Sagas internacionales: padres e hijos
De Víctor Martínez PatónMarquitos y Marcos
Marquitos, uno de los grandes nombres de la historia madridista, con cinco Copas de Europa a sus espaldas, fue padre de un hijo futbolista; de un extremo con calidad, remate y rapidez. Pero de un hijo que jugó en los dos principales rivales del amado equipo de su padre: el Atlético de Madrid y el Barcelona. Aunque la historia tiene interesantes tintes edípicos, la realidad dista de ser una tragedia, y aunque naturalmente la ilusión del padre era que su hijo jugara vestido de blanco, la familia está bien avenida.
Marcos Alonso Imaz, Marquitos, nació en Santander el 16 de abril de 1932. Defensa derecho contundente, de físico poderoso, con pundonor excepcional y técnicamente tosco, tampoco hacía ascos a la posición de central. Formado deportivamente en el Rayo Cantabria, pasó al Real Santander en 1951, y tres años más tarde al Real Madrid. Con el equipo blanco obtuvo su aplastante palmarés: 5 Ligas, 5 Copas de Europa, 1 Copa de España, 1 Copa Latina y 1 Copa Intercontinental. Jugó con los blancos un total de 228 partidos oficiales, 159 de ellos de Liga. En 1962, tras ocho años de madridista, se marchó al Hércules, del que pasó al Murcia y posteriormente al Calvo Sotelo, en el que se retiró en 1966.
Aunque fue convocado en cinco ocasiones, Marquitos sólo vistió la camiseta de la selección absoluta en dos: 17-3-1955 ante Francia (1-2) y 26-10-1960 en Inglaterra (4-2). Esas dos derrotas se compensaron por los dos partidos con la selección B, en que se venció a Francia por 3-1 y a Egipto por 5-1, ambos en noviembre de 1955.
Su hijo Marlos Alonso Peña (Santander, 10-10-1959) también comenzó jugando en el Racing. Pero de ahí el saltó fue al Atlético de Madrid, en 1979. Y para mayor disgusto de su padre, tras tres temporadas, de colchonero pasó a culé. Vestido de azulgrana ganó una Liga, una Copa, una Supercopa y dos Copas de la Liga. La Copa, en 1983, la ganó además marcando un gol de cabeza en la final, precisamente ante el Real Madrid. Una vez retirado, ha ocupado los banquillos del Rayo Vallecano, Racing de Santander, Sevilla, Atlético de Madrid, Zaragoza, Valladolid y Málaga.
Internacional en las categorías inferiores en un total de 24 ocasiones, con la absoluta jugó 22 más. Convocado para jugar la Eurocopa de Francia en 1984, no llegó a jugar ningún partido.
Perico y Xabi Alonso
Miguel Ángel Alonso Oyarbide, nació en Tolosa el 1 de febrero de 1953. Tras haber jugado en el equipo de su ciudad fichó por el Sanse en 1975, y de ahí pasó dos años después a la Real Sociedad. Tras cinco temporadas en el equipo easonense fichó en 1982 por el Barcelona. Fue a partir de ese momento cuando tomó relevancia el apodo de Perico, ya que coincidieron con él otros dos Alonso: Pichi y Marcos. Como de alguna manera había que distinguirlos, alguien resucitó el apodo que ocasionalmente lo había acompañado en San Sebastián, heredado de su hermano Pedro en el colegio tolosano de los Escolapios. Tras tres años de barcelonista colgó las botas en el Sabadell, en el que jugó hasta 1988. Centrocampista todo terreno, sacrificado y peleón, no muy sobrado de técnica pero imprescindible por su despliegue físico. Ganó dos Ligas consecutivas con la Real Sociedad (1980-81 y 1981-82), y una más con Barcelona (1984-85). Ganó también con el Barcelona una Copa, una Supercopa y una Copa de la Liga. Actualmente dos hijos suyos juegan en la elite del fútbol español: Mikel en la Real Sociedad y Xabi ni más ni menos que en el Liverpool.
Internacional B en 2 ocasiones, defendió la camiseta de la selección absoluta en 20 partidos, con un gol marcado. Debutó el 24 de septiembre de 1980 en un amistoso ante Hungría (2-2). Cinco de esos encuentros los disputó en el Mundial de España.
Xabier Alonso Olano nació en Tolosa el 25 de noviembre de 1981. Tras pasar por el Hernani, el Aurrerá de Vitoria y el Éibar, fichó por la Real Sociedad en 1998. Jugó su primer partido con el primer equipo el 1 de diciembre de 1999 en la Copa frente al Logroñés, aunque no debutó en la Liga hasta la temporada 2000-01, tras un nuevo paso por el Éibar. Y ahí dio comienzo definitivo su extraordinaria carrera, culminada en su etapa realista en 2002-03 cuando la Real Sociedad quedó segunda en la Liga, a sólo dos puntos del Madrid. De la mano de Rafa Benítez fichó en 2004 por el Liverpool, y en esa misma temporada se alzó con el trofeo más preciado: la Liga de Campeones. Medio centro al estilo tradicional, tiene gran visión del juego, mucha técnica y capacidad de liderazgo. Con seguridad es uno de los mejores futbolistas españoles de la actualidad.
Tras diez partidos con las selecciones inferiores, debutó con la absoluta de la mano de Iñaki Sáez, el 30 de abril de 2003 ante Ecuador. Desde entonces, además de haber participado en la Eurocopa de 2004 y en el reciente Mundial de Alemania, ha sido pieza imprescindible de nuestra selección en estos últimos cuatro años. Hasta la fecha ha jugado 35 partidos con la absoluta, y ha anotado un tanto.
Gaztelu y Aranzábal
Aunque sólo el hijo ha dado a conocer el apellido familiar, ambos son con seguridad una de las sagas más realistas de la historia. El sobrenombre del padre no es sino el nombre común en vasco ‘castillo’, nombre propio en este caso del caserío de un familiar en el que solía estar a menudo cuando era niño y por cuyo nombre comenzó a ser conocido en Vergara (Guipúzcoa), donde nació el 23 de agosto de 1946. A los veinte años fichó por el Sanse, y sólo un año después comenzó a jugar con la Real Sociedad. Su hijo, nacido también en Vergara el 15 de marzo de 1973, debutó con el primer equipo donostiarra el 21-2-1993, a punto de cumplir los veinte. Y a partir de ahí, tanto uno como otro se convirtieron en jugadores de gran popularidad en la Real, muy estimados por la afición. Gaztelu estuvo ¡15 temporadas! y su hijo «sólo» 12. Justo antes de su retirada el primero recibió el mejor premio que puede recibir un futbolista, un título, y en concreto la primera Liga de la Real Sociedad (1980-81). Agustín Aranzábal dejó el equipo en 2004 y fichó por el Zaragoza, equipo en cuya disciplina ya lleva tres temporadas.
Al comparar la trayectoria internacional de ambos el hijo sobresale claramente. Gaztelu vistió la camiseta de España en cinco ocasiones, aunque sólo dos con la selección absoluta. Su hijo por el contrario a las 13 apariciones con las selecciones menores suma las 28 con la absoluta, incluyendo el Mundial de 2002. Ni uno ni otro se estrenaron como goleadores.
Herrerita y Chus Herrera
Nacido en Gijón el 5 de julio de 1914, Eduardo Herrera Bueno es considerado unánimemente como uno de los mejores interiores de la historia del fútbol español. Aunque algunos defienden incluso que se trata del mejor jugador asturiano de todos los tiempos, lo que desde luego no resulta exagerado es afirmar que se trata de uno de los ciudadanos asturianos más populares de todo el siglo XX. Hasta el punto de que la ciudad de Oviedo lo reconoció dando su nombre a una calle en 1984 junto al antiguo Carlos Tartiere. Interior elegante, de excelente regate y buen olfato ante el gol, ingresó en el Oviedo en 1933, con 30.000 pesetas de ficha, la segunda más alta de España tras la de Ricardo Zamora. Componente de la ovetense Delantera Eléctrica, jugó en el equipo carbayón entre 1933 y 1950, excluyendo los años de Guerra y la temporada 1939-40 en que lo hizo en el Barcelona al no poder participar el Oviedo en la primera liga de posguerra. En Primera jugó 236 partidos y marcó la magnífica suma de 125 goles.
Hermano de otro excelente futbolista, conocido como Herrera el Sabio, y cuñado de Chus Alonso, fue padre de otro notable jugador, Chus Herrera. Nacido el 10 de mayo de 1938 en Cabueñes (Gijón) apareció por primera vez con el Oviedo a los 18 años, en Segunda división. Y tras sólo dos años mostrando su excelente dominio del balón fichó por el Madrid, en el que igualmente pudo destacar gracias a su calidad. Pero en 1962 cuando sólo contaba 24 años llegó la tragedia: se le detectó un cáncer en estado avanzado y nada se pudo hacer por salvar su vida; murió el 21 de octubre.
Herrerita fue internacional absoluto en seis ocasiones entre 1934 y 1947 y marcó dos goles. Su debut en 1934 y su último partido en 1947 demuestran su excelente nivel de juego en esos catorce años. La trágica muerte de su hijo cortó con toda probabilidad una amplia carrera internacional comenzada el 13-3-1960 ante Italia y nunca más repetida.
Miguel y José Manuel Reina
Los Reina son la única saga internacional de guardametas. Miguel Reina Santos nació en Córdoba el 21 de enero de 1946 y tras sus dos primeras temporadas en Primera con el equipo de su ciudad fue fichado por el Barcelona. Portero espectacular, muy valiente en las salidas y seguro bajo los palos, al principio no fue bien acogido por el público barcelonés, decantado por Sadurní. El entrenador Buckingham resolvió salomónicamente el caso, alineando en casa a Sadurní y al cordobés en las salidas. Tras siete temporadas de azulgrana y haber ganado dos Copas de España, Reina fue traspasado al Atlético de Madrid en el que estuvo otras tantas temporadas y consiguió un subcampeonato de Europa y la Copa Intercontinental, ésta con Luis Aragonés en el banquillo.
Su hijo José Manuel nació en Madrid el 31 de agosto de 1982. Forjado como futbolista y sobresaliente promesa en la cantera del Barcelona, subió al primer equipo en el año 2000. Después de dos temporadas en las que no tuvo suficientes oportunidades fichó por el Villarreal, donde sí pudo demostrar sobradamente sus excelentes condiciones, sus agudos reflejos y su casi felina agilidad. Tan fue así que hace dos temporadas Rafa Benítez lo llamó para el que en esos momentos era el vigente campeón de Europa. Titular indiscutible entre los tres palos de la portería del Liverpool, Reina tendrá el próximo 23 de mayo la opción de conseguir ni más ni menos que la Copa de Europa.
Miguel Reina jugó con España un total de 20 partidos, 5 de ellos con la Selección Absoluta. Portero suplente en el Mundial de Inglaterra 1966, debutó finalmente el 15-10-1969, en un rotundo 6-0 ante Finlandia. Con 24 años José Manuel ya ha igualado los 5 partidos de internacional absoluto de su padre, además de haberlo superado ampliamente en el cómputo global, ya que ha jugado 38 partidos con las selecciones menores.
Eusebio y Roberto Ríos
Nacido en Portugalete (Vizcaya) el 30 de marzo de 1935, jugó en el Arenas de Guecho y en el Indauchu antes de ser llamado a África para cumplir el servicio militar. Por este motivo el club bilbaíno lo traspasó al Betis, ya que este club tenía posibilidad de arreglar su traslado a Sevilla. Defensa central de gran corpulencia y seguridad, jugó diez temporadas con el equipo verdiblanco, en el que se retiró al terminar la temporada 1967-68. Tras foguearse como entrenador auxiliar en el Betis, dirigió, entre otros, al Jaén, Baracaldo, Recreativo de Huelva, Valladolid, Murcia, Rayo Vallecano, etc, y ocupó la secretaría técnica del Betis y del Athletic. Vistió la camiseta de la selección absoluta en una ocasión, contra Portugal, en Oporto, el 15 de noviembre de 1964, siendo seleccionador José Villalonga.
Su hijo Roberto nació en Bilbao, el 8 de octubre de 1971. Formado en las categorías inferiores del Betis, debutó en el primer equipo en 1992. Y en el equipo sevillano permaneció a lo largo de cinco temporadas, tres de ellas en Primera. Central muy fuerte, capaz también de jugar en el centro del campo, fue fichado en 1997 por el Athletic Club de Bilbao, en uno de los traspasos más sonados de ese verano. En San Mamés tuvo una enorme presión desde el principio, lo que sumado a la reiteración de sus lesiones lastró su carrera, cercenada definitivamente por el cuerpo técnico bilbaíno. Después de varios meses inactivo, abandonó el fútbol en enero de 2003, tras rechazar una oferta que desde Inglaterra le cursó el B. W. Albion. Internacional absoluto en once ocasiones de la mano de Javier Clemente, fue habitual en los partidos de clasificación para el Mundial de Francia 1998, para cuya fase final no fue convocado.
Sanchis y Sanchís
No, no se trata de un error, los acentos están bien puestos. Y es que el padre fue conocido como Sanchis, mientras que el hijo como Sanchís. Pero, ¿cuál es el apellido de verdad?
La respuesta en principio no es difícil: Sanchis, con acento llano, es la forma valenciana equivalente a la castellana Sánchez (y no Sanchez), «hijo de Sancho». Así pues la forma «correcta» es la del padre. Sin embargo el hijo, lejano de tierras valencianas y de otros apellidos como Peris (Pérez) o Gomis (Gómez), tendió a acentuar agudo su apellido. Y aunque la acentuación Sanchís provenga de un error lingüístico, indudablemente éste fue el nombre deportivo del hijo y con él debe figurar en los anales.
Manuel Sanchis Martínez nació en Alberique (Valencia) el 26 de marzo de 1938. Tras formarse en el equipo de su pueblo, fichó con 17 años ¡por el Barcelona! Aunque este dato no es muy conocido, lo cierto es que el club azulgrana lo cedió de inmediato al Condal, en el que estuvo seis temporadas. Y de ahí, gracias a Ramallets, por entonces entrenador del Valladolid, dio el salto en 1961 al equipo pucelano. Así pues, no llegó a jugar ni un solo amistoso con la camiseta del Barcelona. Tras tres años de blanquivioleta, dos de ellos en Primera, pasó en el verano de 1964 al Madrid. Y ahí comenzó la gloria para Sanchis. Siete temporadas de madridista le dieron cuatro Ligas, una Copa y una Copa de Europa, la del conocido como Madrid ye-ye. Jugó 143 partidos de Liga y un total de 213 oficiales con el equipo blanco, en los que tan sólo anotó un gol.
Convocado por primera vez por la selección el 9-1-1963 para un amistoso contra Francia (0-0), Sanchis no debutó hasta casi tres años después, el 8-12-1965 contra Inglaterra (0-2). En total fue internacional en 11 ocasiones, incluyendo los tres partidos que España jugó en el Mundial de Inglaterra 1966.
Su primogénito casi nació en el Madrid. Nacido en la capital el 23 de mayo de 1965, comenzó a jugar en su equipo juvenil en 1979. Y tan sólo con 18 años, el 4 de diciembre de 1983 debutó con el primer equipo en Murcia, e incluso se permitió marcar el gol del triunfo. A partir de ahí, comenzó la trayectoria más larga que jamás un jugador haya desarrollado en el equipo merengue: 18 temporadas, con 523 partidos de Liga y un total de 708 partidos oficiales. Y su palmarés, apabullante: 8 Ligas, 2 Copas del Rey, 2 Copas de Europa, 2 Copas de la UEFA, 1 Copa Intercontinental, 5 Supercopas de España y 1 Copa de la Liga.
Con la Selección absoluta debutó el 12 de noviembre de 1986, contra Rumanía (1-0). Para entonces ya había jugado 22 partidos con las selecciones menores, y aunque le quedaban por jugar otros dos con la sub 23, comenzó de manera ininterrumpida su trayectoria de internacional absoluto. Jugó 48 partidos en la máxima categoría, incluyendo los tres de la Eurocopa de 1988, y los cuatro de Italia 1990.