¿El que da primero da dos veces?
De José del OlmoEn el número anterior de Cuadernos de Fútbol presentamos un análisis de la aportación que puede hacer un delantero con sus goles al rendimiento global del equipo. Uno de los referentes que se tenía en cuenta era la consecución del primer gol del partido, el 1-0 o 0-1, porque consideramos que es, en líneas generales, el que marca el desarrollo de un encuentro.
El primer gol rompe el equilibrio en el marcador. Se produce cuando los equipos están en igualdad de condiciones y, en la mayoría de los casos, cuando los sistemas de juego están en pleno desarrollo. Está claro que marca ese gol el equipo que salta al campo más concentrado, mejor plantado, con mejor predisposición en la mayoría de los casos. Un primer gol da tranquilidad y confianza a quien lo consigue, mientras que recibirlo significa recomponer las líneas, modificar posiciones… Es el gol más difícil, es el gol que marca un antes y un después en todos los partidos.
En el presente artículo, tomando como muestra la Liga 2011/12 de Primera División, comprobamos que, en efecto, el primer gol tiene una gran importancia, sin adquirir el carácter decisivo por fortuna para el fútbol en el cien por cien de los casos. El equipo que abre el marcador tiene mucho camino recorrido hacia la victoria, aunque no siempre ese gol sea una garantía de triunfo. El partido sigue su evolución y en muchas ocasiones el vencedor ha de consolidar su ventaja con más goles. Lógicamente, no por el hecho de que se marque el primer tanto se puede dar por acabado el partido. Siempre queda abierta la posibilidad de la remontada, dependiendo del tiempo que falte para acabar. A lo largo de los 90 minutos se pueden producir muchas alternancias de juego y de goles. En el presente estudio se comprueba que hay equipos que han sabido rentabilizar muy bien haber dado el primer golpe y, a su vez, otros equipos han sabido rehacerse y han podido reaccionar hasta dar la vuelta al marcador.
EL QUE MARCA PRIMERO GANA EN EL PARTIDO EN UN 69,08 % DE LOS CASOS.
Tomando los 380 partidos de Primera División de la temporada 2011/12 los números absolutos nos dan los siguientes resultados:
Si descartamos los 34 partidos con empate 0-0, podemos comprobar que en el caso de que haya goles, 346, el conjunto que logra adelantarse en el marcador es quien acaba ganando: 239 veces. Es una cifra que alcanza el 69,08 % de los casos -casi un setenta por cien-. Eso significa que el equipo que recibe el primer gol propiamente tiene un margen de respuesta de un poco menos 30 %, que se reduce proporcionalmente al minuto de juego en que recibe el tanto. En la temporada 2011/12 el límite para remontar un marcador adverso inicial quedó fijado en el minuto 66 cuando el Valencia CF se adelantó en el Benito Villamarín mediante un autogol de Dorado. Sin embargo el Real Betis fue capaz de dar la vuelta y acabar imponiéndose por 2-1. Con el minuto 67′ sobrepasado se inauguró el marcador en 26 ocasiones de las cuales en seis hubo reacción y se restableció el empate. Conseguir el 1-0 en el mintuo 85 no fue suficiente para zaragocistas ni valencianistas y no confirmaron la victoria: Real Zaragoza-CA Osasuna (1-1) y CA Osasuna-Valencia CF (1-1). El CA Osasuna se recompuso y pudo recuperar el punto que se le escapaba en ambas ocasiones. Eso sí, un primer gol a partir del minuto 86 sí sirvió para dar la victoria al equipo que lo marcaba. Se produjo 8 veces. El 1-0 más tardío de la temporada se consiguió en el Real Zaragoza-Atlético Madrid (1-0) de penalty en el minuto 90’+4′. También hay que señalar que el 1-0 fue un marcador establecido en los segundos finales de la temporada y sirvió para decidir las plazas de descenso en el Villarreal CF-Atlético Madrid (0-1) y Rayo Vallecano-Granada CF (1-0).
LA LIGA DEL 1-0: EL VALENCIA CF PERDIÓ LA OCASIÓN DE SER EL TERCERO EN DISCORDIA
Si contabilizamos los partidos hasta que se establece el 1-0 únicamente resulta una clasificación muy curiosa que se presta a la interpretación o a las dobles lecturas:
Llama la atención el hecho de que el Valencia CF esté empatado con el FC Barcelona y, a su vez, ambos superen al Real Madrid -por solo un partido-, cuando el la clasificación final del Campeonato los valencianistas quedaron muy de lejos en tercara posición y los madridistas impusieron clara ventaja de puntos sobre los barcelonistas. Según esta clasificación Valencia CF y FC Barcelona fueron los dos equipos que saltaron al campo con las ideas más claras; mientras Sporting Gijón y Racing Santander empezaban los partidos más dubitativos y vulnerables.
Manteniendo esa relación con la clasificación real, el Villarreal CF está muy lejos de los puestos de descenso. Así mismo, teniendo en cuenta los numeros finales, el Málaga CF, que obtuvo la cuarta plaza, aquí está a tan solo cuatro puntos del descenso.
Para explicar estos curiosos resultados valoraremos el rendimiento de los equipos a partir del 1-0/0-1 ya que según respondieron podemos incluso encontrar algunas claves del éxito/fracaso de la temporada.
El equipo que mejor supo hacer valer el primer golpe fue el FC Barcelona. En 24 de las 27 ocasiones que lo hizo ganó el partido. Es más, nunca perdió una vez inaugurado el marcador. El CA Osasuna tampoco perdió ningún partido aunque cedió cinco empates. El Real Madrid se queda muy cerca de los barcelonistas, pero, precisamente en el Real Madrid-FC Barcelona, el gol inicial de Benzema dio paso a la remontada visitante.
RCD Espanyol, Granada CF, Levante UD y Málaga CF también tienen muy buen porcentaje de victorias tras hacer el 1-0 inicial. Su porcentaje está por encima de la media. En el lado opuesto vemos equipos como el Valencia CF que en diez partidos se adelantó en el marcador y acabó empatando o perdiendo. También debió de ser desesperante para Marcelo Bielsa ver cómo sus jugadores desperdiciaban 9 veces haber logrado el 1-0. En ambos casos la pizarra teórica del entrenador funcionó hasta que despertó el rival.
El Racing además de ser el equipo, junto al Sporting, que menos veces logró ponerse por delante con el 1-0, también fue quien porcentualmente en mayor número de ocasiones se vió superado por la reacción de los rivales: hasta un 50% de los partidos acabó perdiendo.
Acabar ganando un partido que se empieza perdiendo es lo que llamamos capacidad de reacción. En ella intervienen dos factores fundamentalmente: espíritu de lucha por parte de los jugadores y las rectificaciones que el entrenador puede introducir sobre el planteamiento inicial.
Ambos supuestos se dieron en el Real Madrid. De diez veces en que el Real Madrid recibió el primer gol del partido, en nueve fue capaz de ganar al final. Todo un récord que le valió el Campeonato de Liga. Su capacidad de reacción fue decisiva ya que su máximo rival, el FC Barcelona tuvo una respuesta por debajo del 50%. No es una cifra baja, pero este amplio margen a favor de los madridistas remonta con creces la ligera ventaja azulgrana en el porcentaje de éxito tras adelantarse en el marcador.
Es llamativo volver a encontrar al Valencia CF en los puestos de abajo. Esta vez con una capacidad de reacción muy pobre. Junto a la Real Sociedad y el Racing, los valencianistas no fueron capaces de remontar ningún partido
CON NOMBRE PROPIO: NEGREDO SUPERA A MESSI
Revisados los equipos, también podemos hacer una clasificación de los máximos goleadores del 1-0. Y también hay sorpresas:
Cristiano Ronaldo se proclama máximo goleador del 1-0 con diez goles seguido por el sevillista Negredo. El máximo goleador absoluto de la Liga, Leo Messi, pese a haber conseguido la cifra astronómica de 50 goles, en tan solo ocho ocasiones inauguró el marcador, obteniendo el porcentaje más bajo de todos los que hicieron 6 o más veces el primer gol del partido.
En porcentaje del rancinguista Stuani da la sorpresa, ya que de sus nueve goles ligueros 6 sirvieron para poner el 1-0. Por eso, Negredo destaca con más peso, porque de sus 14 goles fueron 9 los importantes. La aportación al equipo sevillista ha sido estadísticamente notable. Sin embargo el Sevilla FC no supo mantener el resultado favorable cuando lo tuvo en siete ocasiones. En este apartado se refleja la irregularidad del equipo que le alejó de los puestos a los que su potencial le hacía aspirar.