1929: El Racing de Santander, verdugo del Sevilla, por dos veces.
De José López CarreñoEl Campeonato Nacional de Liga, como así se denominó oficialmente al torneo que en Febrero de 1929 iba a comenzar después de muchas reuniones, propuestas y asambleas que se habían venido desarrollando durante muchos meses antes, llegó por fin a establecerse que la disputarían los siguientes equipos:
Arenas de Guecho, Athletic de Bilbao, Athletic de Madrid, Barcelona, Español de Barcelona, Real Madrid, Real Sociedad de San Sebastián, Real Unión de Irún, CD Europa y uno más por decidir.
Entonces, para completar el plantel definitivo de los 10 equipos que iniciarían dicho torneo, fueron designados para disputar un torneo de clasificación los siguientes clubs:
Sevilla F.C., Deportivo de La Coruña, Celta de Vigo, Sporting de Gijón, Betis Balompié, Real Oviedo, Iberia de Zaragoza, Racing de Santander, Deportivo Alavés y Valencia C.F.
En una primera eliminatoria, el 25 de diciembre el Real Betis eliminó al Alavés por 2 a 1. Por su parte, el 26 de diciembre el Real Oviedo hizo lo propio con el Iberia de Zaragoza por 4 goles a uno en partido de desempate (habían empatado el día de Navidad a dos goles). Con estas eliminatorias previas, se disputaron los cuartos de final quedando emparejados de esta manera, con los siguientes resultados:
10 de Enero: Racing de Santander 2 – 2 Valencia.
(En el desempate jugado en Madrid el 13 de enero, el Racing venció a los valencianos por dos goles a uno).
13 de Enero: Real Oviedo 0 -1 Betis Balompié.
13 de Enero: Celta de Vigo 3 – 2 Sporting de Gijón.
17 de Enero: Sevilla 4 – 1 Deportivo de La Coruña.
Quedaban clasificados el Real Oviedo, Racing de Santander, Sevilla y Deportivo de la Coruña.
En semifinales, los marcadores fueron estos:
23 de Enero: Betis Balompié 1 – 2 Racing de Santander.
27 de Enero: Sevilla 2- 1 Deportivo de La Coruña.
Se llegaba así, a una final entre cántabros y sevillanos. Quien resultara vencedor de la eliminatoria jugaría en la histórica primera Liga de Primera División.
El domingo 3 de febrero, en el Stadium Metropolitano de Madrid, con arbitraje del Sr. Melcón, se iba a disputar la emocionante final. Los equipos formaron de esta forma:
RACING DE SANTANDER: Raba, Santiuste, Gacituaga, Hernández, Baragaño, Larrinoa, Santi, Loredo, Oscar, Larrinaga y Amós.
SEVILLA: Eizaguirre, Monje, Sedeño, Caballero, Rey, Gabriel, Roldán, Carreño, Velasco, Corsi y Brand.
Con el terreno de juego madrileño totalmente encharcado por la lluvia, ambos equipos no pudieron elaborar su fútbol, el balón pesaba mucho y los botes en el barro mermaban la vivacidad de juego de ambos equipos. El resultado final fue de empate a un gol, marcados por el sevillano Corsi al principio del encuentro, empatando el Racing a los veinte minutos por mediación del delantero centro Oscar. Tras una prórroga, no hubo más goles.
Con motivo de este empate, hubo de celebrarse una final de desempate. Se celebró a los tres días, el miércoles 6 de febrero, en tarde soleada y con escaso público asistente. Con arbitraje del Sr. López Espinosa, los equipos presentaron estas alineaciones:
SEVILLA: Eizaguirre, Monje, Sedeño, Caballero, Rey, Iglesias, Roldán, Carreño, Castro, Corsi y Brand.
RACING DE SANTANDER: Raba, Santiuste, Gacituaga, Torón, Baragaño, Larrinoa, Santi, Loredo, Oscar, Larrinaga y Amós.
De nuevo hubo empate, esta vez a dos goles, inaugurando el marcador por parte sevillana por el jugador del Racing, Santiuste, en propia meta, empatando seguidamente el montañés Oscar. En el segundo tiempo, Castro y Baragaño establecieron el empate a dos definitivo. El árbitro Sr. López Espinosa expulsó a Monje (Sevilla) y Larrinaga (Racing); más tarde Caballero resultó lesionado y tuvo que abandonar el terreno de juego quedando el Sevilla con nueve jugadores. En la prórroga no se modificó el marcador del “match”, como se decía entonces.
Y nos vamos a un tercer encuentro para decidir quién resulta definitivamente acreedor a obtener su presencia en la Primera División.
El sábado día 9, con arbitraje del Sr. Agustín Vilalta, este encuentro definitivo resultó ser el mejor de los celebrados. Las alineaciones que ambos equipos presentaron fueron:
RACING DE SANTANDER: Raba, Santiuste, Gacituaga, Torón, Baragaño, Larrinoa, Santi, Loredo, Oscar, Gómez Acebo y Amós.
SEVILLA: Eizaguirre, Iglesias, Sedeño, Pileño, Ocaña, Gabriel, Roldán, Carreño, Velasco, Corsi y Brand.
Esta vez sí hubo un vencedor. El Racing de Santander ganó por 2 a 1, marcados por Oscar a los treinta y cinco minutos; en la segunda parte, Gómez Acebo, a los quince minutos, aumentó el marcador, estableciendo Ocaña el resultado definitivo.
Tras este doble empate y victoria posterior, y después de seis encuentros y varias prórrogas, por fin, el Racing de Santander jugaría en Primera División la Liga de 1929.
El día siguiente, domingo 10 de febrero, daba comienzo el primer Campeonato de Liga .El Racing de Santander tenía que jugar en la primera jornada contra el Barcelona, que estaba esperando rival para comenzar el campeonato. Este encuentro se celebró solamente tres días después de la eliminatoria contra el Sevilla. El 12 de febrero, en los campos de Sport de El Sardinero el resultado fue de 0 -2 a favor del equipo catalán, ambos marcados por Parera.
Aquella Liga de 1929 no finalizó como los santanderinos esperaban. Acabaron en último lugar, con 9 puntos, tres partidos ganados, tres empatados y 12 perdidos.
Al finalizar en último lugar -y dado que no había ni descensos ni ascensos directos entre primera y segunda división- se debía de disputar una eliminatoria de promoción contra el Campeón de la Segunda División.
¿Adivinan qué equipo fue el campeón? ¡ El Sevilla ! Nuevamente, el equipo andaluz y los cántabros volvían a unir sus destinos en el camino para tener el privilegio de jugar en Primera División.
El Sevilla había sido campeón gracias al goal-average favorable frente al Iberia de Zaragoza, por lo que se había ganado el derecho a disputar la eliminatoria para poder ascender.
De nuevo, y seguimos en el año 1929, el domingo 7 de julio en Sevilla, imagínense la temperatura, ambos equipos celebraron el primer partido de la eliminatoria.
Con arbitraje del Sr. Vilalta, los equipos formaron así:
SEVILLA: Eizaguirre, Sedeño, Iglesias, Rey, Abad, Caballero, Roldán, Pileño, Gual, Carreño y Brand.
RACING DE SANTANDER: Raba, Santiuste, Garcituaga, Larrinoa, Baragaño, Hernandez, Santi, Loredo, Cladera, Larrinaga y Torón.
El resultado fue favorable al Sevilla por 2 a 1 con goles de Carreño a los veinte minutos, marcando un segundo gol sevillista Rey un minuto después, y estableciendo el resultado final, el jugador racinguista Larrinaga a los 54 minutos.
Al domingo siguiente, 14 de julio, se celebró el partido de vuelta, en El Sardinero de Santander. Otra vez con el Sr. Vilalta como árbitro del encuentro, los equipos alinearon a estos jugadores:
Por parte del RACING DE SANTANDER la formación fue la misma que en el encuentro de ida. El SEVILLA formó con Eizaguirre, Iglesias, Sedeño, Rey, Abad, Reyes, Roldán, Corsi, Gual, Carreño y Brand.
El Racing ganó el encuentro por 2 a 0. A los veinte minutos, Loredo marcó el primero, y Cladera, también en la primera parte, estableció el marcador que resultaría definitivo. Según las crónicas de entonces, por la noche, el Sevilla fue obsequiado con un banquete. Faltaría más.
Y así, el Racing de Santander permaneció en la Primera División, frustrando por segunda vez en un mismo año las ilusiones de los sevillistas. Un cronista sevillano llamó al Racing “el verdugo de Sevilla” por haberle vuelto a cerrar el camino hacia Primera División. Así se escribe la historia.
Aquella primera Liga de 1929, en general, gustó a la afición, aunque según dicen los archivos, todavía no apasionara. Parece ser que un diario publicó el siguiente comentario “El fútbol en el campeonato de Liga ha sido, en general, mediocre y, por tanto, aburridos los partidos. Altibajos de los equipos que han hecho fracasar la competición. Demasiados cambios en los primeros puestos. No creemos subsista el año próximo”. Desconozco si el periodista se ganó la vida como tal, como adivino desde luego que no.
P.D. Dedico el presente artículo a la memoria de mi entrañable tío, Justo López Parra, conocido en el mundo del fútbol como “JARO” que fue jugador, entre otros equipos, del Racing de Santander durante la temporada 1951-52.