Presidentes y socios de honor del Sporting a lo largo de la historia
De Alberto Díaz GutiérrezEl lunes 24 de junio de 2013 Manuel Vega-Arango ofrecía una rueda de prensa en la que hacía pública su renuncia a la presidencia del Real Sporting de Gijón debido al desgaste sufrido durante los últimos años, con una afición de uñas por los resultados deportivos y muy crítica con la labor del consejo de administración. Ante la incuestionable importancia de su figura en el devenir histórico del club, con toda una vida dedicada a la institución, se acordó su designación como presidente honorario. Sin embargo, como quiera que en los estatutos de la SAD no se contemplaba esa posibilidad y era necesaria su modificación para realizar formalmente dicho nombramiento, éste habría de esperar a la asamblea general, a celebrar en diciembre.
Pese a haberse desligado de la entidad, Vega-Arango representó al Sporting en el acto del sorteo del calendario de la Segunda División, celebrado el 9 de julio en el salón Luis Aragonés de la ciudad del fútbol de Las Rozas, ya que aún formaba parte de la directiva de la RFEF y desde el club se aprovechó la oportunidad para que el ya ex presidente ejerciese de embajador rojiblanco en Madrid.
Más recientemente, el 14 de noviembre, su dilatada trayectoria en el fútbol español fue reconocida por parte de la LFP (de la que había sido primer presidente en 1983) en un acto celebrado en Sevilla, en el que se le homenajeó junto a otros seis ex-directivos. En el mismo, Javier Tebas les hizo entrega de una distinción por “sus años de dedicación y trabajo por el bien del fútbol profesional español”.
Sorprendentemente (o quizá no), en la junta general celebrada el 11 de diciembre pasado en el Palacio de Congresos del Recinto Ferial Luis Adaro, no se llegó a abordar en ningún momento la cuestión del nombramiento honorario. El hasta entonces presidente en funciones, Antonio Veiga, realizaba su primera aparición como máximo responsable de la institución tras haber aceptado continuar al frente del consejo de administración.
Con respecto a los títulos honoríficos, cabe recordar que desde fechas bien tempranas se otorgó tal distinción a personalidades ilustres que ofrecieran apoyo y sostén económico a la entidad o bien aceptaran representar a la misma.
Así, en julio de 1910 se publicaba que el Sporting declinaba la invitación recibida por parte del Real Club Coruña para participar en un gran concurso internacional de foot-ball, ya que los jugadores aún no habían comenzado a entrenarse. Y ello, a pesar de que el recién nombrado presidente honorario de la institución, D. Juan Luiña, se había ofrecido a cubrir los gastos del viaje.
Apenas un año después, el 29 de junio de 1911, el club informaba a través de la prensa que el presidente del Consejo de Ministros, D. José Canalejas y Méndez, había aceptado la presidencia de honor de la entidad y agradecido el gesto con una expresiva carta.
1911 fue un año pródigo en nombramientos, pues si en julio se conocía que D. Ramón Plasencia era socio de honor de la entidad, en la junta general extraordinaria celebrada el 2 de agosto se decidió nombrar socios honorarios protectores a los señores Conde de Revillagigedo, D. Dionisio Velasco y D. Benigno Piquero, y socios de honor al General de División Sr. Ablanedo, a D. José Paleo del Río, a D. José Valdés Prida y a D. Ricardo Espejo e Hinojosa.
En 1912 el entonces secretario de honor, D. Ramón Plasencia, fue quien recibió el oficio del Mayordomo de Palacio, Sr. Marqués de la Torrecilla, comunicándole de R.O. que S.M. el Rey había aceptado la presidencia honoraria protectora de la entidad.
En septiembre de ese mismo año, gracias a un intercambio de cartas publicado en los periódicos respecto al ganador del trofeo otorgado por Alfonso XIII para el campeonato regional organizado por el Sporting, conocemos que el ministro de Estado también figuraba en la, ya larga nómina, de personalidades honradas por el club: “Si ese importantísimo dato no llevase todavía el convencimiento al ánimo de los firmantes de que la Copa es propiedad por este año del R.C.S.G.*, justifícalo una carta de nuestro dignísimo Presidente Honorario señor García Prieto, merced a cuyas gestiones aceptó Su Majestad el cargo con que honró a este Club y donó la Copa que tan legalmente ha obtenido el team infantil de nuestra Sociedad”.
En la Junta General del Sporting, celebrada el 15 de febrero de 1914 se nombró médico del club al socio honorario-protector D. Cayetano Población “vistos sus ofrecimientos tan entusiastas como desinteresados”. El Sr. Población era un incondicional de la gimnasia sueca o de Ling, muy en boga por entonces, y no tardaría en dar clases a señoritas y caballeros en un gimnasio de su propiedad.
Como puede comprobarse, eran muy numerosos los galardones honoríficos que la entidad concedía en estos primeros momentos. En 1917 figuraba en la presidencia de honor el Conde de Revillagigedo. Las gestiones de éste resultaron decisivas para que el máximo mandatario sportinguista, Manuel Iglesias González Riera, continuara al frente del club tras la dimisión presentada a primeros de junio por la necesidad de atender asuntos particulares.
A partir de entonces, este tipo de nombramientos empezarían a otorgarse de forma mucho menos frecuente. O eso, o su trascendencia en los medios empezó a menguar, cosa harto improbable, dado que la repercusión mediática de estas distinciones forma parte de su propia naturaleza.
Así, no sería hasta diciembre de 1928, en la asamblea del día 17, cuando se acordó nombrar socio de honor al ex gobernador civil de la provincia D. José María Caballero y Aldasoro, en agradecimiento a los servicios prestados ya que, mediante su intercesión, el ayuntamiento acordó conceder al club un importante préstamo en una situación crítica para la entidad, ahogada por las deudas tras la remodelación del estadio.
Hay que esperar a la década de los cuarenta para encontrar nueva información sobre el tema. En 1944 el conde de Revillagigedo ocupaba la presidencia de honor. Así mismo, se acordó nombrar socio de honor al ex jugador del Murcia Alfonso, tras el trágico desenlace de su lesión (hubo de amputársele una pierna debido a la rotura de la arteria femoral tras un choque con el guardameta rojiblanco Lerín en partido liguero). Durante el descanso del encuentro homenaje, celebrado el 25 de febrero en El Molinón entre dos conjunto integrados por futbolistas de diferentes equipos, le fue entregado un pergamino con dicha distinción.
El fallecimiento del presidente oviedista, D. Carlos Tartiere de las Alas Pumariño, se vivió con dolor también en la entidad gijonesa, no en vano había sido galardonado con la medalla de honor del club, lo que le confería la categoría de socio honorífico. En el primer encuentro de la Liga 50-51 los rojiblancos lucieron brazaletes negros como muestra de duelo.
A mediados de abril de 1960 la directiva se dirigía a todos los socios y a los comerciantes e industriales de la ciudad en demanda de colaboración (algo que ya era costumbre inveterada cada vez que la situación económica de la entidad entraba en crisis, cosa harto frecuente por otra parte). En esta ocasión, el club ponía en circulación una serie de bonos con la calificación de anticipos reintegrables para los socios, que permitían ciertas ventajas, como suscripciones gratuitas para hijos o congéneres, etc. Adicionalmente, se emitían los Títulos de Socios Protectores para uso de industriales y comerciantes, a los que se entregaría el correspondiente diploma acreditativo, que sería nominativo y en el que vendría especificada la clase, de tres tipos, en función de la cantidad aportada. Los suscriptores de estos títulos recibirían gratuitamente abonos anuales de Preferencia o General, según la categoría, siendo estos impersonales y transferibles, “pudiendo en consecuencia el establecimiento poseedor de uno de ellos o varios cederlos temporal o definitivamente a cualquier persona”.
En fin… mucho han cambiado las cosas con respecto a los títulos de socio honoríficos. En la actualidad se adquiere dicha condición transcurridos cincuenta años consecutivos como socio o abonado (tras la conversión del club en SAD). Además del reconocimiento a su fidelidad, los galardonados están exentos de pagar los recargos en los días del club o a la hora de presenciar los partidos de las categorías inferiores. La entrega de estas distinciones se viene realizando anualmente desde la temporada 2000-01, fecha en la que la directiva presidida por Juan Arango decidió institucionalizar este merecido premio.
Hay que decir que no todos deben esperar tanto para ostentar semejante favor. Según se informaba con motivo del Centenario de la sociedad, todos los hijos de los duques de Lugo y de Palma son socios de honor de la entidad gijonesa desde su nacimiento.
En 2005, coincidiendo con los 100 años del Real Sporting, se formó un Comité del Centenario que tuvo como presidente de honor al Príncipe de Asturias, D. Felipe de Borbón.
Como curiosidad, repasamos los integrantes de dicho comité formado, previa invitación y aceptación por parte de sus miembros, por personalidades del Estado y del Principado:
Miembros del Comité de Honor :
Presidente del Gobierno – D. José Luis Rodríguez Zapatero
Presidente del Principado – D. Vicente Álvarez Areces
Alcaldesa de Gijón – Dª Paz Fernández Felgueroso
Director general de Deportes – D. Daniel Gutiérrez Granda
Concejala de Deportes del Ayuntamiento de Gijón – Dª Mª Teresa Ortiz Asenjo
Presidente de la R.F.E.F. – D. Ángel Mª Villar
Presidente de la F.A.F. – D. Maximino Martínez Suárez
Secretario General de la L.F.P. – D. Carlos del Campo Colás
Presidente de la Asociación de Periodistas Deportivos – Dª Mª Carmen Izquierdo
Presidentes del Real Sporting de Gijón S.A.D. . Manuel Vega-Arango, Juan Pérez Arango, Ángel García Flórez, Eloy Calvo Capellín y Manuel Calvo Pumpido
Patronos de Honor de la Fundación del Real Sporting: Margarita Salas Falgueras, Agustín Antuña Suárez, Álvaro Cuervo García, Antonio Fernández Fidalgo, Arturo Fernández Rodríguez, Aurelio Menéndez Menéndez, Cosme Sordo Obeso, Francisco Álvarez-Cascos Fernández, Francisco Rodríguez García, José Carlos Alegría Rodríguez, José Luis Álvarez Margaride, José Luis Garci Muñoz, José Ramón Álvarez Rendueles, Pedro Páramo Lobeto, Pelayo Ortega, Rafael Puyol Antolín y Miguel Díaz Negrete.
Delegado del gobierno – D. Antonio Trevín Lombán
Director Gerente del Fondo Monetario Internacional – D. Rodrigo Rato
Presidente de la Fundación Príncipe de Asturias – D. José Ramón Álvarez Rendueles
Presidente de la Federación de Peñas Sportinguistas – D. José María Suárez Braña
Presidente de la Asociación de Veteranos – D. Alberto Fernández
Enrique de Castro González, Quini
Abonado número uno del Real Sporting de Gijón – D. José Trabanco
Como corolario a este estudio, que de ningún modo pretende ser exhaustivo, es oportuno señalar también que en abril de 2000 se creó la Fundación Real Sporting de Gijón, cuyo objetivo primordial es el apoyo del fútbol base y la gestión del patrimonio social y cultural de la institución. Existen cuatro formas de colaborar con la misma, en función de la aportación realizada, que conllevan distintas ventajas y prerrogativas: Amigo, Colaborador, Protector y Patrono de Honor, ésta última para donaciones que superen los 30 mil euros anuales.
*Acrónimo de Real Club Sporting Gijonés, denominación con la cual el club comenzó a anunciarse en la prensa tras la aceptación de la presidencia de honor por parte del monarca. (Un interesante artículo sobre las dudas generadas en torno a la concesión de los títulos de Real con la que se adornan la mayoría de los clubes españoles puede verse en el nº 47 de CIHEFE, El archivo general de Palacio y el fútbol español: los clubs por Fernando Arrechea)