Jolaseta; un tránsito
De Félix MartialayDos caminos convergieron en 1911. Uno, la necesidad del Athletic de tener un campo más adecuado que el de Lamiaco; necesidad reforzada por los fracasos de las gestiones para meter el campo en el mismísimo «bocho». Otro, el que la Sociedad de Terrenos de Neguri había construido un campo de fútbol, en la jurisdicción de Guecho, hacia el mar y más lejos todavía que Lamiaco: a 14 kilómetros del centro de la Villa. Bien comunicado y precisamente por el mismo ferrocarril que pasaba por Lamiaco y ya electrificado. Era un campo «moderno» -quizá muy similar a cualquiera de los que ahora tienen muchos equipos de Segunda B y aun de Segunda-, perfectamente cerrado, con valla de madera que enmarcaba el rectángulo de juego y una breve pero coqueta tribuna cubierta. Según escribió el periodista Francisco G. de Ubieta, «tenía suelo arenoso, muy permeable, en el que podía jugarse en magníficas condiciones por mucho que lloviese».
El empujón para que se entendieran ambas sociedades lo produjo el Campeonato de España de 1911, adjudicado por la reciente Federación Española de Fútbol al Athletic de Bilbao y por ende a la capital vizcaína.
La Junta del Athletic convocó una Junta general extraordinaria para el 19 de febrero de ese 1911 con el fin de tratar el tema del Campeonato y del campo de Jolaseta. Todo fue aprobado; hasta una cuota extraordinaria para llevar a buen fin ambos temas.
Esa fue la decisión por la que el Athletic pasó a sentar sus reales en el campo de Jolaseta.
Y el Campeonato de España, que se auspiciaba como uno de los más numerosos en participación de todos los celebrados con anterioridad, no fue tan fácil como se suponía. No sólo por las tormentas federativas iniciales sino por su accidentado desarrollo en lo que se llamó el «tema de los ingleses». Pero esta historia es otra historia que desviaría este atajo orientado hacia San Mamés.
Los que se fueron acercando a las taquillas se encontraron con la siguiente tabla de precios:
Tribuna con billete de tren en 1ª = 3,50 pts.
«» «» 2ª = 3,00 «
Preferencia con billete de tren en 1ª = 2,90 «
«» «» 2ª = 2,50 «
General con billete de tren en 1ª = 2,00 «
«» «» 2ª = 1,60
En la taquilla de entrada a Jolaseta figuraban los siguientes precios:
Tribuna = 2,30 pts
Preferencia = 1,75 «
General = 0,65 «
Y el día 9 de abril de 1911 Jolaseta entraba en la historia del Athletic con la celebración del primer partido de ese Campeonato de España. Era el último de los terrenos de juego del Athletic antes de asentarse en San Mamés.
Se enfrentó el Athletic al Real Club Fortuna de Vigo al que venció por 2-0.
Jugaron:
ATHLETIC: Astorquia; Allende, Arzuaga; Mandiola, Sloop, José María Belauste; Elorduy, Veitch, Martyn, Iza, Smith.
FORTUNA: Ruiz; José Rodríguez, Juan Rodríguez; Pancho Estévez, González, Abad; Morán, Higheim, Pérez, García, López.
Inauguró el marcador de Jolaseta el athlético Veitch a los ocho minutos de juego. El otro gol fue marcado por Smith.
Luego vino lo que vino y el Campeonato vivió retiradas sonadas, deserciones silenciosas, partidos inacabados… Pero todo pudo salvarse por la colaboración decisiva del Español de Barcelona, que no hizo caso de cantos de sirena emanados desde San Sebastián, lugar en el que se habían refugiado no pocos de los descontentos del desarrollo de esa Copa tan accidentada.
Así pues, Jolaseta protagonizó su primera final con un encuentro entre bilbaínos y barceloneses celebrado el sábado día 15 de abril. Con las siguientes alineaciones, pastoreadas por el árbitro señor Scott, inglés:
ATHLETIC: Astorquia; Allende, Arzuaga; Iza, J.M. Belauste, Mandiola; Belaunde, Zuazo, Garnica, Veitch, Smith.
ESPAÑOL: Gisbert; A. Massana, Álvarez; Heredia, S. Massana, Buylla; Berenys, Giralt, Neira, Castillo, Sampere.
Jolaseta vivió su primer fasto histórico al ver campeón de España al Athletic por el «score», que se decía entonces, de 3-1. Los goles fueron marcados por Veitch, Belaunde, Garnica y ?????.
Según algunas crónicas asistieron 980 espectadores.
Y no paraban ahí los fastos de la inauguración de Jolaseta. Al día siguiente, domingo día 16 de abril, partido internacional, el primero en el terreno guechotarra. Para esta ocasión había sido contratado -ojo, contratado, no cazado a lazo merced a una escala marítima- un equipo inglés de profesionales, el Civil Service. Y esa palabra de «pross», los acreditados y mitificados profesionales ingleses, hizo temer que podía ser un desastre. De aquí que aprovechando la luna de miel entre «athléticos» y españolistas, más la colaboración del Bilbao F.C. y de un barcelonista, se formara una auténtica selección con jugadores de estos cuatro equipos.
No sirvió de nada. Los británicos destrozaron al combinado por 7-0.
Jugaron:
Gisbert (Español); Amechazurra (Barcelona), A. Massana Español); Vidal (Español), «Baracaldo» (Bilbao), Eguía Bilbao); Ochandiano (Bilbao), Martyn (Athletic), «Aguirre» Bilbao), S. Massana, Arbaiza (Athletic).
Tanto «Baracaldo» como «Aguirre» eran dos jugadores ingleses que fueron «embozados» en tales pseudónimos para evitar nuevas complicaciones. Desde entonces fue frecuente apellidar como «baracaldés» a cualquier inglés que llegara para jugar en Bilbao.
Pero como los ingleses del Civil Service, para enjugar los gastos de viaje, habían contratado dos partidos, tenían todavía otra exhibición en Jolaseta.
Jugaron el lunes día 17. Y a la vista del mal resultado de la selección multiclubs, el Athletic decidió plantar cara en solitario a los «pross». ¡Más de siete no les iban a meter!.
Y no se los metieron. Pese al magnífico juego de los ingleses, no pudieron alcanzar más que un 2-0 que paliaba los siete del día anterior y hacía aparecer el resultado adverso como un triunfo de los rojiblancos.
Jugaron:
Astorquia; Allende, Arzuaga; Iza, Sloop, Mandiola; Elorduy, Belaunde, Zuazo, Veitch, Smith
Con tales fastos iniciaba su carrera el campo de Jolaseta al que ya nadie llamó campa.
Durante dos años y dos meses Jolaseta fue la sede de los que nadie había llamado aún «leones». Eso no se produciría hasta que el santo Mamés de Cesaréa les tocara con su vara y les mostrara sus fieros amigos…
La última temporada de Jolaseta se desarrolló ya con la etiqueta de final de trayecto. En mayo de 1913 se celebraron como «fin de fiesta» una serie de partidos internacionales que iban a poner broche de oro a la vida athletica de Jolaseta.
Fueron:
1 – mayo | Unión Saint Gilloise de Bruselas | 2-0 |
4 – mayo | Unión Saint Gilloise de Bruselas | 2-2 |
11 – mayo | Bromley | 1-5 |
12 – mayo | Bromley | 0-1 |
18 – mayo | West Norwood | 2-4 |
22 – mayo | West Norwood | 2-2 |
22 – junio | Nunhead | 0-1 |
24 – junio | Nunhead | 1-2 |
El gol de cierre de Jolaseta, como campo del Athletic, fue marcado por Pichichi. La generación de los chavales de la Campa de los Ingleses había llegado a su mayoría de edad en Jolaseta. No es poco mérito. Aunque sea meramente cronológico. El otro mérito, el del título de Campeón de España, además de cronológico, fue futbolístico.