Novísimo diccionario futbolístico de Julio Gómez de la Serna.
De Luis Javier Bravo MayorEl diario bilbaíno La Tarde publicó en dos capítulos un genial breve diccionario de términos, en plan humorístico, sobre todo aquello relacionado con el mundo del fútbol, y de cuya autoría no es otro que Julio Gómez de la Serna (Madrid 1895 – Madrid 28/3/1983), traductor, editor, escritor y abogado, hijo de Javier Gómez de la Serna y hermano de Ramón Gómez de la Serna.
La primera parte fue publicada el 26 de abril de 1932 y la segunda el 3 de mayo de 1932. Y escribía con conocimiento. Fue jugador del Real Madrid desde 1914 a 1917.
Acta.- Documento lleno de protestas y de señales de dedos, en el que firman (si saben) los capitanes de dos equipos contendientes y el árbitro al final de un partido. Prácticamente no suele servir para nada.
Amistoso (partido).- La lucha más feroz y sangrienta que puede imaginarse entre 22 jugadores.
Amor propio.- Cualidad de que carecen casi siempre los ases futbolísticos de hoy.
Árbitro.- Un héroe, un mártir o un desahogado, según los casos; que sale a un campo a tocar el pito. Sólo sirve, generalmente, para que los jugadores y el público protesten sus fallos y para que las sillas o piedras arrojadas al campo en los partidos de campeonato tengan un blanco fijo.
As.- Jugador (?) que ha intervenido en dos partidos, ha sido retratado tres veces e interviuvado cuatro por unos amigos periodistas, y que en cuanto puede provoca un caso; no vuelve a darlas en los encuentros sucesivos. Abunda en España desde hace unos años.
Astrágalo.- Hueso descubierto por Rubio, el célebre jugador e hijo pródigo del Madrid. Desde ese descubrimiento la gente le llama, a lo yanqui, “el rey del astrágalo”.
Balón.- Estera, de envoltura de cuero, con una vejiga inflada, de goma dentro, con la que no saben qué hacer, generalmente, los jugadores durante un partido.
Bote (refiriéndose al de un balón contra el suelo).- Cosa que desconocen habitualmente los delanteros, medios, defensas y portero de cualquier equipo, por mucho renombre que tengan.
Cabeza.- Parte del cuerpo humano que se empleaba hace muchos años en fútbol para marcar tantos sobre todo. Desde la retirada de Monjardín, el impetuoso delantero internacional, el uso de la cabeza ha quedado abolido en fútbol.
Carga.- Empujón varonil con que antes se podía apartar a un contrario en un partido. Hoy la carga no se usa ya para nada, y los árbitros llamados enérgicos la castigan siempre.
Centro.- Jugada que consiste en lanzar el balón desde las proximidades de las líneas del costado del campo hacia la zona central del mismo, en dirección a la portería enemiga. Esta jugada debe correr a cargo de cualquiera de los dos delanteros extremos –derecha o izquierda- que no la saben ejecutar casi nunca, sobre todo cuando los medios y defensas que les salen al paso son fuertes, brutos y decididos.
Codo.- Parte del brazo que produce magníficos resultados cuando lo dispara bien un jugador contra el estómago de un contrario, en los corners sobre todo.
Copa.- Objeto muy cursi y de un metal camelístico, que suele disputarse como trofeo durante un campeonato.
Copas.- Las de cualquier bebida que se toman con un entusiasmo digno de mejor causa casi todos los jugadores profesionales de un equipo diariamente, menos los domingos durante la hora y media de un partido en que toman parte.
Ducha.- Aparato hidráulico que ha servido para que se lave mucha gente que antes de jugar al fútbol no conocía el agua más que por referencias.
Espinilla.- Parte de la pierna de un jugador, que es la más codiciada por los contrarios en un partido.
Espinilleras.- Cañitas forradas de cuero que se ponen los jugadores por dentro de las medias sobre la espinilla y que sólo sirven para registrar las patadas recibidas en esa parte de la pierna.
Entrenador.- Individuo contratado por un Club, que por unos cientos de pesetas se levanta a las siete de la mañana, comprueba las faltas de asistencia de los jugadores de un equipo, es siempre desobedecido por ellos, se la carga cuando el equipo sale derrotado y del que nadie se acuerda en la hora del triunfo. Los de más postín suele ser ingleses o húngaros, van vestidos de un modo inconfundible y “aman enormemente a España, el país donde se juega el mejor fútbol y existen los jugadores más extraordinarios”.
Goal.- Una cosa dificilísima de lograr para un delantero, cuando está muy cerca de la portería contraria, sobre todo, y que consiste en introducir el balón en el marco formado por los tres palos de dicha portería. Jugada que realizan, en cambio, con la mayor facilidad los defensas al fallar un balón y dispararlo hacia su propia meta.
Goal-average.- El lío matemático más inaguantable desde la invención del binomio de Newton hasta nuestros días.
Hincha.- Espectador histérico, partidario furibundo de un Club y completamente “pez” en fútbol, que chilla y se mete impunemente con las familias de los jugadores contrarios y del árbitro, cuando su Club va perdiendo, y que al terminar los partidos a su casa con un ojo o la mariz a la funerala.
Masajista.- Individuo al servicio de un Club, que aparece corriendo en el campo en dirección a un jugador lesionado y que lleva siempre una bolsita de hule sucia, en cuyo interior hay una esponja más sucia aún. Aunque el tiempo sea caluroso, el masajista lleva un jersey muy gordo y unos zapatos de carreras, con suela de pinchos. Si un jugador lesionado ha recibido un golpe en una pierna, el masajista le sacude concienzudamente unos esponjazos en la nuca; y si la lesión ha sido en la cabeza, el masajista amasa cuidadosamente las rodillas y los muslos del jugador. El masajista consigue siempre ocupar el más seguro puesto cuando el equipo de su Club va a jugar unos partidos a América del Sur.
Penalty.- Castigo máximo que impone el árbitro a un equipo y que es protestado ruidosamente siempre por los jugadores del equipo castigado y por el público de este equipo. Al realizar este castigo, el portero contra quién se lanza y el jugador que lo ejecuta, pasan el peor rato de su vida. Y también lo pasa regularcillo el árbitro que lo ha pitado, sobre todo si abundan los “hinchas”.
Penalty (área de).- La zona del campo dentro de la cual las faltas cometidas contra un jugador contrario son sancionadas con el castigo máximo, definido en la palabra anterior. Esta zona es mágicamente ampliada o menguable, siguiendo el criterio del árbitro o el partidismo del público. Así, cuando un jugador comete una grave y visible falta dentro de dicha zona, los “hinchas” del Club a que ese jugador pertenece gritan siempre: “¡Ha sido fuera del área de penalty!”. Y viceversa, aunque la falta cometida por un jugador lo haya sido muy lejos de esa zona, los “hinchas” enemigos se desgañitan vociferando: “¡Ha sido dentro del área!”.
Público.- Conjunto de espectadores que asisten a un partido. Se dividen en tres categorías: “hinchas” partidistas de uno de los equipos contendientes, gentes “anti” (“anti” algo, antimadridistas, antiathléticos, antibarcelonistas) o individuos que asisten por primera vez a un partido o que es la segunda vez que van a él. Aún siendo malas las dos primeras categorías, la peor, la más apasionada y agresiva es la tercera. El público de provincias sirve para animar al equipo local; el de Madrid, en cambio, sirve para alentar calurosamente al equipo forastero, sea el que fuere, y para meterse furiosamente contra el que represente a la región centro.
Seleccionador.- Aficionado, veterano generalmente, que acepta un cargo superior a las fuerzas humanas de España y que acaba por quitarle toda la afición y casi toda la vida. Tiene que recorrer la Península más que uno de esos viajantes que llevan objetos de propaganda alemana. Si es inteligente y recto, como José María Mateos, representa el prototipo del héroe y del mártir, canonizado dentro de cien años. El seleccionador tiene que sufrir la tortura más dantesca; es como si fuera el padre de once muchachos, habidos con once madres distintas, de once diferentes caracteres, caprichosos, díscolos y con todas las “mañas” de lo que son o creen ser: de “ases”. ¡Terrible!. ¡Ah!. Y encima el seleccionador debe soportar los consejos de los periodistas deportivos y los equipos “ideales” que le envían los espontáneos.
Veterano.- Nombre que se da en España al individuo que lleva jugando al fútbol más de dos años y en el mismo Club. El veterano es, generalmente, el mejor jugador en un equipo de jóvenes muy jóvenes, o de “ases” muy ases.
Zancadilla.- La jugada más usual durante un partido de fútbol, aunque en España suelen ejecutarla bastante mal.