El nacimiento del fútbol en Costa Rica (1899)
De Chester Urbina GaitánIntroducción
La vinculación formal de Costa Rica con la economía mundial -lograda a mediados del siglo XIX por medio del café- le permitió entrar en contacto más directo con diferentes formas de pensamiento y productos culturales que remodelaron todos los ámbitos de la vida del costarricense. A finales del siglo XIX con el ascenso de los liberales al poder, el país cuenta con una burguesía madura que crea un elaborado sistema de control social mediante el cual transmite e impone su visión al resto de la sociedad1. Dentro del proyecto político-cultural de este sector existe toda una intención por homogeneizar la cultura, donde su visión particular del mundo prevalece, imponiéndose a las demás agrupaciones sociales, asumiéndolas estas para la unidad de los fines económicos y políticos y para la unidad intelectual y moral.
Producto de la europeización cultural de la burguesía nacional, las políticas sociales del Estado se concentraron en controlar, vigilar, civilizar y supervisar a los diferentes sectores subalternos, con el fin de popularizar y vulgarizar los valores y prácticas burguesas, las cuales se consideraban de acuerdo al ideario liberal como los que podían llevar al país al progreso, todo lo cual era producto de la cultura secularizante y cosmopolita en la que se desenvolvía dicho sector desde mediados del siglo XIX.2
Fundamentado en el contexto anterior es que el presente artículo pretende estudiar la importancia de la aparición del fútbol en Costa Rica en 1899 en el tiempo libre de los diferentes sectores sociales costarricenses.
La atrevida intromisión: La aparición del fútbol en Costa Rica (1899)
Con la fundación del Jockey Club de Costa Rica en 1873 se introduce el deporte en este país, su práctica estará estrechamente vinculada con las principales colonias extranjeras radicadas en San José y Puerto Limón -europeas y estadounidense principalmente-, ya que debido a sus lazos socio afectivos con la burguesía nacional y a sus intereses comerciales en torno al café y al banano, es lógico que los primeros clubes deportivos se fundaran en aquellos dos lugares, reforzando así la identidad de clase de esos sectores. De lo anterior se deriva el hecho de que las primeras asociaciones deportivas se dedicaran a actividades que sólo estaban al alcance de sus integrantes, debido a que ellos tenían el suficiente tiempo libre, dinero y preocupación por su salud y apariencia física, aspectos que les permitían sostener sus asociaciones, las cuales tenían un carácter clasista y exclusivo. Basta con observar los nombres de las disciplinas a que se dedicaban: hípica, beisbol, ciclismo y esgrima.3
La revisión de fuentes hemerográficas de Costa Rica confirma que el inicio de las prácticas del fútbol en este país se ubica a principios de julio de 1899 en San José, más específicamente en La Sabana, según lo comprueba La Opinión del martes 4 de julio del año antes citado:
«El domingo estuvimos presenciando [el juego
de Foot-Ball] en la Sabana, formado por per-
sonas de nuestra culta sociedad. Nos parece la
distracción bastante higiénica y algo divertida.
¡Very Well!»4
Otra de las primeras noticias que se tienen acerca de la práctica del balompié, es una que La Prensa Libre publicó el día jueves 6 de julio de 1899, donde se destaca la ejecución que algunos niños hacían de este deporte:
«Bueno y conveniente es el juego de pelotas para
los niños porque ello, más que nada, desarrolla la
musculatura y da vida al organismo. Pero debiera
buscarse para esos juegos ciertos lugares como las
plazas ó la Sabana, y no las calles públicas en donde
siempre hay transeúntes. Sabemos que el martes hubo
varias personas que fueron golpeadas por las bolas. Eso
debe de corregirlo la policía».5
Es de notar cómo se trataba de corregir la práctica desordenada del fútbol en las calles josefinas de antaño y se procuraba encauzar su práctica en sitios donde no afectara la integridad física de las personas, como era La Sabana, por ejemplo.
Junto con lo anterior, hay que señalar la idea que se plantea de que muy posiblemente en sus orígenes en el país la práctica del fútbol era coto cerrado de las personas adultas. Sin embargo, se sabe que algunos niños dejaban de asistir a la escuela, por preferir la práctica del «juego de pelota»:
«[De nuevo] encargamos a la policía los grupos
de niños que se forman en las calles públicas a
jugar a la pelota, con el peligro inminente de las
narices de los transeúntes; por la esquina de
La Granja ya no se puede pasar; se ve que los
niños de esos lados han dejado la escuela para
atender al juego; que grandes batidas las que se
forman allí».6
Los continuos partidos de fútbol realizados en 1899 provocaron poco a poco gran admiración entre los espectadores, según se desprende de un artículo de periódico de agosto de 1899:
«[El juego] de [foot-ball] que tuvo lugar el domingo
en la Sabana, demuestra que ya los sportmen han
adquirido mayor afición al divertimento [english
divertiment] y mas destreza en el sport. Oy yes,
very well, [a]ll right. -God save the queen».7
De la cita anterior se puede deducir la importancia que las costumbres inglesas tenían entre la burguesía, así como la apropiación que realizó en este sentido.
A los aficionados al balompié no les importaban las inclemencias del tiempo, por ejemplo, en la mañana del domingo 3 de setiembre de 1899 hubo en La Sabana gran número de jugadores practicándolo, aún cuando el suelo estaba mojado por haber llovido el día anterior.8
La principal diferencia entre el fútbol y el resto de las disciplinas deportivas que se practicaban hasta ese momento, es que este introduce dos elementos que se encuentran ausentes en las otras disciplinas deportivas: la representación nacional y la lucha deportiva entre el grupo dominante y el sector trabajador -este último representado por ingleses-, lo cual ocurre en el ambiente de fiesta cívica del 15 de setiembre de 1899, fecha en que se celebra la independencia nacional.
Estos dos elementos son fundamentales, ya que las otras disciplinas deportivas se realizaban básicamente entre individuos pertenecientes al mismo estrato social, donde no existía la participación del elemento trabajador.
Los nombres de los contendientes en el partido del viernes 15 de setiembre de 1899 son los siguientes:
Equipo Costarricense: Alberto Brenes Mora (capitán), Óscar Pinto, Gonzalo Quirós, Enrique Brenes Mora, Arturo Brenes, Guillermo Montealegre, Mariano R. Montealegre, Jaime Carranza, Carlos Millet, Juan Montealegre y Roberto Pinto. Suplentes: R. Giralt y J.M. Quirós Blanco.
Equipo Extranjero: R. Johnston (Capitan), C. White, G. Riotte, J. Fenton, J. Harbottle, R. Baird, E. Jenkins, J. Phillips, T. Richards, B. Baldroin y D. White. Suplentes: Dr. H. Farmer y W. Desborough. Juez: Dr. H. Pirie.9
Otro de los primeros encuentros balompédicos de los que se tiene conocimiento fue el estaba previsto para mediados de octubre de 1899, entre el segundo equipo del Club Sportmen de La Sabana -con lo que se supone que esta asociación haya estado integrada por más de once jugadores- y el «Partido Azul» del Liceo de Costa Rica, destacándose entre estos últimos algunos muy tenidos por su destreza, entre los que sobresalen algunos futuros políticos, médicos e intelectuales como: León Cortés Castro, Joaquín García Monge, Solón Núñez y Tobías Zúñiga Montufar.10
Es fundamental señalar la participación de los alumnos del Liceo de Costa Rica, que era el principal centro educativo del país, donde ingresaban a estudiar jóvenes provenientes de lugares alejados del Valle Central, los cuales esparcieron la práctica del fútbol al retornar a sus lugares de origen.
Un hecho que distinguió al fútbol del resto de las otras disciplinas deportivas fue la asistencia de un Presidente de la República a un partido de dicho deporte, ya que el Lic. Rafael Iglesias Castro asistió en la mañana del lunes 25 de diciembre de 1899 a presenciar el partido efectuado entre costarricenses e ingleses, lo cual parece haberle impreso a este deporte un carácter «oficial», pues contaba con el patrocinio del Presidente:
«Para estimular el gusto del foot-ball y sabiendo
que este juego desarrolla el vigor del cuerpo a la
par que corrige las costumbres, el señor Presidente
de la República ha ofrecido a los jóvenes que se
dedican a tan saludable ejercicio, su cooperación
en todo sentido».11
Lo anterior permite esbozar la idea de que el Presidente Iglesias trataba de impulsar el fútbol como un deporte de interés nacional, al cual tenía acceso el sector popular costarricense. Aunque es probable que el verdadero interés de don Rafael en el fútbol era recobrar popularidad, ya que es sabido que gobernó en forma dictatorial durante los ocho años que estuvo en el poder.12
Con respecto al partido en mención, hay que apuntar que dio inicio a las ocho y media de la mañana, siendo amenizado por la banda marcial. Cada equipo portaba su correspondiente uniforme y los ingleses ostentaban en su campo un hermoso pabellón británico. El partido fue ganado por los ingleses, sobresaliendo entre los perdedores Óscar Pinto, quien conquistó ese día, el puesto de mejor jugador de fútbol de Costa Rica.13
Conforme nuevas diversiones comenzaron a ser aceptadas y practicadas por la burguesía josefina -como fue el caso del fútbol-, se comenzó a pensar en introducirlas entre las formas de celebración, que hasta ese momento se conocían en San José, siendo una de las más importantes las ya famosas fiestas cívicas de esta ciudad:
«Ya es tiempo de que abandonemos la rutina ridícula
y la tradición sosa. Nuestras fiestas cívicas, como
hasta ahora se han celebrado, no pasan de ser un
reflejo de barbarie ó de incultura al menos. Esas
mascaradas grotescas, esas corridas de toros y
á veces de vacas, esa manera de divertirse
bacanalmente el pueblo, á fuerza de licor blanco
ó sea de guaro; esa alegría manifestada en la riña
y en el salvajismo de los alaridos inarmónicos y
olorosos á anís y ron colorado; esa fiebre de juego
prohibido y de abuso sin límites, nada bueno dicen
a favor de la cultura y de la moralidad del pueblo.
Que vengan los carnavales en donde el arte
resplandece, los festejos delicados, los
beneficiosos sports y todo aquello que no
evoque la memoria llena de polvo de la era de
la conquista y de la vida de los indios
incivilizados».14
Del párrafo anterior sobresale un discurso que tiene el objetivo de «civilizar», «educar», y a la vez, «modernizar» las formas tradicionales de celebración y festejo que los sectores populares venían conservando y practicando hasta ese entonces, con el fin de adaptarlas a nuevas formas de diversión que se consideraban más cultas, como por ejemplo, los carnavales y los juegos deportivos.
A principios de diciembre de 1899, el entusiasmo por el balompié comienza a convertirse en un aspecto muy importante para los habitantes de la ciudad de San José, ya que en esta se habían formado tres equipos de fútbol.15
Conclusión
Con respecto al origen del fútbol en Costa Rica este se encuentra directamente vinculado a jóvenes estudiantes pertenecientes a las principales familias de la burguesía cafetalera nacional y a alumnos y personal docente del Liceo de Costa Rica, destacándose los estudiantes de esta institución como elementos propagadores del fútbol en el ámbito nacional.
Los factores que hicieron del balompié un deporte con características especiales para el costarricense son los siguientes: introduce el elemento de representación nacional y la lucha deportiva entre el grupo dominante y el sector trabajador, factores que diferencian al fútbol de las demás disciplinas deportivas que se venían practicando a fines del siglo XIX, las cuales eran ejecutadas entre individuos pertenecientes al mismo grupo social.
Otro factor que marcó la diferencia en el fútbol es que fue el primer deporte al que asiste un Presidente de la República, lo que posiblemente le haya imprimido un carácter oficial y de interés nacional, aunque es probable que también haya sido un medio para ganar popularidad y hacer imagen política.
1 Gil Zúñiga, José Daniel. «Controlaron el espacio, hombres, mujeres y almas 1880-1941». En: Seminario: «Fin de Siglo XIX e identidad nacional en México y Centroamérica». Museo Histórico Cultural Juan Santamaría. Alajuela, Costa Rica, 11-14 de mayo de 1999.
2 Molina Jiménez, Iván y Palmer, Steven, eds. Héroes al gusto y libros de moda. Sociedad y cambio cultural en Costa Rica (1750-1900). San José: Editorial Porvenir, 1992; ________. El paso del cometa. Estado, política social y culturas populares en Costa Rica (1800-1950). San José: Editorial Porvenir, 1994; Molina Jiménez, Iván. El que quiera divertirse. Libros y sociedad en Costa Rica (1750-1914). San José: EUCR, 1995; Fumero Vargas, Patricia. Teatro público y Estado en San José 1880-1914. Una aproximación desde la historia social. San José: EUCR, 1996; Acuña, Gilbert, et al. «Las exhibiciones cinematográficas en Costa Rica (1897-1950)». Memoria de Seminario. Licenciatura en Historia. Universidad de Costa Rica. 1996; Enríquez Solano, Francisco José. «Diversión pública y sociabilidad en las comunidades cafetaleras de San José: El caso de Moravia (1890-1930)». Tesis de Maestría en Historia. Universidad de Costa Rica. 1998; Urbina Gaitán, Chester. «¿Promoción o prevención? Alcoholismo, Estado e Iglesia en Costa Rica (1850-1936)». En: Repertorio Americano. Heredia: EUNA. Nueva Época. Nro. 7. Enero-Junio de 1999; _________. «Programas radiales, Estado e identidad nacional costarricense (1938-1939)». En: Revista Electrónica de Historia. Vol.1. Nro. 3. Abril-Junio del 2000. En: http://ns.fcs.ucr.ac.cr/~historia/portada.html ________. «Homogeneizando culturas. Peleas de gallos, corridas de toros y Estado en Costa Rica (1883-1914)». En: «Revista de Ciencias Sociales». San José: EUCR. Año 43. Nro. 89. 2000-II; y, _________. «Circo, nigromancia y prestidigitación en Costa Rica (1867-1914). Una aproximación desde la historia social». En: ibid. San José: EUCR. Año 43. Nro. 95. 2002-I. En general estas obras refieren que el Estado usó la sociabilidad para transmitir patrones culturales e identitarios -principalmente de tipo nacionalista- con el fin de mantener el respeto a la jerarquía de clase. Sin embargo, su control social se concentró alrededor del Valle Central, región que resumía en torno a sí la idea de nación.
3 Urbina Gaitán, Chester. Costa Rica y el deporte (1873-1921). Un estudio acerca del origen del fútbol y la construcción de un deporte nacional. Heredia: EUNA, 2001. pp.21-62.
4 La Opinión. 4 de julio de 1899. p.3. El paréntesis es mío.
5 La Prensa Libre. 6 de julio de 1899. p.3.
6 ibid. 7 de julio de 1899. p.3. El paréntesis es mío.
7 ibid. 22 de agosto de 1899. p.3. Los paréntesis son míos.
8 La República. 5 de setiembre de 1899. p.2.
9 ibid. 15 de setiembre de 1899. p.3.
10 ibid. 18 de octubre de 1899. p.3. Con respecto a los nombres de los posibles integrantes del «Partido Azul» del Liceo de Costa Rica se obtuvieron de los libros de registro del Liceo de Costa Rica de 1899 y 1900 y los bachilleres de 1899.
11 La República. 25 de diciembre de 1899. p.3.
12 Para más información acerca de la dictadura del Lic. Rafael Iglesias Castro se recomienda la lectura del libro: Orlando Salazar Mora. El apogeo de la República Liberal en Costa Rica 1870-1914. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1990.
13 La República. 29 de diciembre de 1899. p.2.