asentaba en la Epiro griega de colaboracionistas del régimen de ocupación italiano y alemán, por lo cual fueron expulsados de Grecia. La mayoría de ellos se asentaron en Albania, mientras que otros formaron comunidades de emigrantes en Turquía y Estados Unidos. Zonas en disputa, desplazados. Como podemos suponer, el estado de guerra que se inició en 1940 se mantendría entre Albania y Grecia en las décadas siguientes. Pese a que las relaciones se destensaron en los años 80, aún hoy ambos países balcánicos siguen técnicamente en estado de guerra.
Este conflicto será el motivo por el cual Grecia se negaría a jugar, en 1962 y en 1963, contra Albania. Como consecuencia de la retirada helena, Albania pasaba a la siguiente ronda, convirtiéndose en una de las dieciséis mejores selecciones de Europa, hito que la histórica selección albanesa de 2016 no pudo igualar. En segunda ronda de la fase de clasificación para la Copa de Naciones de 1964, Albania se enfrentaría a Dinamarca. Esta vez, sí pudo disputar los dos partidos. El 4-0 en Copenhague mostraba la diferencia de nivel entre ambas selecciones; aun así, en la vuelta, Albania pudo derrotar por 1-0 a los daneses en la que sería la primera victoria de los albaneses en una Copa de Naciones. El gol de la meritoria victoria, por cierto, fue obra de Panajot Pano, recientemente nombrado como el mejor jugador de la historia del fútbol albanés por la Federación de Fútbol de Albania. Pano, en griego Panou, era de origen heleno; sus padres procedían de la ciudad de Delvinë, situada en el sur de Albania, en la región norte de Epiro. Territorio de Albania reclamado por Grecia. Uno de los motivos por los que Grecia no jugó esos dos partidos contra Albania.