La culpa fue de mi amigo Jose
De Eugenio LlamasLa culpa fue de mi amigo Jose. Corría la temporada 1977-1978 y hasta entonces yo sólo había visto unos pocos partidos de fútbol por la tele: algunos de la selección española, la final de Copa de Europa del Atleti contra el Bayern, aquel 0-5 del Madrid – Barça y muy poco más. Pero él se empeñó durante ese año en hablarme de la Liga, de la selección que iba a jugar el Mundial de Argentina y, sobre todo, del Palencia que entonces jugaba en la recién creada Segunda B. Y consiguió que me sentase a ver por televisión casi todos los partidos del Mundial 78, con aquel amargo sabor por la pronta eliminación de España por culpa del austríaco Krankl y del famoso fallo del gran Cardeñosa.
En aquel momento, quizá la cosa aún tuviera remedio, pero en ese verano, Jose me dio un calendario futbolístico de la Caja de Ahorros y Préstamos de Palencia, que en realidad era una edición de las páginas centrales del Dinámico ordinario (aquellas que servían para apuntar los resultados y los puntos de los equipos). Aquello fue demasiado. En cuanto empezó la temporada, sentí la necesidad de ir rellenando todas aquellas casillas vacías, y así cada domingo buscaba la Hoja Deportiva, que se repartía gratuitamente en los bares con los resultados del fin de semana. En Septiembre de 1978 acudí a La Balastera para ver por primera vez un partido de fútbol, un Palencia – Oviedo que finalizó con empate a uno. Cuando al acabar la temporada el Palencia ascendió a Segunda A por primera vez en su historia, la dosis de veneno futbolístico en mis venas ya había sido suficiente como para que la situación fuese irreversible.
Descubrí entonces la existencia del Superdinámico anual y tardé poco en pedir los tomos atrasados para tratar de calmar mi ansia de información. Por aquel entonces, ya empezaba a tener grandes cantidades de datos almacenadas (pero no organizadas) en cuadernos. Con el paso de los años llegó la informática, que nunca consiguió eliminar el papel, pero sí me permitió organizar mejor toda aquella maraña de resultados, alineaciones y datos sobre clubs de aquí y de allí.
El descubrimiento de Internet trajo para mí una sorpresa: había gente a la que le interesaban aquellos datos que yo había ido coleccionando para mi propio disfrute. Primero fue aquel foro de la Segunda B de Jorge Molina, y luego el de FutbolMe, luego rebautizado como FutbolPlus. Alguien pedía algún dato y yo, si lo tenía, lo facilitaba. Y del mismo modo, a veces era yo quien pedía información y muchas veces aparecía alguien que me la proporcionaba. Pero sacar datos en público es en cierto modo una responsabilidad: ya no valía con tener los nombres de los equipos de cualquier manera, o con tener lagunas en determinadas temporadas. Eso significó por un lado una revisión profunda de mis datos y, por otro, el descubrimiento de las hemerotecas para tratar de completar la información que me faltaba.
En esas estaba cuando un grupo de asiduos del foro de FutbolPlus decidió organizarse y crear AREFE, asociación de la que he formado parte desde el primer momento y que me ha ayudado a corregir errores y mejorar datos, al tiempo que fue otro escaparate al «mundo exterior».
En 2008 recibí una llamada de Víctor Martínez Patón, miembro del CIHEFE, que había oído hablar de mí y quería hablar conmigo. Un año más tarde, después de varias conversaciones y algunos trabajos en común, me ofreció la posibilidad de convertirme yo mismo en miembro del CIHEFE. Acepté un poco sin saber dónde me metía, pero con la intención de colaborar en lo que pudiera. En seguida llegaron los Cuadernos de Fútbol y luego los Anuarios y después muchos otros proyectos que, poco a poco, irán tomando forma. Y esto sólo es el principio.
Por cierto, después de todos estos párrafos, creo que aún no le he dado las gracias a mi amigo Jose, el culpable de todo…