Aquellos torneos de verano (III)
De José del OlmoLos torneos de verano tuvieron su época dorada a mediados de los años 60 hasta casi los 80. Hoy conocidos como bolos de verano, de los que todavía se desmarcan los históricos Teresa Herrera de La Coruña y el Ramón de Carranza de Cádiz, eran torneos mucho más allá de la puesta a punto de un equipo. Los actuales preparadores físicos se llevarían las manos a la cabeza al pensar que en esos enfrentamientos el aficionado exigía a sus jugadores ya el máximo rendimiento cuando tan solamente llevaban una quincena de días de entrenamientos. Y es que los responsables de tales eventos invertían todos los esfuerzos, tanto económicos como organizativos, para completar un cartel digno de «pequeñas copas del mundo».
La décima edición del torneo Ramón de Carranza de Cádiz reunió un cartel ciertamente impresionante: el SL Benfica de Lisboa, el CA Boca Juniors de Buenos Aires, el Real Madrid y el Real Betis Balompié. Las semifinales se jugaron el sábado 29 y consolación y final el 30 de agosto de 1964.
Campeones de Portugal, el Benfica llegaba a Cádiz dispuesto a renovar el éxito del año anterior en tan prestigioso torneo. Los portugueses mantenían el equipo que les había hecho bicampeones de Europa, tras derrotar en la final primero al CF Barcelona 3-2 y un año más tarde al Real Madrid 5-3. También constituía la base de la selección portuguesa que habría de alcanzar el tercer puesto en el Campeonato del Mundo de 1966, considerada la mejor de toda la historia del fútbol lusitano. Entre sus jugadores más destacados estaban el guardameta Costa Pereira, los defensas Cavem, Germano, Cruz, junto al medio Coluna y la terrible delantera con Simoes, Eusebio, Torres, José Augusto y Serafim.
De Argentina llegaba un CA Boca Juniors que comandaba el torneo Metropolitano y que lo acabaría ganando, por delante del CA Independiente de Avellaneda, futuro campeón de la Libertadores. Precisamente se presentaba el Boca como subcampeón sudamericano tras caer en la final de 1963 ante el Santos. El equipo argentino tenía impresionantes jugadores como eran el guardameta Roma, defensas Silvero y Marzolini, junto con Rattín en el medio del campo, y delanteros como Grillo, Ferreira y Alberto Mario González.
El Real Madrid se presentaba como campeón de Liga por cuarto año consecutivo y subcampeón de Europa, tras caer en la final ante el Internazionale de Milán. La novedad, histórica, era la baja de Alfredo Di Stéfano que se había marchado al RCD Español de Barcelona. Era la primera temporada sin La Saeta y Miguel Muñoz debía confeccionar un equipo con muchos jóvenes que debían potenciar las habilidades de los ilustrísimos veteranos. Así Santamaría, Puskas y Gento compartían titularidad con Zoco, Amancio y Grosso por citar a los jugadores más importantes que se desplazaron a Cádiz.
La cenicienta del torneo era el Real Betis Balompié. Invitado por méritos propios, los verdiblancos se habían clasificado en tercer lugar en la Liga 1963/64, por detrás del Real Madrid y el FC Barcelona. Habían sido el equipo-revelación con un arranque muy bueno, no perdieron en los 8 primeros partidos, y luego mantuvieron un gran rendimiento a lo largo del año que les llevó hasta la tercera posición. Sus principales jugadores eran el guardameta Pepín, los defensas Aparicio y Ríos, junto con delanteros como Ansola y Rogelio.
La prensa destacaba que el encuentro entre el Benfica y el Real Madrid serviría para revivir la final de la Copa de Europa de 1962, cuando los lisboetas derrotaron a los madrileños por 5-3.
De todas formas, el antecedente más inmediato entre los cuatro rivales estaba muy cerca. Unos días antes, el 23 de agosto Boca Juniors y Real Madrid jugaron la final del torneo Mohamed V en Casablanca. Aquel día ganaron los argentinos por 2-1 en un accidentado partido en el que Puskas acabó siendo expulsado por intento de agresión al árbitro y con un gol, el de la victoria del Boca, muy protestado porque Rojas, el autor, arrolló a Araquistáin.
Así pues, por este orden, se esperaba que el nuevo Real Madrid (ya sin Di Stéfano) diese cuenta de los portugueses en las semifinales y de los argentinos en la final. Nadie contaba con el Real Betis, que volvía de una gira de preparación por Centroeuropa con resultados bastante diversos. Es más, en Cádiz se referían a los sevillanos como «los camareros» puesto que el torneo galardonaba con tres impresionantes trofeos a los tres primeros clasificados, reservando una pequeña bandeja de plata para quien ocupase el cuarto lugar.
El torneo se disputó en dos jornadas (sábado y domingo). Comenzó y con ello llegaron las sorpresas:
REAL BETIS – BOCA JUNIORS 2-1
Arbitro: Kiladujiam (Francia).
Goles: 1-0 (92′) Ansola. 1-1 (97′) Silveira. 2-1 (102′) Rogelio.
Real Betis: Pepín; Aparicio, Ríos Paquito; Suárez, López Hidalgo; Brebal, Pallarés (Frasco 46′), Ansola, Bosch, Rogelio.
Boca Juniors: Errea; Magdalena, Rattín, Marzolini; Ayres, Orlando; Rull, Rojas, Menéndez, Silveira, González.
Partido complicado y muchas veces duro. La clave del éxito bético estuvo en la anticipación y el espíritu de lucha. Los argentinos eran muy superiores técnicamente, como ya lo habían demostrado en Casablanca ante el Real Madrid. El Betis, consciente de esa circunstancias, empleo a sus jugadores muy encima de los rivales, para impedirles jugar a gusto. El viento de Levante, más fuerte al inicio del partido, ayudó a que los centrocampistas del Boca fuesen más impreciso y les costase marcar el ritmo del partido. El empuje del Betis no tuve recompensa en el marcador, especialmente en la primera parte, cuando más dominaron. Aunque en la segunda mitad el Betis mantuvo su imagen ofensiva, los contragolpes del Boca pudieron ser definitivos. Con 0-0 a los noventa minutos se tuvo que jugar la prórroga (porque los penaltis estaban muy mal vistos). Y llegaron los goles y las expulsiones. Se adelantó el Betis, empató el Boca y sentenció el Betis gracias a un golpe franco lanzado por Rogelio, un especialista. El Betis empezó a perder tiempo y los jugadores del Boca exhibieron sus peores modales. Menéndez fue expulsado y Ayres, ya al final, también, pero se negó a marcharse, permaneciendo en el terreno con el consentimiento del árbitro.
SL BENFICA – REAL MADRID 2-1
Árbitro: Heymann (Suiza).
Goles: 1-0 (16′) Eusebio. 1-1 (63′) Puskas. 2-1 (92′) Torres.
SL Benfica: Costa Pereira; Cavem, Germano, Cruz; Coluna, Raúl; Simoes, José Augusto, Torres, Eusebio, Serafim.
Real Madrid: Araquistáin; Isidro, Santamaría, Miera; Müller, Zoco; Amancio (Bueno 46′), Félix Ruiz, Grosso, Puskas, Gento.
Con media hora de retraso por la prórroga del partido anterior empezó el partido y con una hora más de lo esperado, porque también hubo prórroga en este, se acabó la primera jornada del Carranza.
Defraudó el Real Madrid, que no fue capaz de superar al Benfica, mucho más ordenado, preciso y efectivo. Cuando el marcador señalaba empate, el Real Madrid dio su mejor imagen, aunque el Benfica siempre supo contrarrestar el juego madridista. La primera parte fue dominio del Benfica, llegando el balón a sus peligrosos delanteros. El público gaditano, que llenaba el estadio, llegó a temer incluso por una goleada. Pero el 1-0 al descanso dejó vivo al Real Madrid. En la segunda parte los blancos mejoraron. Grosso sacó el balón desde su propia área, lanzó a Gento quien se marchó hasta el área rival, conectó un fuerte disparo que rebotó en el poste hasta llegar a Puskas, que no perdonó. Y llegaron los mejores momentos del Madrid, aunque no desmontaron al Benfica. 1-1 y prórroga. Tan solo dos minutos de juego y el Benfica sentenció el partido. Ya no había fuerzas para reaccionar. Madrid y Boca se volvían a ver, pero en la consolación.
REAL MADRID – BOCA JUNIORS 2-0
Árbitro: Heymann (Suiza).
Goles: 1-0 (28′) Yanko Daucik. 2-0 (44′) Gento.
Real Madrid: Betancort; Miera, Santamaría, Casado (Isidro); Muller, Zoco; Bueno, Suárez, Yanko Daucik, Grosso, Gento (Puskas).
Boca Juniors: Errea; Magdalena (Abeledo), Rattín, Orlando; Ayres, Baralé; Rull, Rojas, Planetti, Silveira, González (Rodríguez).
Con numerosos cambios en las alineaciones y el cansancio de los 120 minutos del día anterior, junto al desencanto de no estar en la final, Real Madrid y Boca se enfrentaban de nuevo una semana más tarde. El Madrid se llevó el tercer puesto y el Boca la bandeja para el cuarto. El partido fue bastante aburrido. El viento de Levante favoreció a los blancos en la primera parte y estos lo aprovecharon marcando sus dos goles. Especialmente en el segundo gol, obra de Gento, con un lanzamiento desde unos 30 metros, el balón fue haciendo extraños hasta sorprender al portero rival. La segunda parte siguió igual de aburrida, más sin capacidad de reacción del Boca. Al final Isidro y Silveira intercambiaron puñetazos y fueron expulsados.
REAL BETIS – SL BENFICA 2-0
Árbitro: Ortiz de Mendíbil.
Goles: 1-0 (91′) Rogelio. 2-0 (104′) Frasco.
Real Betis: Pepín; Aparicio, Ríos, Paquito (Grau 34′); Suárez, López Hidalgo; Brebal, Frasco, Ansola, Bosch, Rogelio.
SL Benfica: Costa Pereira; Cavem, Germano, Cruz; Coluna, Raúl; José Augusto, Simoes, Torres, Eusebio, Serafim.
La prensa resaltaba la hazaña del Betis. Los sevillanos se habían impuesto a base de lucha, entrega y un extraordinario afán de aprovechar cada jugada. El Betis necesitó 240 minutos de juego para proclamarse campeón del X Trofeo Ramón de Carranza con todos los merecimientos. Porque a los 90 minutos todavía mandaba el 0-0, pese al empuje de los béticos. El SL Benfica buscó el fallo, pero no lo encontró en ningún momento. Y en la prórroga, según la crónica a los 5 segundos, Rogelio sorprendió a todos. Recibió un pase en profundidad de Aparicio y, tras entrar en el área por velocidad, consiguió un disparo fulminante. No hubo reacción benfiquista, al contrario, los verdiblancos no paraban de jugar, sin síntomas de cansancio, y así sentenciaron el partido en un contragolpe. Frasco a pase de Ansola fue el autor del segundo gol. El final del partido fue una exhibición del Betis, que dominó a un entregado Benfica.
¿Y qué hicieron los cuatro equipos en la temporada?
El Boca Juniors confirmó su liderazgo en el torneo argentino y se proclamó campeón con una semana de anticipación por delante del Independiente y del River Plate.
El Real Madrid también se proclamó campeón de Liga, con lo que hacía su quinto título consecutivo. El Benfica igualmente ganó la liga portuguesa, su tercera vez consecutiva.
Esa misma temporada Real Madrid y Benfica se encontraron de nuevo en los cuartos de final de la Copa de Europa. En una noche arrolladora el Benfica goleó por 5-1 al Real Madrid. Luego en Madrid, aunque los madridistas empujaron mucho, solo pudieron vencer por 2-1. El Benfica llegaría hasta la final, donde el Internazionale volvió a cerrarle el triunfo.
Y el gran triunfador, el Real Betis, curiosamente, hizo una temporada muy floja. Navegó entre los puestos de descenso y solo en la última jornada, tras lograr un empate a cero en campo del CF Barcelona se salvó de disputar la promoción. Todo gracias a que Real Murcia y Real Oviedo, directos implicados en la lucha por la permanencia, empataron también a cero en La Condomina. Con este resultado el Real Oviedo descendió automáticamente y el Real Murcia tuvo que jugar la promoción.