Quíntuple empate para ascender a primera
De Eugenio LlamasEn la temporada 1980-1981, cinco equipos acabaron empatados a 45 puntos en las primeras posiciones de la clasificación de Segunda A. Veamos cómo se resolvió este quíntuple empate para decidir qué tres equipos lograban el ascenso.
Cuando comenzó la competición de Segunda División en Septiembre de 1980 pocos podían imaginar la igualdad que iba a dominar la clasificación a lo largo de toda la temporada. La primera vuelta acabó con el Rayo Vallecano liderando la tabla con 23 puntos, los mismos que tenían Levante, Castellón y Racing de Santander. Pero es que a continuación había un auténtico goteo de equipos, cada uno de ellos a una distancia máxima de un punto del que le precedía, hasta llegar al décimo octavo clasificado, el Getafe, con 15 puntos. Por detrás sólo quedaban el Linares con 13 y el Ceuta con 12.
Faltando sólo cinco jornadas para el final, ocupaban las primeras posiciones Castellón y Racing de Santander, con 39 puntos, seguidos por Elche y Rayo Vallecano con 38, Málaga y Cádiz con 37, Alavés y Sabadell con 36 y Levante, Oviedo y Atlético Madrileño con 34. Dos semanas después, sólo los dos últimos parecían haberse descolgado un tanto, pero para el resto la clasificación se había comprimido aún más, con hasta cuatro equipos empatados en la primera posición. En la jornada 36 se descolgaron también Levante y Alavés, y en la penúltima se cayó también el Málaga, quedando seis equipos en una diferencia de tres puntos, aunque uno de ellos, el Castellón, ya había asegurado el ascenso.
La clasificación a falta de un único partido estaba encabezada por el Elche, con 45 puntos, los mismos que el Castellón. A dos puntos de distancia se situaban Racing de Santander, Rayo Vallecano y Cádiz y por detrás, a la espera de que pinchasen estos tres, estaba el Sabadell con 42 puntos. Las calculadoras echaron humo y facilitaron el dato paradójico de que el Castellón estaba ascendido matemáticamente y el Elche, que estaba por delante en la tabla, no lo estaba. ¿Cómo pudo ser esto?
Aclaremos en primer lugar que entonces las victorias valían sólo dos puntos (y así fue hasta 1995) y que en caso de igualdad a puntos, después de enfrentamientos entre los equipos implicados, no se tenía en cuenta la diferencia de goles, sino el cociente que resultaba al dividir los goles marcados entre los encajados (el paso de cociente a diferencia se dio en 1987).
Veamos cuáles habían sido los resultados que se habían dado en los enfrentamientos directos entre estos seis equipos antes de aquella última jornada, que nos valdrán para aclarar lo que podía suceder en los empates que se pudieran dar entre ellos:
Como vemos, falta el resultado del partido Elche – Cádiz, único enfrentamiento directo entre los seis primeros que debía disputarse en la jornada final. Los otros cuatro partidos en que estaban implicados estos equipos eran: Linares – Castellón, Racing de Santander – Levante, Sabadell – Málaga y Rayo Vallecano – Palencia. A continuación expondremos cuáles eran las posibilidades de cada equipo.
El Elche, líder con 45 puntos, ascendería seguro ganando o empatando, ya que en ese caso sólo el Castellón podría alcanzarle o superarle en la tabla. En caso de derrota ante el Cádiz, la situación se complicaría, ya que los gaditanos le alcanzarían en la clasificación, superándoles además en los enfrentamientos directos, ya que en la ida les habían derrotado por 2-0. En este caso, los ilicitanos necesitaban que no ganase ni Racing ni Rayo Vallecano, ya que cualquiera de los dos que entrase en un triple empate con Elche y Cádiz, o en un cuádruple incluyendo también al Castellón, si perdía, les dejaba en la cuarta posición (o quinta, si venciesen los dos). El Elche, pues, dependía de sí mismo para ascender, pero la derrota podía dejarle fuera.
El Castellón también tenía 45 puntos y, como los ilicitanos, ascenderían seguro ganando o empatando. En caso de derrota, si el Elche no perdiese con el Cádiz, su única posibilidad de quedar fuera sería que ganasen Racing de Santander y Rayo Vallecano, y en el triple empate acabasen últimos. Pero si nos fijamos en los resultados, vemos que en los enfrentamientos entre estos tres equipos el Castellón tenía seis puntos, por cuatro del Racing y dos del Rayo. Sólo queda saber qué ocurriría si el Cádiz ganase en Elche. En este caso, gaditanos e ilicitanos quedarían empatados a 45 puntos con el Castellón, así que para que estos cayeran a la cuarta o quinta plaza era necesario que ganasen Racing o Rayo, o los dos. Si se diese esta última circunstancia, habría un quíntuple empate, en el que el Castellón sumaría diez puntos, por nueve de gaditanos y cántabros y seis de ilicitanos y vallecanos. Si se diese el cuádruple empate incluyendo al Racing, el Cádiz tendría ocho puntos, el Castellón siete, el Racing seis y el Elche tres. Y si el empate incluyera al Rayo en lugar del Racing, Cádiz y Castellón tendrían siete puntos y Elche y Rayo cinco. Por tanto, en ningún caso el Castellón caería más debajo de la segunda plaza. Por este motivo, el Castellón, pese a estar momentáneamente por detrás del Elche en la tabla, estaba matemáticamente ascendido.
El Racing de Santander también tendría asegurado el ascenso en caso de vencer. En caso de victoria del Cádiz, podría acabar en un cuádruple empate incluyendo también a Castellón y Elche, que ya hemos visto que dejaba terceros a los cántabros; en uno quíntuple, si también ganaba el Rayo, que les dejaba segundos o terceros (dependiendo del resultado que se diera en la victoria del Cádiz) o, en caso de que el Castellón no perdiera, en un triple empate con Elche y Cádiz (seis puntos para los gaditanos, cinco para los cántabros, sólo uno para los ilicitanos), o en uno cuádruple, que incluyera también al Rayo (ocho puntos para el Racing, siete para el Cádiz, cinco para el Rayo y cuatro para el Castellón). Con el empate, la situación se complicaba; Elche y Castellón ya resultaban inalcanzables, así que el Racing necesitaba que no ganasen Cádiz ni Rayo Vallecano, que les superarían en la tabla. Los empates de cualquiera de estos dos equipos o la victoria del Sabadell, les emparejaría en la tabla. El Racing salía airoso del cuádruple empate con estos tres equipos, y de cualquiera de los triples empates con dos de ellos (si el empate era con Cádiz y Sabadell, los tres estarían empatados a cuatro puntos, pero por goles marcados en los enfrentamientos directos, los cántabros serían primeros). En los empates dobles, el Racing superaba a Rayo y Sabadell, y estaba igualado con el Cádiz. En este último caso, habría que recurrir al cociente de goles general, y aquí los gaditanos superaban a los santanderinos. Por último, si el Racing perdía, aún podía ascender, pero para ello era necesario que perdiesen también Cádiz y Rayo, y que no ganase el Sabadell.
El Rayo, a pesar de estar empatado a puntos con Racing y Cádiz, tenía unas perspectivas mucho más complicadas. Aun ganando, no tenían el ascenso asegurado. Si ganaban también Racing y Cádiz, acabaría en un empate quíntuple (si perdía el Castellón), o cuádruple, quedando fuera de las plazas de ascenso en ambos casos. Si el Racing ganaba y el Cádiz no, se daría un triple empate si perdía el Castellón (seis puntos para los castellonenses, cuatro para el Racing y dos para el Rayo) o uno doble con el Racing, del que también salían malparados. Si ganaba el Cádiz y no lo hacía el Racing, podía darse un cuádruple empate con Castellón y Elche (que ya vimos que dejaba fuera a los rayistas) o un triple empate si el Castellón puntuaba (Cádiz cinco puntos, Rayo cuatro, Elche tres), que sería el único caso en que ascendieran los vallecanos. Si el Rayo empataba, salía perdiendo en el cuádruple empate con Racing, Cádiz y Sabadell, así como en los triples empates en los que estuviese incluido el Racing, pero sí ascendía si se producía un triple empate con Cádiz y Sabadell, o dobles empates con cualquiera de estos dos equipos. Así pues, en caso de empate, el Rayo necesitaba que perdiera el Racing y que no ganara el Cádiz. La derrota del Rayo le dejaría definitivamente en Segunda División un año más.
El Cádiz era el equipo que parecía tener la llave del ascenso de todos los demás, según el resultado que consiguiese en Elche. Su victoria le garantizaba el ascenso en todos los casos, al quedar empatado a puntos con el Elche, ya que esto le aseguraba la superioridad en cualquier triple, cuádruple o quíntuple empate en el que entrasen también Castellón, Racing de Santander o Rayo Vallecano. Si el Cádiz empataba en Elche, habría que recurrir a los posibles empates con Racing, Rayo y Sabadell, dándose la circunstancia de que salía perjudicado en el empate cuádruple y en todos los triples posibles, así como en el doble contra el Rayo, pero estaba igualado con Racing y Sabadell, teniendo que recurrir en este caso al cociente de goles general, que tenían muy favorable los gaditanos. Por tanto, en caso de empate, el Cádiz ascendería si perdían Racing y Rayo y no ganaba el Sabadell, o si el Racing empataba o el Sabadell ganaba, siempre que no se diesen ambas circunstancias. Por último, una derrota del Cádiz le dejaría sin ascenso a Primera.
El Sabadell era el que más complicado lo tenía. Sólo tenía opciones en caso de victoria, y estas pasaban porque perdiesen Racing, Rayo y Cádiz, ya que tenía perdido el cuádruple empate, así como todos los triples y dobles con cualquiera de ellos, excepto con el Cádiz, que lo tenía igualado, pero con una enorme desventaja en el cociente de goles general.
Todo lo anterior se resume en que el Castellón ya estaba ascendido, al Elche le valía con el empate y tenía mínimas opciones incluso con la derrota, Racing y Cádiz dependían de sí mismos en caso de ganar, tenían opciones empatando y los cántabros incluso perdiendo, el Rayo no dependía de sí mismo y sólo tenía opciones ganando o empatando, y el Sabadell sólo tenía opciones, y no muchas, en caso de ganar.
Los cinco partidos cruciales se jugaron el 24 de Mayo de 1981 a las cinco y media de la tarde. El primer gol se marcó en Sabadell, cuando en el minuto 7 Bonacic adelantó al Málaga; en el 19 el Rayo se complicó la vida al encajar un gol de Chaparro que ponía por delante al Palencia. El Sabadell empata en el 22 por medio de Mercader, mientras el Linares hacía el 1-0 al Castellón en el 28 por medio de Díaz. En el 30 Díez marcaba el empate del Rayo y en el 32 llegaba el primer gol que daba un vuelco a la clasificación, al hacer Zúñiga el 0-1 para el Cádiz en Elche. De ahí al final de la primera parte llegaron cuatro goles más en Sabadell (Bío volvía a adelantar al Málaga, Orejuela II y Lino remontaban para los vallesanos y Serrano restablecía el empate) y uno en Santander, que se adelantaba frente al Levante en el minuto 37 con un gol de Quique.
Al descanso, el Castellón perdía por 1-0 en Linares; el Racing ganaba por el mismo tanteo al Levante; el Cádiz vencía por 0-1 en Elche y los otros dos encuentros registraban sendos empates; a tres el Sabadell – Málaga y a uno el Rayo Vallecano – Palencia. Con estos resultados, se producía un cuádruple empate en cabeza, que daba el ascenso a Cádiz, Castellón y Racing, por este orden y dejaba fuera al Elche, así como al Rayo y al Sabadell, que quedaban descolgados. Pero aún quedaban 45 minutos.
El segundo tiempo empezaba con un nuevo gol del Málaga en la Nova Creu Alta, en esta ocasión de José en el minuto 51. Poco después, nuevo vuelco en la clasificación al empatar Chomin para el Elche en el 55, sacando al Cádiz de los puestos de ascenso, que en ese momento correspondían a Elche, Castellón y Racing. El Castellón empataba en Linares con un tanto de Mestre en el minuto 65 y la emoción iba aumentando hasta que llegó el decisivo minuto 78, en el que Mejías volvía a adelantar al Cádiz en Elche, dejando las cosas como estaban antes del descanso. Juanito ponía por delante al Linares ante el Castellón en el 80, Marian hacía concebir esperanzas al Rayo al remontar en el 81 el tanto inicial del Palencia y Bonacic hacía el último gol de la jornada para el Málaga en Sabadell, alcanzando el resultado de 3-5.
Se llegó así al final de los partidos, con la derrota del Castellón por 2-1 en Linares, la victoria del Racing por 1-0 sobre el Levante, las del Cádiz por 1-2 en Elche y el Málaga por 3-5 en Sabadell, y la del Rayo por 2-1 sobre el Palencia. De los seis aspirantes, cinco acababan empatados a 45 puntos, mientras el Sabadell se quedaba en los 42 y era superado por el equipo que le acababa de derrotar. Con el 1-2 del Cádiz en Elche, los resultados entre los cinco primeros clasificados a lo largo de la temporada deparaban la siguiente clasificación:
El Castellón ocupaba la primera plaza, por haber sumado 10 puntos en los enfrentamientos directos. Cádiz y Racing de Santander tenían 9 puntos, y estaban igualados en los partidos que jugaron entre ellos (victoria del Racing por 1-2 en el Ramón de Carranza y del Cádiz por 0-1 en El Sardinero). Para deshacer la igualdad, hubo que recurrir al cociente de goles general, y aquí el Cádiz 55 goles a favor por 37 en contra, que daba un cociente de 1,4865, mientras el Racing había marcado 48 y había encajado 40, por lo que su cociente era de sólo 1,2. Elche y Rayo Vallecano sumaban 6 puntos, quedando por delante los ilicitanos, que habían empatado a uno en su campo frente al Rayo y habían vencido por 0-2 en Vallecas.
Curiosamente, el Castellón ascendía un puesto a pesar de su derrota, y se proclamaba campeón de Segunda División, acompañándole el Cádiz como subcampeón y el Racing como tercer clasificado. Fuera se quedaban el Elche, que una semana antes era líder, y el Rayo Vallecano vivía una circunstancia opuesta a la del campeón, al perder un puesto a pesar de ganar su partido.